La tristeza de un productor apícola de San Martín: le envenenaron 50 colmenas

Hace algunos días, Eugenio Bourrel, un productor de Tres Porteñas, en San Martín, se encontró con más de 50 colmenas que habían sufrido alguna clase de envenenamiento, en la localdiad de El Divisadero. Señaló que no es la primera vez que esto le sucede y calculó las últimas pérdidas en alrededor de 1 millón de pesos.

Según le contó al sitio Nexo Noticias, dedicado a brindar información exclusiva de la Zona Este, estima que algún productor utilizó un agroquímico muy fuerte que terminó por afectar a las abejas.

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“Periódicamente, le traemos agua al apiario, y la última vez nos encontramos con una gran cantidad de abejas muertas, un desastre”, relató Bourrel, y agregó que “seguramente se trató de un envenenamiento masivo, un veneno muy fuerte que ‘habrán tirado algunos chacareros’ o algo así”.

Además, relató que se trata de la cuarta vez que le sucede y esto lo está llevando a pensar en cambiar de rubro, porque la merma en la cantidad de abejas le traerá problemas también para los próximos años.

“Este es un problema mundial, las abejas están desapareciendo, y se provoca un gran daño ambiental, porque son un gran motor para las polinizaciones. Si yo no trabajo más, va a haber 200 cajas menos, y como yo, hay varios productores en la misma situación, porque se invierte en material vivo y estas situaciones generan pérdidas totales”, cerró, en diálogo con el periodista Facundo Aballay, de Nexo.

Las abejas están muriendo

De acuerdo con la Asociación Greenpeace (con base en Estados Unidos), 70 de los 100 principales alimentos, que proveen alrededor del 90% de la nutrición humana son polinizados por abejas. Pero no es un secreto que las abejas están muriendo.

El último año, los apicultores de Estados Unidos estimaron pérdidas del 45,5% de sus colonias, de acuerdo con la asociación de Apicultores de ese país.

Entre las causas que resaltaron se encuentran los pesticidas y agroquímicos en general, destrucciones de sus hábitats, contaminación, y el calentamiento global. Por eso, se reclaman medidas urgentes en todo el mundo para “salvar a las abejas”.