Scaloni estudia a Polonia para armar el medio campo de cara al tercer partido de Argentina en el Mundial de Qatar

El plantel se entrenó a puertas cerradas en la Universidad de Qatar.

Enzo Fernández y Lio Messi. Foto: EFE/EPA/Rungroj Yongrit
Enzo Fernández y Lio Messi. Foto: EFE/EPA/Rungroj Yongrit

El “equipo de memoria” no salió en el Mundial de Qatar 2022 por culpa de las lesiones, de los jugadores “tocados” y de la impensada derrota en el debut. Es la realidad argentina. A esta altura del torneo, la Scaloneta va remendándose sobre la marcha, lo que no es grave si revisamos la historia y detectamos antecedentes similares en ese sentido.

Por ejemplo, en 1986, cuando los 11 que jugaron la final no eran los mismo que habían arrancado. Bilardo fue moviendo las piezas en función de las necesidades del momento, algo que el DT argentino se ve obligado a hacer en estos días frenéticos y apasionantes.

El plantel se entrenó a puertas cerradas en la Universidad de Qatar. Fue la práctica más importante en la previa, porque la del martes no alcanzará la misma exigencia, con el partido ante los polacos encima y el extremo cuidado que el cuerpo técnico le está dispensando al físico de los jugadores. Es tiempo para el comando táctico de pensar en la alineación y, en especial, de cómo armará un medio campo que viene sujeto a permanentes modificaciones.

Además, con la certeza de que el único resultado a considerar es el triunfo para asegurar el primer puesto de la zona… Salvo que Arabia doblegue a México por cifras contundentes y termine de romper los pronósticos. En ese caso, aún con 6 puntos, Argentina podría quedar segunda.

Hasta hace poco más de un mes, lo que menos dudas parecía generar en la Selección era el trío de la media cancha. Y fue justamente allí donde se desacomodaron las cosas por tres razones:

  • a) la lesión que marginó a Lo Celso de la Copa,
  • b) la deficiente condición física de Paredes, que lo mantiene más afuera que adentro,
  • c) el bajo y preocupante nivel de De Paul, que no perderá la titularidad, pero genera dudas que no figuraban en los cálculos.

Este escenario, que incluye también a “Papu” Gómez entre los “tocados”, complejizó los planes. De allí las preguntas acerca de cómo acomodará Scaloni la zona neurálgica de la cancha.

Enzo Fernández y el partido Argentina vs Polonia

Desde que Enzo Fernández puso un pie en Portugal se hizo titular y figura de Benfica, uno de los grandes de ese país. Pero no sólo es considerado el mejor volante de la temporada en la liga, también brilló -y esto es más trascendente- a nivel Champions. A este Fernández de 21 años lo siguen los clubes más poderosos y partido a partido va aumentando su cotización. El golazo que le hizo a México el sábado subió todavía más esa consideración en el universo fútbol. ¿Prescindirá Scaloni de él en el 11 de movida o lo mantendrá como una carta de refresco para oxigenar el segundo tiempo?

Enzo Fernández durante el festejo del gol que convirtió ante el seleccionado mexicano.
Enzo Fernández durante el festejo del gol que convirtió ante el seleccionado mexicano.

En las cercanías de la Selección (y qué decir de la prensa y de los hinchas) piensan que Fernández no puede salir más del equipo. Si Scaloni lo corrobora, habrá que ver dónde y cómo lo ubica en el tablero. Una opción es que sea el volante central, lo que abre una vez más el juego de posibilidades acerca de quién jugará por la izquierda, allí donde Lo Celso dejó un vacío difícil de llenar. “Papu” Gómez (flojo contra Arabia), Mac Allister (poco productivo contra México) y Exequiel Palacios (correcto cuando entró el sábado) son los candidatos.

La otra chance es que ese lugar por la izquierda sea para Fernández, con lo que al medio podría continuar Guido Rodríguez o, si Scaloni lo ve mejor, tal vez regrese Paredes. Rodríguez es un jugador utilísimo por su disciplina táctica y por el juego aéreo, una carta que los polacos juegan con solvencia desde la presencia de Robert Lewandowski. Esto está ligado también con la conformación de la defensa, que sería Molina-Otamendi-Lisandro Martínez-Acuña. Allí lo que falta, precisamente, es altura. Como se ve, es una partida de ajedrez en la que Scaloni no tiene margen para experimentos y que lo deja con poquísimo margen de error.

“¿Y si repite los 11? No hay que descartarlo”, deslizan voces anexas al cuerpo técnico. En este caso, lo que se asegura el entrenador es un sólido plan B si las cosas no se encarrilan. Contra México, el ingreso de Enzo, de Palacios y de Julián Álvarez refrescó a un equipo que se había atascado. Además, en caso de ir en ventaja, acciona la línea de cinco con la entrada de “Cuti” Romero. A esto se agrega una noticia buenísima: la plena recuperación física de Paulo Dybala, que está listo para reforzar el ataque apenas se lo llame al servicio.

Mientras, lo que se vive puertas adentro del búnker es un clima de tranquilidad y alivio. La tensión subió casi hasta hacer estallar los medidores a causa de la maldición árabe, de allí la distensión provocada por la victoria.

El domingo fue el día más esperado y disfrutado por los jugadores, una tarde de picnic con Tini Stoessel como figura y el “Kun” Agüero animando el clásico asado que “Chiqui” Tapia se encarga de regentear. El “affaire Canelo Álvarez” no movió la aguja del grupo, apenas provocó las bromas de rigor a Lionel Messi, defendido a capa y espada por su compadre Agüero.

Y justamente, ¿cómo está Messi? El gol a México reconfirmó el protagonismo del que goza en Qatar. Fue la estrella indiscutida del pospartido y de la jornada mundialista dominguera. Más allá del buen ánimo, que no lo abandonó ni aún tras la derrota del debut, está un poco mejor en lo físico. No al 100%, pero sí regulando la máquina, sabedor de que el miércoles, una vez más, recibirá el llamado cuando la Selección más lo requiera.

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