Cristóbal Muñoz, ya conocido como Cristo en el mundo del fútbol base, nació el 1 de febrero de 2005, tiene 12 años y nació en Almería. Hace meses que los grandes clubs de España querían ficharle, entre ellos el Real Madrid, pero finalmente ha elegido el FC Barcelona como destino y la próxima temporada ya jugará en el Infantil azulgrana.
Extremo zurdo habilidoso, rápido y con mucho gol, con capacidad para entrar por las dos bandas, estaba siendo considerado como el mejor alevín de España por sus actuaciones en los distintos torneos en los que participan clubs de Primera División.
Formado en la UD Almería, cuyos colores vistió desde prebenjamín en 2012 hasta alevín en 2016, la última temporada la ha disputado en la UD Pavía, también de Almería, donde ya ha debutado en categoría infantil pese a ser alevín.
El cambio de club se debió a la filiación del Pavía con el Málaga, que así lo tenía controlado para su potente fútbol base. De hecho, durante la pasada temporada 2016-17 alternó los partidos oficiales con el Pavía con los torneos de fútbol base con el Málaga, como la Power Gol Cup de Cornellà, donde los ojeadores del Barça tomaron buena nota.
Lógicamente, el Málaga intentó convencer al jugador, pero Cristo se fue “al club de sus sueños, el Barça” y desde julio es un residente de la Masía.
El almeriense sorprendió al mundo esta semana en el torneo Internacional LaLiga Promises. Cristo comenzó destacando desde el primer día con un recital de talento y de clase a la hora de conducir el balón y de hacer diabluras con él.
Para el recuerdo quedará el golazo que le marcó a la Roma, señal de técnica, habilidad, velocidad y clase para definir. Ha sido sin duda la sensación de estos días en Arona y por ello ha sido distinguido como el MVP del torneo.