La serie, disponible en Netflix, es un fenómeno global y pone a Argentina como escenario para las mejores producciones audiovisuales.
Cómo fue la crítica del Financial Times a El Eternauta: "Una serie lenta..."
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Gentileza "El Eternauta" es un fenómeno global indiscutido. Más allá de Argentina y países de habla hispana, la serie de ciencia ficción protagonizada por Ricardo Darín se metió al top de Netflix en países como Estados Unidos y hasta Francia, Alemania, Reino Unido, Turquía, India y Bangladesh.
Entre las críticas resalta la del periodista Dan Einav para Financial Times, una de las publicaciones más respetadas en el mundo angloparlante, donde se destacó su diferencial frente a otras propuestas apocalípticas como "The Last of Us", el costado político del autor y su desaparición y hasta metió como referencia el reciente apagón en España.
En su reseña positiva sobre "El Eternauta", el Financial Times advierte que esta adaptación argentina del clásico de ciencia ficción no es una mera repetición del género apocalíptico, sino una obra que, pese a sus imperfecciones, logra resonar con fuerza.
"Al ver la cobertura del apagón en la península ibérica a principios de esta semana, pensé brevemente que la campaña de marketing de Netflix para su nuevo drama de ciencia ficción, El Eternauta, había ido demasiado lejos", dijo el crítico Dan Einav.
"A pesar de ceñirse a fórmulas conocidas, El Eternauta no es sólo otra historia derivada del fin del mundo", señala el medio británico. La serie, ambientada en una Buenos Aires asediada por una nevada tóxica, recupera el espíritu del cómic original de Héctor Germán Oesterheld, una obra que nació en 1957 y fue reeditada más tarde como alegoría de las dictaduras militares en Argentina.
Con seis episodios y un tono sombrío, la serie de Netflix propone una inmersión pausada en el caos inmediato del colapso social. “Los primeros episodios son de una serie lenta y desafiante, pero que capturan con eficacia una atmósfera de confusión, miedo y tribalismo”, escribió el crítico, subrayando que, a diferencia de otras ficciones que saltan a futuros lejanos, esta se concentra en el momento exacto en que todo se derrumba.
El personaje de Juan, un "exsoldado" interpretado por Ricardo Darín, aporta la gravedad necesaria. Su odisea por una ciudad vacía -ataviado con un traje casero para enfrentar la nieve letal- ofrece imágenes "impregnadas de terror visceral y belleza inquietante", una combinación que define el corazón estético de la serie. Aunque algunos personajes secundarios resultan algo difusos, hay momentos de “calidez y compasión” que equilibran la crudeza de la historia.
Financial Times resaltó que la amenaza que sobrevuela la narrativa funciona como metáfora: una presencia opresiva, sutil y letal que remite directamente al terrorismo de Estado.
“Estas fuerzas invisibles e insidiosas pueden verse como una metáfora de cómo la tiranía a menudo se ejerce en la realidad”, recuerda el diario, evocando el destino trágico del propio Oesterheld, desaparecido por la dictadura junto a sus hijas.
La calificación fue buena: tres de cinco estrellas.