La modelo y actriz reveló cómo está viviendo su etapa como madre. Aclaró que si bien ha sentido el desgaste disfruta cada día junto a su hijo.
Jimena Barón y Matías Palleiro recibieron a Arturo, su primer hijo en común. El nacimiento marcó un quiebre en la exposición digital de la actriz, que optó por retirarse temporalmente de las redes sociales para enfocarse en la crianza. Durante esa primera semana solo compartió una publicación de bienvenida.
La decisión de desconectarse fue intencional. Buscó priorizar el vínculo con su hijo y acomodarse a la nueva rutina sin la exigencia de interacción constante con sus seguidores. La vuelta, aunque parcial, se dio con una dosis de sinceridad que mantuvo el estilo directo y espontáneo que la caracteriza.
Publicó un video breve: sentada, visiblemente cansada, con el cabello suelto y rizado, sostiene a Arturo en brazos. Acompañó la imagen con un texto que ironiza sobre su desaparición digital: “Posparto inmediato: Todos: ¿Por qué será que no contesta las llamadas ni los mensajes?”. Cerró con una frase que resume su estado emocional y su voluntad de reconexión: “Soy un poco está, pero voy a intentar aparecer más”.
La siguiente aparición fue un texto breve en una historia de fondo blanco, donde explicó con claridad el porqué de su ausencia. “Ya siendo mi segundo hijo toca hacer mea culpa. No sé bien qué haré yo, que tengo bebitos o que no puedo ni apoyar en camas/cunas/huevitos/cochecitos y todos quieren estar colgando de mis tetas”, escribió, donde evidenció su desgaste físico y emocional. Y sumó un dato clave: “No agarran chupete (hacen arcadas muy exageradas), porque en realidad el chupete soy yo”.
Desde el humor y la naturalidad, reconoció las dificultades que implica esta etapa: “OJO, no lloran y duermen como koalas, pero colgados de las tetas. Probé sí, y sigo probando técnicas y lugares, pero al igual que con Momo, me resulta más fácil ponerme el fular y andar con el chico colgando”. En lugar de transmitir culpa, dejó en claro que el contacto constante con el bebé no le molesta: “Debe ser que tanto no me jode tenerlo pegado. Es tan precioso y chiquito”.
Cerró esa secuencia con una promesa tentativa: “Hoy voy a intentar hacer un budín y algo de contenido. Veremos…”. Como epílogo visual, subió una imagen de una mona amamantando a su cría, acompañada del texto: “¡Los quiero! Así los leo”. Su sentido del humor, mezclado con ternura, estructuró una narrativa íntima que sus seguidores supieron respetar, incluso en la pausa comunicativa.
Una semana después del parto, volvió a compartir un mensaje más extenso, reafirmando su estado emocional y la intensidad del momento: “Aquí, entre dadas de teta constante, recolectores de leche y algunas manchas en corpiños y remeras, me reporto por un ratito y vuelvo a largar el teléfono. Este pibe me tiene ESTÚPIDA DE AMOR, pero ESTÚPIDA”.
En ese mismo posteo reveló una escena doméstica relacionada con el primer Día del Padre de Palleiro: “Madre bruja intuía que este bebé nacía antes y le compró el regalo de primer día del padre a Q hace como 2 meses, lo que no tuve en cuenta es cómo iba a hacer para dárselo con un bebé recién nacido”.
La escena cerró con una declaración sencilla: “¡Hoy es nuestro aniversario! El papá de Arturo y yo cumplimos 4 años juntos y nuestro festejo fue clavarme el fular e ir a caminar (primer paseo) y tomar un café”.
Finalmente, compartió el dato que muchos esperaban: la reacción de Momo, su hijo mayor. “Si vieran a Momo, hermano mayor, leyéndole cuentos a Arturo, poniéndole el osito (que le compró con su plata) cerca y metiéndose en la cama con él y conmigo… Se derriten”. Concluyó el relato con una imagen imborrable: “La última es Momo agarrando a su hermano por primera vez y esa carita que puso estará en mi corazón por siempre”.