8 de marzo de 2018 - 00:00

La única verdad es la realidad - Por Luis Sarmiento García

Mas allá del cuestionamiento a esta afirmación de Juan Perón que tomó de Aristóteles, cotejándola con la filosofía y la teología, (Platón dijo que la realidad es una copia del mundo de las ideas; Juan 14:6-9, Cristo es el camino, la verdad y la vida) se trata de una síntesis política que frena cualquier discusión y me es útil para demostrar la crisis del peronismo y otras ideologías secundarias.  En general peronistas, cristinistas e izquierdistas afirman que las políticas liberales del gobierno de Macri nos llevarán a una crisis y un caos económico inevitables. Todos los populistas y demagogos se aferran a las políticas nac&pop, estatización, regulación, cerramiento de la economía, uso arbitrario de la moneda, emisión para el consumo, único medio viable para el crecimiento, subsidios, medidas sociales que reemplacen al trabajo más cuando éste se torna difícil, empleo público para combatir la desocupación y todas las medidas que hemos visto durante el kirchnerismo cristinista. A principios del siglo XX éramos la sexta economía mundial. Desde el peronismo en adelante nos disputamos los últimos puestos con las economías más pobres y atrasadas del planeta.

Los defensores de este antiliberalismo nunca exhiben un plan económico superador. Pero critican sin pausa y dicen que lucharán para retornar al poder en 2019. Algunos son decididamente destituyentes como Cristina, Zaffaroni, Navarro, Bonafini, y otros más tibios y con aparente dulzura como Estela de Carlotto, Boudou, Parrili, De Vido.

La verdad de la realidad

Desde 1946 hasta 2015, 69 años 2 meses, han estado en vigencia políticas populistas que nos han llevado a este desastre que padecemos hoy. Peronismo desde 1946 hasta 1955, 9 años; militares desde 1955 hasta 1958, 3 años; radicales desde 1958 hasta 1963, 5 años; radicales desde 1963 hasta 1966, 3 años; militares desde 1966 hasta 1973, 7 años; peronismo desde 1973 hasta 1976, 3 años; militares desde 1976 hasta 1983, 7 años; radicales desde 1983 hasta 1989, 5 años y medio; peronistas desde 1989 hasta 1999, 10 años y 6 meses; radicales desde 1999 hasta 2001, 2 años; peronistas desde 2001 hasta 2003, 2 años; kirchneristas desde 2003 hasta 2015, 12 años.

Resumen: peronismo 36 años 6 meses; militares 17 años; radicales 15 años 6 meses. Predominó el populismo. El menemismo fue un falso liberalismo fanático. Ideológicamente el peronismo nació como centro derecha, "ni yankees ni marxistas, peronistas". Perón sin política definida en solo un año e Isabel, caótica hasta el Rodrigazo de 1974 y luego hasta 1976. Es decir, un peronismo liberal desfigurado no alcanzó a desteñirlo de su populismo y autoritarismo que con el 5.000% de inflación de Alfonsín, más el militarismo y el corrupto cristinismo nos dejó en la ruina en 2015. Esta es la verdad de la realidad. No se puede disfrazarla con nada. Y en estos 69 años y 6 meses el centro derecha estuvo absolutamente ausente del gobierno.

El peronismo con su autoritarismo, economía cerrada y populismo; el militarismo autoritario y con ausencia total de democracia y república; y el radicalismo con democracia y república pero economías equivocadas (Alfonsín, hiperinflación y De la Rúa, impuestazo de 2000 y derrumbe de 2001) nos dejaron este país que no sirve a nadie, ni a los pobres e indigentes, ni a la clase media, ni a los ricos, ni al mundo global en el que vivimos.

El gobierno de Macri

Dar solución a este desquicio, a partir de Macri es una tarea gigante. Más que solución se trata de una reconstrucción. Los servicios de energía, agua, luz y gas fueron destruidos por la popudemagogia con falta absoluta de inversiones y con subsidios que fueron a los bolsillos de los concesionarios y funcionarios corruptos. La solución consiste en invertir. Como no hay inversores, debemos optar: los fondos los pone el Estado o nosotros. Si lo hace el gobierno, que no los tiene, debe emitir o endeudarse y aumentar el déficit fiscal, enorme por cierto, con mayor inflación. Solo podemos aportarlos nosotros, con gran sacrificio y pesada carga. Pagamos la fiesta populista o continúa la inflación, el déficit y la destrucción del país. Como se trata de sacrificios intolerables, los autores del desastre predican que todas las medidas son culpa del gobierno, que lo hace en contra de los pobres y de la población y a favor de los ricos.

Qué hace la oposición?

La populista kirchnerista y de izquierda, principal artífice del desastre, critica a Macri por los tarifazos y la crisis terminal. Por supuesto, no se les cae una sola idea. Salvo elogiar sus magníficas políticas  nacionales y populares.

Y la no kirchnerista ni populista, liderada por economistas funcionales al populismo aunque no se den cuenta, lo mismo.

Y volvemos a la verdad de la realidad. Unos y otros proponen, algunos sin saberlo, que volvamos al populismo, a que el Estado emita a costa de inflación y más déficit.

El gobierno de Macri no está actuando, hasta ahora, como liberal o "para los ricos". Está tratando de reconstruir y salir del caos. Debe pagar la fiesta populista de 36 años 6 meses, militarista de 17 años y radical de 15 años 6 meses, regularizando los pagos por los contribuyentes, única salida posible. Y para los que menos tienen o no tienen nada, con planes sociales y subsidios directos, no a las empresas.

¡Pero son pagos y soluciones con grandes dolores! Es verdad, pero … ¿alguien pensó o supuso que esta transición sería sin costos enormes y sin dolores? Setenta años viviendo en la irrealidad y en la orgía sin fin y destructivas, solo pueden producir dolor si se trata de salir. Porque de seguir en este infierno llegaríamos a la Venezuela desecha de hoy o a los países destruidos de la primera y segunda guerras mundiales, que salieron solo con "sangre, sudor y lágrimas"

Pero Macri comete errores y desaciertos enormes. Tiene ministros intrascendentes que no se conocen; que hacen su trabajo con una frialdad que aterra (Aranguren); con errores propios del kirchnerismo; que continúan en funciones (Triaca); con un jefe de gabinete que explica sin convicción y repite que todo está bien, cuando no es así; que carece de excelencia política, de comunicación, de pedagogía y explicación del cómo y por qué se deben tomar medidas tan desagradables y extremas. Con estos errores continúa la obra emprendida en 2015 pudiendo perder las elecciones en 2019. Y si fuera así, la vuelta al populismo será otra verdad de la realidad. ¡No nos quejemos si sucede!

LAS MAS LEIDAS