El expresidente boliviano Evo Morales (2006–2019) volvió a proclamarse como candidato presidencial este sábado de cara a las elecciones previstas para el 17 de agosto, en medio de una masiva concentración de simpatizantes en Entre Ríos, una localidad del Trópico de Cochabamba, su principal bastión político y sindical.
Sin embargo, todavía no ha revelado con qué partido político se postulará, tras haber perdido el liderazgo del Movimiento al Socialismo (MAS) y renunciado a su militancia.
“Estamos convencidos de que vamos a ganar las elecciones este año, por eso nos tienen tanto miedo, tanta bronca, tantas difamaciones (…) Unidos somos invencibles, movilizados inalcanzables”, expresó Morales ante cientos de seguidores que se movilizaron para apoyarlo.
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Fotografía del expresidente de Bolivia Evo Morales (2006-2019) hablando en el evento en que se volvió a proclamar candidato presidencial.
EFE
Morales ya había sido proclamado candidato el pasado 31 de marzo, durante un congreso nacional en el que se presentó su nueva agrupación política, "Evo Pueblo", creada tras su salida del MAS. A pesar de eso, el exmandatario mantiene en reserva la sigla con la que se inscribirá para competir en los comicios: “Por razones de seguridad no quiero comentarles de la sigla, pero la sigla está garantizada para participar en estas elecciones”, aseguró.
En su discurso, Morales dijo que su candidatura representa la continuidad de la “revolución democrática cultural” y advirtió: “La derecha no volverá”. Asimismo, destacó que el respaldo que recibe no es solo personal, sino político e ideológico.
La concentración tuvo lugar en una región cocalera históricamente afín al líder indígena. Sin embargo, la ausencia del presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, líder de la federación Mamoré Bulo Bulo y figura cercana a Morales, no pasó desapercibida. Aunque Rodríguez negó intenciones de postularse, algunos sectores lo han promovido como posible candidato, lo que generó tensiones dentro del movimiento evista, cuyos seguidores afirman que Morales es “el único” candidato legítimo del sector.
La Justicia sigue investigando a Evo Morales
En paralelo a su campaña, la Fiscalía boliviana investiga a Evo Morales por un presunto delito de trata agravada de personas, relacionado con una supuesta relación con una menor de edad con la que habría tenido un hijo en 2016. En octubre se emitió una orden de captura contra el exmandatario, pero hasta el momento la Policía no la ha ejecutado.
Desde noviembre del año pasado, Morales permanece en el Trópico de Cochabamba y es protegido por vigilias de sus seguidores que buscan impedir su aprehensión.
División en el oficialismo
La política boliviana atraviesa un escenario fragmentado desde la crisis de 2019 que llevó a la renuncia de Morales y su posterior exilio en México y Argentina. Tras perder el liderazgo del MAS, el partido oficialista quedó en manos de Grover García, un dirigente alineado con el presidente Luis Arce, con quien Morales mantiene un tenso distanciamiento desde 2021, principalmente por desacuerdos sobre las candidaturas y las decisiones del Ejecutivo.