5 de abril de 2025 - 00:30

Cómo es la obra de teatro inspirada en Frankenstein que estrena este sábado

El dramaturgo Daniel Fermani estrena este sábado "El monstruo está en nosotros", una obra de teatro inspirada por la novela "Frankenstein".

Si hay un dramaturgo mendocino que desafía constantemente los límites del teatro, ese es Daniel Fermani. Cada anuncio de una nueva obra nos obliga a preguntarnos, con todo el entusiasmo, de qué se tratará esta vez. Y la invitación se llama ahora "El monstruo está en nosotros", que subirá este 5 de abril, a las 21.30, en la Nave Cultural. Las entradas para la función se pueden adquirir por $10.000 en EntradaWeb. Además, la obra tendrá una próxima función el 12 de abril en el Espacio Cultural Julio Le Parc.

La Compañía Experimental Los Toritos, que fundó en 1999 en Roma (donde Fermani ejercía el periodismo), es experta en develar los territorios ocultos del alma humana. Y para ello busca inspiración, esta vez, en uno de los ejemplos más famosos de la novela gótica (o la primera de ciencia ficción, como consideran algunos): “Frankenstein o el moderno Prometeo”, de Mary Shelley, publicada en 1818.

En este trabajo, el dramaturgo toma la célebre historia para crear un texto original que profundiza en las complejidades de la existencia humana y donde la interpretación actoral de Nicolás Perrone es clave.

De qué trata esta obra de teatro

Robert Walton es un joven idealista que ha emprendido un viaje al Polo Norte para interrogar a la existencia sobre el porqué de su soledad. Entre los hostiles hielos del Ártico encuentra al doctor Viktor Frankenstein, un científico que en los últimos estertores de su agonía le cuenta una increíble y aterradora historia. Y esa historia está protagonizada por la Criatura, un ser al que Frankenstein ha dado vida al regresarla de la muerte. El dilema moral planteado por Mary Shelley, autora de la novela sobre la cual se basa esta obra, ahonda en la esencia de lo humano, en el concepto de lo monstruoso, donde se aúnan lo ético y lo físico. El padre, el amor, el abandono, la soledad, el rechazo, la búsqueda incesante de sentido en la existencia, van entretejiendo este relato entre las borrascas polares, escenario de las confesiones y los remordimientos de los personajes”, adelanta la sinopsis.

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En esta pieza, heredera de sus notables trabajos experimentales previos, gran parte de la expresión recae en el cuerpo y la voz del propio Perrone, un actor al que hemos visto exclusivamente vinculado a la obra de Fermani. Y tiene un porqué: como profesor de filosofía, encontró en los textos de este dramaturgo elementos que resonaban fuertemente en sus propias inquietudes artísticas. Al margen, este tipo de teatro exige suprema disciplina y extensas sesiones paralelas de lectura, estudio y debate sobre los temas tratados. Por lo tanto, cada pieza es el resultado de una orfebrería ardua y transformadora para los involucrados (incluido el público).

Las particularidades de esta adaptación

Fermani ha respetado la línea argumental y los tres personajes principales de la novela de Shelley (la criatura, Robert Walton y Viktor Frankenstei), pero su texto hace hincapié en la condición humana de estos personajes y sus conflictos: la soledad de las personas a las cuales es negada la posibilidad de realizarse como seres humanos e integrarse a la sociedad, y la incapacidad de amar al diverso, causa de las grandes desgracias que tienen lugar en la historia. El “monstruo” está dentro de cada ser humano que no es capaz de aceptar, de comprender, de convivir, de hacerse responsable, de amar.

Pensamos que este trabajo se inscribe, a su manera, en la lucha contra toda especie de discriminación como causante de la deshumanización, el dolor, la violencia y el desequilibrio social. La dramaturgia, por lo tanto, está concebida como andamio filosófico sobre el cual se va a erigir la interpretación del actor, combinación que pretende producir un efecto catárquico e iluminador para los espectadores”, explican desde el elenco.

Perrone asume así un triple desafío: interpretar a los tres personajes de la obra, identificando con cada uno los arquetipos de la monstruosidad, la ilusión y la ambición

"Para lograr esto, el trabajo está abordado desde técnicas corporales investigadas en laboratorios de experimentación, basadas en el teatro físico y la hibridación con la danza butoh. En cada caso, se ha indagado la emocionalidad y la afectividad para mostrar los distintos matices en los personajes", anticipan sobre la puesta, que además cuenta con el diseño lumínico de Carlos Croci, utilería de Viviana Ordoñez y el vestuario con máscaras de la reconocida Victoria Fornoni.

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