A siete meses de las elecciones presidenciales en Brasil, las posiciones en el tablero empiezan a moverse de cara a una de las citas más importantes del año en la región. El Gabinete del presidente brasileño Jair Bolsonaro formalizó este jueves, 31 de marzo, uno de sus movimientos clave de cara a los comicios de octubre. Fue con la renuncia en bloque de 10 de los 23 ministros que hasta ahora formaron parte del Ejecutivo del ultraderechista.
En el Palacio de Planalto, la sede presidencial en la capital, Brasilia, el mandatario presidió el acto para llevar a término la desistencia y sustitución de los ministros, que no abandonarán al presidente, sino que postularán para otros cargos como diputados federales o miembros de las gubernaturas estatales con el objetivo de ayudarlo en su carrera a la reelección.
Gran parte de los funcionarios que salieron del Ejecutivo se han unido Partido Liberal centrista, la formación a la que se adscribió Bolsonaro el pasado mes de noviembre. Desde esa plataforma, aspiran a hacer campaña favorable al Gobierno y destacar la acción del Ejecutivo durante la última legislatura.
“Estoy en mi tercera Administración consecutiva y nunca vi un equipo de ministros tan conectado con el presidente, tan leal y tan dedicado”, dijo el ya extitular de Infraestructuras Tarcísio de Freitas que ahora pasará a disputar el gobierno regional del estado de São Paulo. Otra de las renuncias clave de cara a las elecciones fue la de Walter Braga Netto, general en retiro de la reserva del Ejército que hasta ahora sirvió como ministro de Defensa.
Después de entregar la cartera ministerial, Braga Netto fue nombrado asesor especial de Bolsonaro en lo que puede ser un paso intermedio hasta que el presidente lo presente como su fórmula vicepresidencial, como prevén los analistas.
