Boca derrotó en el Superclásico a River en el Monumental con Rossi como héroe

El colombiano aprovechó una desatención entre González Pirez y Franco Armani para darle el triunfo al xeneize. Agustín Rossi fue la gran figura del partido.

El colombiano aprovechó una desatención entre González Pires y Armani / Corresponsalía.
El colombiano aprovechó una desatención entre González Pires y Armani / Corresponsalía.

Un gol de Sebastián Villa y tres atajadas formidables de Agustín Rossi le dieron en la noche del domingo la victoria a Boca Juniors en el superclásico con un River Plate que tuvo destellos del fútbol que lo caracteriza pero nunca pudo lastimar el arco rival.

Fue un partido que por momentos estuvo muy trabado. Y terminó con la Policía protegiendo a los jugadores de Boca, que no pudieron retirarse con normalidad del campo de juego debido a una lluvia de botellitas de agua y gaseosas que provenía de la tribuna.

River, el último campeón del fútbol argentino, y Boca habían salido al césped minutos antes de que el reloj marcara las 19:00. El Antonio Vespucio Liberti, en toda su dimensión, se puso de pie y Núñez estalló bajo bombas de estruendo.

“Muñeeeco… Muñeeeco…”, la hinchada local recibió al equipo de Marcelo Gallardo con una ovación y agitando más de 50 mil banderitas en los cuatro laterales. El estadio, íntegramente cubierto de rojo y blanco por la ausencia ya tradicional de la hinchada visitante, vibró.

En los sectores bajos de las dos cabeceras, banderas grandes y de palo flameaban con la ventisca que aceleraba el sacudir de las manos de los 75 mil hinchas. El universo River brindó una bienvenida explosiva a su equipo en el primer superclásico sin aforo tras la pandemia.

En los laterales, la Belgrano lució cubierta por unas 90 tiras plásticas 70 metros de largo. Sobre la San Martín baja, también. En la alta, diez mil cartulinas integraron un mosaico rojo y blanco con la sigla CARP en negro.

Otro superclásico estaba a punto de comenzar. Un partido que suele abrir camino a días de felicidad para millones de personas frente a la tragedia inocultable que moldea la derrota en los otros, cuando no resulta un aburrido empate que a nadie permita fanfarronear.

A las 19:02, pitó el árbitro Darío Herrera y la pelota se puso en movimiento. River llegó confiado, tras un comienzo de torneo con altibajos, y dispuesto a dar un espectáculo diseñado para la victoria. Pero no se floreó y se quedó sin nada.

El Boca de Sebastián Battaglia, con camiseta amarilla por compromisos comerciales, jugó con la única intención de llevarse los tres puntos. Traían en bolsa once de los dieciocho disputados. Y la victoria en el Monumental los llevó a la cima de la Zona A.

La pelota rodaba. El partido era, por momentos, ordinario. Muchos nervios cruzados. Algunas patadas. El ida y vuelta muy trabado. Falta sobre falta, de expulsiones que no fueron. Y la impaciencia de la hinchada local por las imprecisiones de su equipo iban en aumento.

A los 6:31, Julián Alvarez aprovechó un error en el fondo de Boca y raspó el travesaño. River intentaba armar juego. Toque y toque, el millonario buscaba huecos. Y Boca lo esperaba para sorprender de contragolpe.

A los 29, otra vez Alvarez enfrentó a Agustín Rossi, que le sacó una pelota que el Monumental había dado por gol. En el local se lucían Barco y De la Cruz. Armani casi no tuvo trabajo en el primer tiempo, dado que Boca no encontró un juego que le permita complicar a River. Su 9, Darío Benedetto, caminó la cancha sin patear al arco; Battaglia lo sacó para el segundo tiempo junto a Advincula, uno de los dos amonestados.

En la segunda parte, Boca cambió de actitud y salió a buscar el partido. Armani le sacó un disparó a Luis Vásquez a los 4. Y a los 6, Milton Casco no completó una jugada de peligro. A los 8, Leandro González Pírez se equivocó groseramente en el área y Sebastián Villa se la cobró poniendo el 0-1.

River se mareó y se desorganizó. La tribuna se iba poniendo más impaciente. Gallardo sacó a Simón y a Barco y puso a Quintero y Brian Romero. A los 25, Enzo Fernández hizo raspar la pelota el travesaño de Rossi. Y el DT metió a Palavecino y Elías Gómez por Casco y De la Cruz.

Battaglia sacó a Medina y puso a Campuzzano. Y atrás Gallardo sacó a Enzo Pérez y puso a Pochettino. A los 41, Rossi lo sacó a Palavecino una pelota que el Monumental veía adentro. River intentó sin éxito ir por el empate. Hubo cinco minutos adicionales. Y Herrera pitó el final. A su estilo, Boca se llevó la victoria.

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