El cantante y compositor cordobés Aldo Monges, una de las grandes voces románticas del folklore argentino, falleció a los 83 años. La noticia fue confirmada por su esposa, quien explicó que el artista no había logrado recuperarse de una hemorragia cerebral sufrida tres años atrás. “Se complicaron las cosas, ayer se puso muy grave y esta madrugada falleció”, informó con tristeza.
Conocido como El Trovador Romántico, Monges fue una figura clave del movimiento folklórico de los años '70, especialmente por su fusión del folklore con temáticas amorosas y letras cargadas de sensibilidad. Su estilo melódico y sentimental le permitió ganarse un lugar en el corazón del público tanto en Argentina como en México, país donde también tuvo una importante proyección.
Una vida de música desde la infancia
Aldo Monges nació en el barrio General Paz de la ciudad de Córdoba el 1 de diciembre de 1940. Su vínculo con la música comenzó desde muy chico: a los cinco años ya cantaba y a los doce escribió sus primeras canciones. La guitarra fue su fiel compañera y herramienta para componer letras que luego se convirtieron en himnos de amor y desamor.
Su carrera profesional despegó de la mano de Horacio Guarany, quien fue su gran padrino artístico. Guarany lo alentó a grabar sus propias composiciones y a mostrarse como cantautor, lo que fue clave para el lanzamiento de su primer disco, Olvídame muchacha (1971). El tema homónimo no solo fue un éxito inmediato, sino que también se convirtió en la cortina musical del popular programa televisivo Argentinísima, lo que le dio una enorme visibilidad a nivel nacional.
A lo largo de los años, canciones como Brindo por tu cumpleaños, Qué voy a hacer con este amor, Canción para una mentira y Chacarera de una noche consolidaron su lugar entre los grandes nombres del folklore melódico.
Éxito en la música y el cine
En los años '70 y '80, Monges también incursionó en el cine, participando en películas como La carpa del amor (1979) y Los éxitos del amor (1980), donde compartió cartel con otros artistas populares del momento. Estas apariciones reforzaron su imagen como ídolo romántico y lo acercaron aún más al público masivo.
Además, formó parte del trío Los Románticos de la Canción Argentina, junto a Daniel Toro y Carlos Torres Vila. Juntos grabaron dos álbumes que fueron muy bien recibidos por el público y hoy son considerados joyas del cancionero popular.
Durante su extensa carrera, Monges recibió múltiples distinciones por su aporte a la música nacional. Participó en los principales festivales del país, como Cosquín y Jesús María, y su voz suave y nostálgica se volvió inconfundible para generaciones enteras.
En México también cosechó una base de seguidores fieles, gracias a sus giras y su presencia en programas de televisión. Allí fue apodado “el argentino que canta al corazón”, y muchos de sus discos fueron editados en ese país, consolidando un puente musical entre ambos pueblos.
Adiós a una voz inolvidable
La muerte de Aldo Monges marca el final de una era para el folklore romántico. Su estilo marcó una diferencia dentro del género, alejándose de lo épico o lo costumbrista para hablar del amor con simpleza y emoción. Deja más de 20 discos editados y un legado artístico que aún hoy emociona a quienes descubren su obra.
"Fue un hombre bueno, apasionado por la música y querido por todos", dijeron sus allegados. Su partida deja un vacío en la escena popular, pero también un repertorio eterno que seguirá sonando en peñas, festivales y corazones.