En el marco del reciente Día Internacional contra el Cambio Climático, el mundo se apresta a participar de una nueva instancia de negociación climática a nivel global.
La Conferencia de las Partes de la ONU sobre Cambio Climático (COP30) se realizará dentro de pocos días en Belém, estado de Pará (Brasil). Allí, representantes de más de 190 países tratarán de acordar medidas concretas para enfrentar la crisis climática y defender el pulmón de la humanidad, la Amazonia.
En el marco del reciente Día Internacional contra el Cambio Climático, el mundo se apresta a participar de una nueva instancia de negociación climática a nivel global.
El 10 de noviembre dará comienzo en Belém, estado de Pará, norte de Brasil, la Conferencia de las Partes de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP30).
Allí, representantes de más de 190 países buscarán acordar medidas para enfrentar la crisis climática y entre los asuntos principales que debatirá figuran la reducción de las emisiones de metano (segundo gas de efecto invernadero más importante después del dióxido de carbono), medidas de adaptación, financiamiento y la transición energética más conveniente para las clases más desposeídas.
Se espera que el encuentro no se vea afectado por la situación de crisis vivida en Río de Janeiro y los violentos hechos ocurridos, que dejaron al menos 132 muertos. Belém, la sede del foro mundial, está muy lejos de la ciudad costera, a unos 4.000 kilómetros.
De todos modos, la ciudad de Belém enfrenta en la actualidad problemas de infraestructura y saneamiento, que han generado tensiones entre la comunidad local y el gobierno federal.
La anterior cumbre del clima se realizó en Bakú (Azerbaiyán) del 11 al 22 de noviembre de 2024, y logró un acuerdo de financiación climática, incluyendo un nuevo objetivo colectivo cuantificado para movilizar al menos $300.000 millones de dólares anuales para 2035 y triplicar la financiación para los países en desarrollo, y un convenio sobre mercados de carbono.
La COP30 dará continuidad al Acuerdo de París, firmado en la COP21, y a las discusiones de conferencias anteriores. Las metas de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5°C y los compromisos de financiación climática estarán sobre la mesa y se verá qué progresos lograron.
Asimismo, se aguarda que el tema de Amazonia sea “fuente de soluciones climáticas” y se hable sobre su mayor protección.
Según la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), la Argentina llegará al conclave internacional con más interrogantes que certezas sobre su rumbo climático.
Si bien el país mantiene compromisos internacionales como el Acuerdo de París y sus Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC, por sus siglas en inglés), la implementación práctica de sus metas enfrenta un fuerte retroceso.
Desde diciembre de 2023, el cambio de estrategias del Poder Ejecutivo implicó recortes presupuestarios entre 28,1% y 83.2% en áreas ambientales, la paralización de programas clave, la falta de medidas de adaptación y un discurso negacionista frente a la crisis climática, debilitando la capacidad estatal de respuesta y la credibilidad internacional del país.
A cinco años de la sanción de la Ley 27.520 de Presupuestos Mínimos de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático, surgieron los primeros resultados del trabajo subnacional: en 2025, Jujuy, La Pampa y Misiones lograron la convalidación nacional de sus planes contra el cambio climático, instrumentos que incluyen diagnósticos locales, metas de reducción de emisiones y medidas sectoriales frente a inundaciones, incendios y sequías.
A su vez, once provincias —Formosa, Chaco, Santiago del Estero, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, La Rioja, San Juan, Río Negro, Chubut y Tierra del Fuego— se encuentran en proceso de preconvalidación de sus planes, mientras que el resto —Ciudad de Buenos Aires, Buenos Aires, Salta, Tucumán, Catamarca, Corrientes, San Luis, Mendoza, Neuquén y Santa Cruz— aún no los han presentado.