Una noticia inesperada alteró por completo el ritmo habitual de Daniela Celis cuando, en medio de los preparativos para una transmisión en vivo, descubrió que la habían incluido entre los 100 Personajes del Año. La revelación la tomó sin aviso mientras avanzaba con su rutina del día, la conmovió al punto de quebrarla en cámara.
El impacto inicial surgió cuando Celis revisó la rutina del día y descubrió que su nombre figuraba entre los 100 Personajes del Año. La escena se desarrolló mientras se dirigía a maquillarse para una conducción programada y la conmoción le impidió modular con claridad las frases.
Thiago Medina y Daniela Celis
Su reacción fue una mezcla de incredulidad, orgullo y alivio por alcanzar algo que imaginó desde hace años. Ella misma explicó que nunca recibió un aviso previo, por lo que el anuncio la sorprendió por completo. La distinción la ubicó entre figuras de amplia trayectoria y potenció un sueño que acompañó su recorrido desde antes de ser conocida.
Su relación con Thiago Medina
El segundo plano de la jornada se desplazó hacia el vínculo sentimental que mantuvo con Thiago Medina, padre de sus hijas Aimé y Laia, y la conversación televisiva sobre un posible casamiento. La mención de Romina Uhrig en un programa de espectáculos disparó la consulta de Ángel de Brito y Daniela respondió con humor para desviar la tensión del momento. Sin embargo no evitó el núcleo de la cuestión porque la frase que originó la especulación existió. Thiago admitió que la pronunció durante su salida de un cuadro médico complejo. Para Celis ese instante tuvo valor emocional por la fragilidad del contexto y por la sinceridad con la que él se expresó.
El testimonio de ambos destacó una etapa familiar que encontraron fortalecida por la llegada de sus hijas y por la estabilidad que declararon haber construido. Thiago comentó que disfrutó de su entorno cercano y Daniela sostuvo que experimentó un proceso en el que recibió reconocimientos y noticias que superaron cualquier expectativa. En conjunto la secuencia mostró cómo una mención pública y un diálogo íntimo modificaron el pulso de un día común.