Los países de la Unión Europea (UE) no trasladarán sus embajadas a Jerusalén siguiendo los pasos de Estados Unidos, según dejó claro ayer la representante de Política Exterior del bloque, Federica Mogherini.
Los países de la Unión Europea (UE) no trasladarán sus embajadas a Jerusalén siguiendo los pasos de Estados Unidos, según dejó claro ayer la representante de Política Exterior del bloque, Federica Mogherini.
“Sé que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu mencionó en un par de ocasiones que espera que otros sigan la decisión del presidente Donald Trump de trasladar la embajada a Jerusalén. Pero puede mantener sus expectativas para otros, porque ese movimiento no llegará por parte de los países miembros de la Unión Europea”, dijo Mogherini al término de una reunión de casi dos horas de los ministros de Exteriores de la UE con Netanyahu en Bruselas.
Mogherini también dejó claro que, desde el punto de vista de la UE, el reconocimiento unilateral de Jerusalén como capital de Israel por parte de Estados Unidos supone más bien una amenaza en vez de una oportunidad para la paz.
La perspectiva de que puedan iniciarse nuevas negociaciones de paz parece actualmente estar “muy lejos”, advirtió la jefa de la diplomacia europea.
Según Mogherini, Estados Unidos hasta el momento ni siquiera ha definido un marco y un horizonte para su propuesta de nuevas conversaciones de paz.
Esto es necesario, subrayó la diplomática italiana, para que puedan poner en marcha las negociaciones.
Previamente, Netanyahu había pedido a los ministros de Relaciones Exteriores de la UE que sigan el ejemplo de Estados Unidos y reconozcan Jerusalén como capital de Israel. “La base para la paz es reconocer la realidad (...) Jerusalén es la capital de Israel y nadie puede negarlo”, afirmó el mandatario israelí.
Mogherini destacó que una solución al conflicto israelo-palestino solo es posible mediante negociaciones directas y que el objetivo debe ser la creación de un Estado palestino al lado de Israel, con Jerusalén como capital de los dos países.
Lo peor que puede pasar ahora en Jerusalén y en la región, subrayó Mogherini, es una nueva escalada de las tensiones y la violencia.
Al menos tres palestinos resultaron heridos ayer en nuevos enfrentamientos con soldados israelíes en la periferia de la Franja de Gaza. También en Cisjordania hubo varios heridos en protestas cerca de Ramalá y Hebrón.
A la vez, milicianos palestinos volvieron a lanzar cohetes contra el sur de Israel, que atacó luego el sur de los territorios palestinos.
En Beirut, mientras tanto, decenas de miles de seguidores del movimiento chiita libanés Hezbolá participaron ayer en una masiva manifestación en protesta por la decisión de Trump de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel.
“Reiteramos nuestro compromiso de quedarnos y proteger al pueblo palestino, Jerusalén, y los sitios sagrados cristianos y musulmanes”, dijo el líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, a través de un video.