“Afectos Colaterales 3.0”: una innovadora experiencia escénica para dispositivos móviles

Dirigida por el mexicano Carlos Nóphal, esta obra se basa en una reconstrucción de hechos que incluye a los espectadores en el desarrollo de la historia.

Comienza la primera parte de esta experiencia donde el espectador no es pasivo, sino que forma parte de la obra.
Comienza la primera parte de esta experiencia donde el espectador no es pasivo, sino que forma parte de la obra.

Distinta a las obras teatrales que acostumbramos a presenciar, donde el rol del espectador es sentarse y observar, esta propuesta del mexicano Carlos Nóphal tiene muchos aspectos interesantes que atraparán al público. Y es que ellos forman parte del desarrollo de la trama.

Se trata de una pieza que agrupa distintas puestas artísticas y transita entre el monólogo, la poesía y el intercambio de ideas. Está dividida en etapas y la primera de ellas será hasta fines de octubre.

Una obra que estaba pensada para ser llevada a un espacio físico, terminó por convertirse en una íntima experiencia vía WhatsApp en la cual estarán sus protagonistas y cinco miembros más del público que aportan a la historia.

Luego de dos años en Mendoza, Nóphal propone esta experiencia dinámica y poco habitual.
Luego de dos años en Mendoza, Nóphal propone esta experiencia dinámica y poco habitual.

¿Pero cómo es esto? “El público forma parte de la historia porque la transmisión dura aproximadamente 20 minutos, pero les enviamos información dos horas antes. Como piezas de rompecabezas, algunos videos extras y una serie de cosas para que armen la historia. Cuando empieza la transmisión cada personaje cuenta sobre la historia y ésta varía”, explica el director.

La obra cuenta con dos funciones cada martes y jueves, a las 20 y 21 horas y su acceso es gratuito, aunque sus cupos limitados. Para sumarse a la experiencia, deben inscribirse a través de su página de Facebook.

Se trata de una pieza transmedial con varias salidas, en varias etapas y en distintos formatos. Contempla un texto para la escena: puesta en papel para descarga gratuita; Dispositivos Portátiles de Activación Personalizada (DiPAP): puesta en pantalla de extractos dramatúrgicos para transmitirse por dispositivos móviles a través de videollamadas; y piezas audiovisuales denominadas “Estaciones”. Durante todo el mes de octubre se llevará a cabo la primera etapa de la propuesta que consiste en presentar los DiPAP.

Recreando como un sueño y presentada como un recuerdo, el escenario transita entre Londres, Argentina y cualquier lugar en el que el espectador se encuentre, lo que hace que sea una experiencia aún más personalizada. “Tú decides dónde estás. Cada quien ha tenido su propia percepción de dónde estaba, que cuando terminan frente al mar, el mar puede ser cualquier lugar.”

La obra es una forma de reaccionar ante tanto silencio. Una manera de hacer música con el vacío de las estaciones de viaje. Un canto para dos que fueron tres y ahora son cuatro. De tono nostálgico y desapasionado, es una pieza no anecdótica, dividida en tres estaciones y dos diagnósticos sin final.

Este proyecto tan misterioso y atrapante se estrenó hace tiempo en México y ha ido mutando a medida que cambian los espacios. En su primera edición, los protagonistas eran una mujer y un hombre; aquí en Mendoza, actúan Alejandro Conte y Francisco Roby, y estaba pensada para lo presencial pero la llegada de la pandemia cambió todos los planes.

“Reformulamos todo un poco con esta curiosa dinámica de videollamadas, videos, repasando textos, buscando una alternativa. Cuando vimos que ya era imposible llevarlo al plano presencial, planteamos esto.”

El director se encuentra en nuestra provincia trabajando en un proyecto teatral que le permite desarrollar la beca que ganó por el Sistema Nacional de Creadores de Arte (SNCA) de México. Serán tres obras llevadas a cabo en distintos lugares y uno de ellos será Mendoza, aunque todo se encuentra parado debido a la pandemia.

La obra se basa en una reconstrucción de hechos dividida en tres partes.
La obra se basa en una reconstrucción de hechos dividida en tres partes.

Una propuesta diferente en medio de tanto streaming

Buscando una salida para ofrecer algo distinto en medio de todas las experiencias teatrales virtuales, el equipo que acompaña al director encontró esta forma de hacer vivir una obra en primera persona.

“La obra trata de un viaje donde se encuentran dos personas, un viaje donde uno que es periodista está investigando y el otro, un hombre más joven, acompaña a su padre mayor en sus últimos años. Se encuentran, conviven y algo pasa allí. El sentido de la obra es que como a nosotros no nos queda claro qué pasa, a los espectadores tampoco les quede claro”, explica.

“Es una serie de reconstrucción de hechos donde ellos platican. Es la misma serie de hechos, pero contada desde ambos puntos de vista. Uno dice que fueron cuatro meses, el otro dos semanas; uno dice que se vieron en la playa, el otro que fue en una peatonal. Lo cuentan como lo recuerda cada uno. Y eso se vuelve un transitar entre estaciones de viajes.”

La idea de este final abierto es que el espectador saque sus propias conclusiones del desarrollo de los hechos. Tambaleando entre el thriller y la investigación, la idea es que surjan incógnitas durante la historia: qué están haciendo, qué pasa allí, por qué uno cuenta tantas cosas y el otro no, y que se dialogan al final de la experiencia junto a los demás participantes.

“Les dejamos abierto el grupo después durante 24 horas para que revean los textos o conversen por WhatsApp. Al final de la transmisión nos quedamos platicando entre todos y comparten lo que entendieron o lo que no. Si no ves el material que enviamos antes entiendes, aunque no es tan completa la experiencia.”

El elenco del proyecto está conformado por todos artistas mendocinos.
El elenco del proyecto está conformado por todos artistas mendocinos.

Sus curiosidades en lo presencial

Dejando de lado las modificaciones que la llevan a la virtualidad, la obra es interesante en el formato que tenga. Lejos de recurrir a los espacios y relaciones tradicionales de público-actor, esta experiencia da la oportunidad al espectador de ser parte del desarrollo, sintiéndose uno más dentro de la historia.

“Nosotros pensamos que no era la típica obra en que te sientas frente al espectáculo y lo presencias, sino que siempre buscamos un espacio no convencional. En México se hizo en un trole bus estacionado frente a una plaza, los espectadores se sentaban en los asientos y la historia ocurría en el pasillo del trole bus. Al final tomábamos unos tragos y conversábamos.”

La idea que en un principio el equipo tenía era buscar un espacio en nuestra provincia que pudiera reflejar este tan característico aspecto. “Aquí en Mendoza la idea era hacerlo en un espacio no convencional y que nos permitiera tener espectadores rodeando el espectáculo, no los actores lejos sino siempre frente al espectador sin salir del espacio, no podían siquiera tocar el piso. Y luego poder invitar al público a subirse al escenario.”

Pero sin poder acceder a eso por el momento, buscaron plasmar su marca registrada de no acudir a la zona de confort e incluso buscaron la forma de llevar esto a la virtualidad.

“A diferencia de una experiencia tradicional, esa caja negra que es el teatro, para hacerlo de otra manera y modificar la experiencia online diseñamos una caja blanca, todo un escenario blanco lo que hace que sea una percepción distinta hasta en ese sentido, puede pasar lo que sea.”

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