27 de octubre de 2025 - 00:00

Mendoza, ciudad hermosa que podría estar mejor

La ciudad de Mendoza está bien en muchos aspectos, pero hay una larga lista de situaciones que son un freno a la urbe que aspiramos. Hay muchas acciones que debe encarar el estado municipal y procurar solucionar problemas de larga data sobre los que no se avanza.

La ciudad de Mendoza es una de las grandes capitales del país y así lo reconocen los miles de visitantes que llegan a ella, sean turistas nacionales o del extranjero.

Pero, la principal urbe de la provincia está complicada en muchos sectores y aunque el municipio que la atiende hace esfuerzos para mejorar las distintas situaciones de hábitat y servicios, siempre habrá muchas cosas por corregir y mejorar.

Recientemente un lector de nuestro diario, Mario Badaloni, transmitía su experiencia ciudadana en un escrito titulado “Mendoza: ser y parecer”.

Uno de los puntos planteados en ese escrito proponía solucionar la numeración domiciliaria que afecta a la ciudad capital y que se extiende a las ciudades que son cabeceras departamentales. En muchos casos, domicilios, edificios públicos y comercios carecen de la numeración visible, un tema que debería solucionarse con una ordenanza municipal, si es que ya no la hay, y ejecutar las correcciones en un tiempo perentorio, por ejemplo, de seis meses.

Otra de las propuestas es atender al tema de los semáforos, no pocos en estado lamentable, aunque es verdad que a veces son blanco de los inadaptados de siempre.

En este orden de cosas está el vandalismo de graffitis que deliberadamente afean o malogran el frente de no pocos edificios públicos, aunque últimamente se han aplicado sanciones por la mediación y la actuación de jurados vecinales.

Otro signo de modernidad lo dará, cuando se adopte la decisión de actuar, la eliminación del enorme y desproporcionado cableado de nuestras calles céntricas, con un impacto visual muy desagradable. Una tarea inmediata sería la eliminación de los cables de los trolebuses, servicio de transporte que ya no circula más en el medio desde 2017.

La ciudad y sus alrededores también padecen el problema de la congestión vehicular. Ingresar o salid de la ciudad en horarios de mayor demanda de tránsito vehicular, es una complicación y un freno al progreso que no se ha podido revertir. No tenemos una avenida de circunvalación como posee la ciudad de San Juan, como principal vía rápida para ingresar y salir del casco céntrico.

Debe reconocerse que no estamos bien en otra de las características que nos representa en el mundo, la condición de ciudad bosque, porque el arbolado público carece de la mejor sanidad, le falta riego adecuado y muchos forestales representan riesgos para la circulación de los transeúntes.

Con respecto a la accesibilidad a edificios y lugares públicos, hay que avanzar hasta completar la mayor cantidad de rampas, pasamos y puertas de fácil acceso en beneficio de la población de adultos mayores.

Por último, mencionamos la existencia en la capital de un “agujero negro” que no se ha podido solucionar en los últimos veinte años y es la apertura de la calle Godoy Cruz, que está interrumpida por instalaciones ferroviarias que impiden la conexión con Joaquín V. González o lo que es lo mismo la vinculación entre la Sexta Sección y la Primera.

La ciudad ha ganado muchos premios por sus condiciones, como el último en el Foro Hábitat Latam 2025, pero su gestión sostenible, de políticas innovadoras y compromiso con la inclusión y cuidado ambiental tienen que seguir mejorando hasta lograr el lugar que merecemos para vivir.

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