Julieta Poggio, exparticipante de Gran Hermano 2022, generó una enorme polémica al apuntar indirectamente contra Luz Tito, quien obtuvo el mismo puesto en la edición 2025. Poggio comentó irónicamente sobre el tratamiento televisivo que recibió Luz en la final y sugirió que la producción no mostró su recibimiento por falta de apoyo.
El comentario de Julieta Poggio
El conflicto comenzó cuando Julieta Poggio, en tono aparentemente casual, comparó la extensión de la pasarela de la gala final con la de su propia edición, donde subrayó que la de Luz fue más corta. Su frase “Por algo es…” fue interpretada como una insinuación de que la producción evitó mostrar la recepción de Luz Tito por una supuesta falta de apoyo del público.
Julieta poggio
Julieta poggio hizo un fuerte a Luz.
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El comentario, lejos de pasar inadvertido, circuló de forma masiva en redes sociales y reactivó el debate sobre los criterios de legitimidad en la permanencia y visibilidad de los jugadores. En la misma transmisión, Poggio y Lola Latorre minimizaron el recorrido de Luz dentro del juego, donde señalaron que fue una participante “ni fu, ni fa” y que su rol había sido pasivo.
En contraste, destacaron la actuación de Julieta en su propia edición, atribuyéndole mayor claridad de personalidad y protagonismo. El cruce implícito entre ambas figuras generó respuestas encontradas entre los seguidores de Gran Hermano: mientras algunos consideraron desubicadas las declaraciones, otros defendieron a Luz al argumentar que su estilo más silencioso y empático también constituye una forma válida de jugar.
La repercusión en redes sociales
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Los comentarios de los usuarios de X reflejaron la persistencia de las tensiones entre estilos opuestos de exposición. Algunas frases como “Pasaron casi siete meses y siguen sin entender que Luz tiene apoyo y fandom” o “La quieren bajar porque les molesta que haya llegado tan lejos sin escándalos” evidenciaron que una parte del público no solo valoró a Luz por su perfil reservado, sino que lo consideró un gesto de autenticidad frente al espectáculo.
Poggio, en cambio, representa un modelo más integrado al código mediático, con proyección en redes, teatro y campañas, donde la visibilidad es una herramienta de crecimiento. La entrada de Luz al estudio de Telefe fue sobria: saludó con tranquilidad, sin sobreactuaciones ni gestos grandilocuentes.
Tanto sus compañeros como el público la recibieron con respeto, reconociendo su forma particular de transitar el encierro. Como parte del protocolo de aislamiento del programa, al igual que Ulises Apóstolo y Santiago “Tato” Algorta, permaneció 48 horas más sin contacto exterior tras la final. Esa actitud finalizó una participación que, sin protagonismo ruidoso, logró instalar una forma distinta de presencia en uno de los formatos más exigentes de la televisión argentina.