“Edging”: La práctica que mejora el rendimiento y provoca intensos orgasmos

En Oriente es una práctica milenaria asociada a la longevidad, pero en el mundo occidental se utiliza para obtener mayor placer sexual mediante el retardo del climax. Requiere práctica y algunos aspectos a tener en cuenta.

La práctica del edging ayuda a entablar una conexión más profunda e intensa con la pareja.
La práctica del edging ayuda a entablar una conexión más profunda e intensa con la pareja.

La práctica del “edging” es un método de control del orgasmo, que consiste en retrasar el momento culminante durante el sexo para que el placer sea mucho más intenso, completo y explosivo, tanto para hombres como para mujeres.

La técnica, que requiere cierta práctica y conocimiento de las sensaciones físicas propias previas al momento del clímax, implica el mantenimiento de un alto nivel de excitación sexual durante un período prolongado de tiempo sin llegar al éxtasis.

PAREJAS. La pandemia complicó los encuentros y el disfrute sexual en las parejas (AP / Archivo)
PAREJAS. La pandemia complicó los encuentros y el disfrute sexual en las parejas (AP / Archivo)

De acuerdo con un estudio publicado en el Journal of Sexual Medicine, los hombres pueden alcanzar el orgasmo en un promedio de cinco minutos, mientras que para las mujeres puede requerir hasta 13 minutos aproximadamente, casi tres veces más.

Por este motivo, en Oriente se lo considera una práctica común con dos beneficios fundamentales: por un lado realza el servicio del hombre hacia la mujer, respetando los tiempos de ella. Por otro -según aquella cultura- permite “preservar” líquido seminal, fuente de longevidad masculina.

Para el mundo occidenteal, cuyos protocolos en materia sexual cursan otros carriles, igualmente sigue siendo una buena práctica que ayuda a tener una mayor duración en un encuentro, favoreciendo la conexión a un nivel más profundo.

En general, las personas sienten presión o ansiedad por alcanzar el orgasmo rápido, sin embargo, esto no colabora con el conocimiento de las propias sensaciones y mucho menos, con las señales de la pareja. Por eso, la práctica del edging ayudará a tener mejores orgasmos, más naturales y menos precipitados.

Puntos a tener en cuenta

Para controlarlo hay que identificar muy bien el momento del antes -por lo que practicar en solitario es buena idea- y concentrarse en las sensaciones que experimenta el cuerpo. En el caso de los hombres, puede ocurrir que baje un poco la erección. Eso no es problema, por el contrario, es buen momento para concentrarse en lo que está sintiendo la pareja y complacerla.

Existen distintas partes erógenas que suelen ser poco exploradas
Existen distintas partes erógenas que suelen ser poco exploradas

El secreto aquí es que justo, después de ese momento, por lo general se produce una segunda erección que provoca, finalmente, un orgasmo más intenso no sólo porque aumenta la cantidad de semen, sino también porque las contracciones que se dan con la liberación producen un océano de placer

No solo es algo psicológico, sino también físico, porque hay un aumento en el flujo de la sangre hacia el área pélvica cuando se detiene el orgasmo y se continúa la estimulación.

Las técnicas

Cuando se acerca el orgasmo, se puede dejar de mover por completo (siempre hay que avisarle a la pareja qué está pasando) y dejar que la energía sexual se calme un poco antes de comenzar de nuevo. Si no desea ser tan extremista, puede continuar tocando lentamente otras partes del cuerpo, lo que mantiene la energía sexual pero no tan fuerte, listo para volver al campo de batalla.

En ocasiones esto puede durar 45 minutos y en otros tal vez 2 minutos, el tiempo no es importante cuando el flujo de placer se incrementa.

Con masturbación

Si la técnica del edging se practica mediante la masturbación, entonces representa una buena oportunidad para conocer el propio cuerpo. Sobre todo para reconocer las sensaciones que anteceden a un orgasmo y que eventualmente puede permitirte mejores relaciones sexuales al saber cómo reaccionamos a determinados estímulos. La masturbación es una buena opción para comenzar a conocer la técnica.

La masturbación es una excelente herramienta para conocer el punto de climax
La masturbación es una excelente herramienta para conocer el punto de climax

Cómo practicar el edging

-Ambiente adecuado: Una habitación para estar a solas –no en la cocina ni en la sala, en donde familiares pueden entrar y salir. Esto garantiza privacidad.

-Dar rienda suelta al deseo: Promover la fantasía, estimular diferentes zonas del cuerpo de modo que se pueda ir notando la excitación fisiológica.

-Acercarse al orgasmo: Si se hace mediante la masturbación, estimular las zonas erógenas hasta sentir que ahí está ese orgasmo tan esperado. En ese momento, antes de tener las contracciones, parar. Es importante dejar o ralentizar los estímulos en la zona.

-Respirar profundamente: Las veces que sean necesarias o que consideres que el orgasmo ya se alejó lo suficiente para ayudar a regular la excitación fisiológica

Sexo programado ¿Sí o no?
Sexo programado ¿Sí o no?

-Volver a estimular: Se pueden usar estimulación táctil o mecánica, también apelar a las fantasías o las caricias en zonas erógenas.

-Estar atentos a las sensaciones: Muchas personas sienten mayor tensión, excitación, sudoración e inclusive temblores de placer.

-Repetir los pasos: Diversificar la forma y velocidad de la estimulación puede ocasionar una excitación aún mayor.

-Dejar que el orgasmo llegue de forma natural: Permitirse disfrutar el orgasmo que ahora se siente aún más intenso y duradero. Inclusive, prestar atención a cómo te sientes y si practicar el edging genera un cambio en la percepción del placer.

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