Les Luthiers se despide de los escenarios en Mendoza: “Más que un legado, somos ejemplo”

Les Luthiers presenta “Más tropiezos de Mastropiero”, el show que marca la despedida de un conjunto que ha hecho reír a generaciones enteras con inteligencia y música

Les Luthiers se despide de los escenarios con "Más tropiezos de Mastropiero"
Les Luthiers se despide de los escenarios con "Más tropiezos de Mastropiero"

El telón se va bajando. Las risas se sienten a lo lejos y bajo los reflectores, ellos. Les Luthiers dice adiós a una vida sobre los escenarios. La despedida en Mendoza será del 23 al 27 de agosto en el Teatro Mendoza y dado que ya agotaron todas las funciones, se acaba de agregar una función el 26 de agosto a las 19 horas, y las entradas se consiguen a través de la plataforma EntradaWeb.

“Más tropiezos de Mastropiero” es el espectáculo con el que coronan 55 años de humor culto y selecto. Y qué mejor que para hacerlo, recurrir al compositor Johann Sebastian Mastropiero, quien con su talentoso repertorio, ha marcado el camino de estos artistas, con obras como el famoso madrigal “La Bella Y Graciosa Moza Marchose A Lavar La Ropa”, el “Cuarteto Opus 44″, o la fabulosa “Lazy Daisy” tan fantásticamente presentada, en su momento, por Daniel Rabinovich.

Carlos López Puccio y Jorge Maronna, dos históricos Les Luthiers, comparten escenario desde el 2019 con Roberto Antier, Tomás Mayer-Wolf, Martín Connor y Horacio Tato Turano, y actúan como alternantes Santiago Otero Ramos y Pablo Rabinovich.

Les Luthiers se despide de los escenarios con "Más tropiezos de Mastropiero"
Les Luthiers se despide de los escenarios con "Más tropiezos de Mastropiero"

Antes de llegar a Mendoza, Lopez Puccio respondió algunas preguntas de Diario Los Andes. Y sin querer polemizar con este genial artista, voy a disentir en que el legado de Les Luthiers no sea algo eterno. Ellos, en tanto juglares modernos, fueron sembrando en sus fieles seguidores una semilla y eso, pese a que Lopez Puccio hable de que la magia de Les Luthiers está en el show teatral, es algo que se pasa de generación a generación.

Y acá me voy a poner absolutamente autorreferencial porque lo vale. Yo crecí escuchando de y sobre Les Luthiers por mi tío Eduardo, quien con sus dotes artísticos reservados para la familia, reproducía alguna que otra obra de Mastropiero, y con quien fui a verlos, por primera vez, en Buenos Aires.

Les Luthiers es legado y patrimonio de todos. Y sí, las risas tal vez nacieron en un teatro, pero es el mágico arte del relato lo que los hará eternos. Mientras haya quien evoque un “avant garde”, de la forma que lo hacía Rabinovich y alguien que se ría de eso, hay Les Luthiers para siempre.

CAPOS DEL HUMOR. Los Les Luthiers son los más valorados en el humor (Archivo).
CAPOS DEL HUMOR. Los Les Luthiers son los más valorados en el humor (Archivo).

- ¿Cuáles son las expectativas por este paso por Mendoza en la despedida de Les Luthiers?

Reencontrarnos y a la vez despedirnos de ese público mendocino maravilloso, así como de muchos amigos, también maravillosos. Y ya que estamos, tomar con ellos algunos vinos de la región; se comenta que son buenos.

-¿Cree realmente que es una despedida? ¿No le parece que Les Luthiers es algo como Mafalda o los textos de Fontanarrosa, que son eternos?

Sí lo creo, pero con una salvedad: Les Luthiers fue siempre un espectáculo teatral. El público que viene al teatro disfruta y comparte, no quiero exagerar, de un evento especial; casi un rito en el que la risa de cada uno es compartida con muchos más. El espectador de Les luthiers se realimenta con la risa de los otros espectadores y hasta participa al conferir con su risa ritmo a la representación. En alguna medida, cada espectador es parte del fenómeno. Y cada noche hay leves diferencias en este intercambio entre escenario y sala; hay algo vivo allí.

Lamentablemente esta dinámica no se da, o se pierde en una reproducción en YouTube en un DVD o en lo que fuere. Nunca, con las grabaciones en audio o video, pudimos acercarnos al fenómeno de LL en vivo.

En este sentido, la obra de Fontanarrosa o Quino, grandes humoristas y amigos, al no estar pensada para el espectáculo en vivo sino para ser leída o mirada, será más fácil de disfrutar en el futuro. Hoy se la aprecia por el mismo camino para el que fue creada: del autor al lector, sin intermediación.

Volviendo a la pregunta: es una segura despedida de Les Luthiers en el escenario.

Pero pese a la desventaja mencionada, creo que con lo que la gente tiene a disposición, siempre sobrevivirá una parte imperecedera de la obra de Les Luthiers.

-En lo personal, cuando mira para atrás y ve todo el camino de Les Luthiers, ¿qué balance puede hacer?

Que hicimos algo muy bueno y único. Me da mucho orgullo haber participado de esa gesta.

-En la actualidad, en donde los contenidos y los mensajes son más efímeros y masticados, ungidos por la celeridad de las redes sociales, ¿es el humor de Les Luthiers un refugio para los cultos o una cachetada de educación?

Espero que ninguna de las dos cosas.

La obra de Les Luthiers, como la música, el ballet o la literatura, es arte en el tiempo: necesita de éste. Nadie concibe una novela instantánea, ni disfruta de una sinfonía en pocos segundos. El humor de Les Luthiers no puede expresarse ni explicarse como una sucesión de memes o de shorts.

No creo en la obra de arte que consiste apenas de un gesto: necesito desarrollo, estructura, tiempo de contemplación (y en esto incluyo a las artes plásticas).

Confío en que, más allá de ese ritmo frenético de inmediatez a que tiende la pantalla, siempre subsistirá en el hombre el gozo por el desarrollo, por el camino que va desde un inicio hasta el final de una obra de arte-tiempo (sea teatro, cine, literatura… o teatro de humor).

El humor de Les Luthiers no es exclusivamente para “los cultos”, aunque requiere de la misma dedicación que le presta a la obra el lector de un libro: tiempo para recorrer su camino, para meterse en él, para disfrutar del transcurrir. Que ese lector sea culto o no, lea libros buenos o abominables, no hace diferencia. Tal vez la diferencia resida en cuánto obtenga ese lector de ese libro. El humor de Les Luthiers es multicapa, estoy seguro de que cada quien tendrá su cuota de felicidad.

En cuanto a la cachetada de educación, me suena a algo que no querría: no me parece que se pueda educar con cachetadas; pero sí con ejemplos a seguir (no a copiar). Y sí, tengo esperanza de que el “arte” de Les Luthiers haya servido como modelo para los que vengan: de creación laboriosa dentro del refinamiento, de elegancia, de búsqueda de la estructura: ¡y jamás reñido con la risa, con la diversión! (y el buen gusto, signifique esto lo que significare)

Carlos López Puccio (Gentileza Les Luthiers)
Carlos López Puccio (Gentileza Les Luthiers)

-Supieron sortear épocas en donde el humor era un tanto escatológico, ¿cómo ve hoy el humor?¿hay algo que le cause gracia?

Una de las claves de nuestro éxito fue, precisamente, haber cultivado un humor refinado, alejado de la grosería, de lo escatológico, de lo vulgar, de lo exterior (siguen adjetivos) y, no puedo dejarlo de lado: siempre unido a música bien hecha. Nuestro orgullo tal vez no resida en haber sorteado ese otro humor, sino en haber buscado permanentemente caminos para ofrecer un producto de gran carcajada en el cual no se incluyera la chabacanería. Eso nos costó mucho trabajo de búsqueda y de temple para evitar caer en los caminos fáciles. Creo que por eso nos merecemos una medalla. Aunque sea una chiquita.

Ese otro humor definitivamente no me causa gracia.

- ¿hay límites a la hora de hacer humor?

Cada humorista los pone según su estética, sus convicciones, sus posibilidades. Y sus mayores o menores deseos de aparecer como transgresor, una variable nada despreciable en busca de construir una personalidad artística y ganar público contestatario.

Pero también están, no se pueden ignorar hoy, los límites que impone lo políticamente correcto

Para nosotros, dentro de los ya comentados preceptos estéticos y formales, el objetivo principal fue divertir y el límite lo pusimos en no herir ni ofender. Cuando hay alguien que sufre, nos detenemos.

Ni siquiera hemos entrado jamás en el “bullying humorístico” (invento esta palabra para hacerme el moderno y no decir “sátira”) Nos gusta el humor atemporal, el no coyuntural, sobre prototipos, no sobre personas. Nunca hay una víctima personificada en nuestras sátiras, nunca un político con nombre propio, nunca el ministro de economía de turno...

- ¿Cree que Les Luthiers deja un legado?

Tal vez más que de un legado se podría hablar, humildemente, de un ejemplo: de cierta integridad, de trabajo, de buena factura, de búsqueda de un producto que —para nosotros— fue de calidad, aunque para lograrla hubiera que trabajar mucho. No estoy seguro de si nuestro ejemplo será útil; ojalá que sí.

Murió Daniel Rabinovich, uno de los fundadores de Les Luthiers
Murió Daniel Rabinovich, uno de los fundadores de Les Luthiers

- ¿Qué es lo que más extraña de Daniel y Marcos?

De Daniel, mi mejor amigo en Les Luthiers, extraño nuestras charlas antes de cada función (casi siempre, durante varias décadas, tuvimos camarines contiguos) y las muchas cenas compartidas luego de esas funciones en cualquier lugar del mundo.

De Marcos, su inteligencia, su humor y su confianza en sí mismo. No sé qué venía antes, pero era una opinión siempre a tener en cuenta.

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