La cantante despidió en redes a su pareja que falleció el fin de semana tras atravesar una larga enfermedad en la que ella lo acompañó.
Gladys “La Bomba Tucumana” despidió a su gran amor, Luciano Ojeda, con una carta conmovedora publicada en redes sociales. El hombre con quien compartió los últimos años de su vida falleció el sábado a los 38 años tras una dura lucha contra el cáncer.
La cantante eligió sus palabras con el corazón en la mano y dejó ver el profundo dolor que atraviesa: “Solo paso por acá para agradecer a todas las personas que te apreciaron y estuvieron a tu lado hasta tu último momento”, escribió Gladys en el inicio del texto.
Y agregó: “En este mundo injusto, lleno de maldad, de envidia, de dolor. Ahora solo queda decir gracias. Gracias por todos los momentos compartidos, por el inmenso amor que me diste, por el inmenso amor que te di, por haberlo dado todo”.
En su despedida, lo definió como un ser único. “Cada día será más claro para mí, saber y darme cuenta de que eras un ángel. Yo tuve el privilegio de vivir con un Ángel que solo vino a este mundo a enseñar, a amar, pero también a sufrir, a padecer”, expresó.
Entre los recuerdos y las enseñanzas que le dejó Luciano, la artista escribió: “Me enseñaste tantas cosas… que el dinero no importa, que hay que ser valiente, que es mejor unir que separar, que para amar solo hay que saber hacerlo, y nosotros supimos”.
Gladys también describió cómo fueron los últimos momentos juntos. Reveló que días antes de morir, Luciano le pidió perdón y le confesó que ya no podía seguir. “Tan lúcido, tan seguro, amándome hasta tu última mirada, tu último beso en mi boca, te casaste conmigo, nos casamos ante Dios, con nuestras alianzas sellamos nuestro amor eterno que trasciende la muerte”, contó.
Con el corazón roto, compartió la angustia que le produce su ausencia. “No puedo olerte, pero están tus cosas acá conmigo, y en mi alma para siempre. Siento este gran amor incondicional hasta el final”.
Gladys cerró su carta con una promesa y una declaración eterna: “Te amo, te extraño, te necesito. Mi gran amor, mi vida. Mi flaco, mi guerrero, mi centurión, mi turco, mi soldado, mi capitán, mi Chano, mi Luciano... Mi gran y único amor eterno. Descansá amor mío. Ya no duele más”.
