“Ricardo Zannini, de estado civil casado, de ocupación abogado, director del Banco de Santa Cruz SA, nacido el 27 de agosto de 1954 en Villa Nueva, provincia de Córdoba, hijo de Francisco Héctor y Hortensia Pérez...”. Esta presentación figura en la página 6 de las 491 que componen la impactante resolución del juez Claudio Bonadío por la que dictó el procesamiento con prisión preventiva contra Zannini, Timerman y Cristina Fernández, entre otros.
Zannini fue secretario Legal y Técnico en las tres presidencias kirchneristas. Su perfil público bajísimo, contrastó con el rol clave que cumplió en el diseño de la arquitectura legal de muchas de las acciones legislativas de esos doce años, como la nacionalización de las jubilaciones y la expropiación de YPF.
Su ligazón con los Kirchner empezó en los ’80, cuatro años después de que se radicara en Santa Cruz. Estuvo en la asesoría letrada del municipio de Río Gallegos entre 1986 y 1987. Ya con Néstor Kirchner intendente, en 1987, fue su secretario de Gobierno.
Después fue ministro de Gobierno de esa provincia; por 6 años fue diputado provincial y también integró la Corte Suprema. Pasó por los tres poderes del estado santacruceño. Zannini, está claro, lleva 30 años integrando la mesa chica kirchnerista donde las sillas son escasas.
Pero antes de volverse patagónico adoptivo, fue cordobés. “Vengo de una familia muy humilde”, dijo en una entrevista con Alejandro Fantino. Su madre fue “empleada en casa de familia”, su padre, albañil.
En 2015 acompañó a Daniel Scioli en la fórmula presidencial. Con Macri presidente, Zannini dejó de vivir en Buenos Aires y abandonó su rutina de “runner” por los bosques de Palermo. Volvió a Santa Cruz para integrar el directorio del Banco Santa Cruz.
Bonadío, en la página 381, afirma que Zannini “tuvo una intervención activa en todo el proceso de elaboración y puesta en marcha del memorando”.