Cómo armar los plantines para tu huerta en casa

Estas son algunas claves para poder cultivar alimentos saludables en el patio o, incluso, en un balcón

Cuando se acerca el invierno y se anticipan nuevas restricciones por la pandemia, puede ser un buen momento para empezar a armar una huerta en casa, que permita contar con verduras y aromáticas saludables. Armar plantines, en lugar de plantar las semillas directamente, ofrece algunas ventajas, como anticipar la producción y optimizar la germinación cuando las temperaturas no son las más apropiadas.

El sitio INTA Informa detalla que los plantines son pequeñas plantas, con 3 o 4 pares de hojas y un sistema radicular parcialmente desarrollado, que brindan numerosas ventajas al productor. Además de permitir anticipar la producción, disminuir gastos, semillas, tiempo y mano de obra, es una técnica ideal para aquellas semillas muy pequeñas que necesitan cuidados especiales para nacer.

Eugenia Oyenard, técnica del ProHuerta del INTA Chacabuco (Buenos Aires), detalla que es “clave” mantener la luminosidad, la humedad y temperatura ambiente adecuada. También planteó que hay errores que se suele cometer, como sembrar muy profundo las semillas, aplicar un exceso de agua, que les falte luz solar y que reciban mucha o poca temperatura, lo que no permite que germine la semilla. Además, se refirió al uso de tierra compactada o de mala calidad, así como la falta de drenaje del agua, la mala calidad de semilla o dejar mucho tiempo el plantín en el recipiente.

La especialista explicó que para armar los plantines se necesitan recipientes, que pueden ser plantineras o almacigueras, bandejas multiceldas o speedlings, macetas o latas agujereadas. También será importante tener tierra o abono, perlita o arena, así como semillas de estación de buena calidad y agua en un pulverizador.

Para su armado, Oyenard sugirió colocar el sustrato en los recipientes con drenaje para que el agua pueda escurrir. Se debe rellenar, sin presionar, dando un suave golpe para que se asiente el sustrato. Y para evitar la formación de moho en la superficie conviene regar la plantinera por la parte inferior, colocando una bandeja con agua y que la planta la absorba. Aunque también se pueden utilizar aspersores manuales o automatizados, para humedecer bien la tierra. En este caso, es esencial mantener la humedad constante con riegos cortos y frecuentes.

En cuanto a la siembra, especificó que la profundidad a la que se debe colocar la semilla dependerá de sus dimensiones. “Se debe enterrar a una profundidad equivalente a dos o tres veces su tamaño. Cuanto más pequeña sea, más superficial será su siembra”, puntualizó.

“Debemos tener en cuenta que cada especie se caracteriza por necesitar un nivel de temperatura adecuado para hacer posible la germinación. En general, el rango de temperaturas óptimas varía entre los 15 y los 28 grados”, detalló Oyenard, al tiempo que recordó que los cultivos que resisten el trasplante son acelga, berenjena, brócoli, cebolla, repollo, coliflor, lechuga, pimentón, puerro y tomate.

Después de entre 7 y 10 días, con la temperatura y humedad adecuada, la semilla germinará y aparecerán las pequeñas hojas del plantín. Y entre los 25 y 40 días de la siembra, según la variedad de hortaliza, la planta estará firme, con la cantidad de hojas adecuadas para ser trasplantada a donde estará la huerta. “El plantín está listo para su trasplante cuando su tallo supera los 10 centímetros de altura y tiene un grosor de 5 milímetros”, indicó.

Hay dos indicadores importantes de su desarrollo: la consistencia de la planta en el pan de tierra y el color de las raíces, que cuando son jóvenes son de color blanco y cuando está envejeciendo se tornan marrones.

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