El conflicto legal por el régimen de visitas entre Wanda Nara y Mauro Icardi alcanzó un nuevo pico de tensión cuando, a pesar de la disposición de las hijas de la pareja a encontrarse con su padre, surgieron condiciones que no habrían sido garantizadas. Según la abogada Ana Rosenfeld, las niñas estaban preparadas desde la noche anterior.
Embed - https://publish.x.com/oembed?url=https://x.com/somoslovest/status/1938753116532248926&partner=&hide_thread=false
La condición de las hijas de Mauro Icardi
No obstante, pidieron explícitamente estar a solas con su padre, sin la presencia de la actual pareja de Icardi, Eugenia “La China” Suárez, ni de otras personas en el domicilio. La solicitud fue transmitida a la licenciada Mattera, del Ministerio Público Tutelar, y, según Rosenfeld, formulada directamente por las niñas en sus propios términos: “Por favor, queremos que nos asegures que no van a estar otras personas”.
La insistencia en que el reencuentro debía darse en un entorno íntimo y sin terceros fue el eje del nuevo desacuerdo. La figura de Suárez fue mencionada directamente por las menores como alguien cuya presencia no deseaban, lo que complejizó aún más el cumplimiento de la orden judicial que habilitaba la semana de convivencia con el padre.
Embed - EXCLUSIVO: TODO LO QUE PASÓ ENTRE WANDA NARA Y MAURO ICARDI EN EL CHATEAU
La palabra de la abogada de Wanda Nara
Rosenfeld aseguró que buscó interceder como garante para facilitar el cumplimiento del régimen de visitas sin conflictos, en coordinación con la otra parte legal. Sin embargo, afirmó que “del otro lado no hubo absolutamente nada diferente”, aludiendo a una falta de concesión por parte de Icardi o su entorno respecto a las condiciones requeridas por las niñas.
Mauro Icardi
Mauro Icardi quería ver a sus hijas.
Web
La escandalosa intervención de la policía
El delantero se presentó en el domicilio de Wanda a las 11 de la mañana, acompañado por sus abogadas y una representante del Ministerio Público Tutelar, donde esperaba que se tratara de una entrega rápida y pacífica. Sin embargo, la situación se complicó rápidamente cuando Nara manifestó su negativa a cumplir con la medida judicial al decir que sus hijas no querían ir con su padre.
Frente a la negativa de Nara, el juez de familia a cargo del caso intervino directamente. Se habló de un llamado del magistrado a las menores para evaluar la situación, y ante la persistencia del conflicto, se autorizó la presencia de tres móviles policiales para intervenir.