Once días después del asesinato del activista Charlie Kirk, miles de seguidores se congregaron en el State Farm Stadium, en Arizona, para un homenaje que trascendió lo personal y se convirtió en una proclamación política.
Miles de personas se congregaron en el State Farm Stadium para despedir al activista conservador, asesinado en Utah. El acto reunió a las principales figuras del Gobierno de Donald Trump.
Once días después del asesinato del activista Charlie Kirk, miles de seguidores se congregaron en el State Farm Stadium, en Arizona, para un homenaje que trascendió lo personal y se convirtió en una proclamación política.
Con 73.000 personas presentes, el acto del funeral tuvo la magnitud de un funeral de Estado y fue encabezado por el presidente Donald Trump, quien llamó al referente conservador un “ héroe nacional” y anunció que le concederá de manera póstuma la Medalla Presidencial de la Libertad.
El mandatario subió al escenario y frente a la multitud, aseguró que el crimen de Kirk fue “un atentado contra las libertades más sagradas de Estados Unidos”: “El arma estaba apuntada contra él, pero la bala iba dirigida contra todos nosotros, contra cada uno de nosotros”, señaló Trump, quien subrayó que Kirk fue “uno de los patriotas más influyentes” de la historia reciente del país y pieza clave en su triunfo electoral de 2024.
Uno de los momentos más emotivos del funeral fue el discurso de Erika Kirk, viuda del activista y nueva directora de Turning Point USA, la organización juvenil fundada por su esposo. Vestida de blanco, aseguró entre lágrimas que perdonaba al joven de 22 años, sospechoso del asesinato: “Mi esposo quería salvar a jóvenes, como el que le quitó la vida (…) A ese hombre lo perdono, porque fue lo que hizo Cristo y es lo que Charlie haría”, expresó.
El evento se extendió por casi cinco horas y contó con discursos de los principales miembros del gabinete. El vicepresidente JD Vance, uno de los más cercanos a Kirk, fue ovacionado al atribuir parte del triunfo republicano al legado del activista. “Gracias a él, estamos aquí”, afirmó.
Por su parte, el asesor presidencial Stephen Miller lanzó el discurso más fervoroso de la jornada: “Creíste que podías matar a Charlie Kirk. Lo hiciste inmortal. Inmortalizaste a Charlie Kirk, y ahora millones continuarán su legado”.