En el catálogo de Netflix volvió a destacarse una ficción europea que combina humor, enredos y un viaje emocional entre dos personas que, aunque vienen de mundos opuestos, comparten la misma herida: el corazón roto.
Basada en una novela de Elísabet Benavent, dos jóvenes intentan encontrarse a ellos y, en el camino, recuperar a sus parejas pasadas.
En el catálogo de Netflix volvió a destacarse una ficción europea que combina humor, enredos y un viaje emocional entre dos personas que, aunque vienen de mundos opuestos, comparten la misma herida: el corazón roto.
Con solo cinco episodios, la nueva serie se transformó en una de las opciones preferidas para quienes buscan maratonear.
Se trata de “Un cuento perfecto”, la miniserie de amor basada en una novela de Elísabet Benavent, escritora cuya obra ya inspiró otras producciones exitosas en la plataforma como “Valeria” y “Fuimos canciones”. Desde su llegada, la producción fue escalando posiciones y se mantuvo dentro del top 10 de la plataforma.
La serie de Netflix está basada en una novela de Elísabet Benavent.
La trama se centra en Margot, una heredera que creció rodeada de lujos, presiones familiares y expectativas ajenas. En plena boda, decide escapar y replantearse su vida. En esa huida se cruza con David, un joven que se gana la vida combinando varios trabajos y que atraviesa una ruptura tan dolorosa como la de ella. Lo que en un principio parece una alianza estratégica para recuperar a sus ex, se transforma en un vínculo inesperado mientras recorren Madrid y las islas griegas, escenario que acompaña la transformación de ambos.
El reparto está liderado por Anna Castillo, conocida por "La llamada" y ganadora de un Goya, quien interpreta a Margot con un equilibrio entre vulnerabilidad y determinación. Álvaro Mel se pone en la piel de David y aporta el carisma y la frescura que sostienen gran parte de la historia.
El encanto de la serie reside en la química entre los protagonistas y en su manera de cuestionar la idea de perfección asociada al amor. A través de encuentros fortuitos, conversaciones incómodas y decisiones impulsivas, la historia invita a pensar que la felicidad no necesariamente está en lograr lo que otros esperan, sino en descubrir lo que uno realmente desea. Esa búsqueda personal se complementa con un tono fresco, ágil y visualmente atractivo que conecta rápido con el público.
Aunque presenta los elementos clásicos de una comedia romántica, “Un cuento perfecto aporta” un giro actual: la protagonista deja de perseguir el ideal de la princesa de cuento para hacerse cargo de su propia vida.