12 de marzo de 2025 - 00:00

La marcha del plan antiinflacionario

Un alza inesperada en precios de la carne, frutas y verduras parece alterar las expectativas del Gobierno de un mayor descenso inflacionario.

El gobierno nacional viene sosteniendo meritoriamente su imagen pública gracias al plan antiinflacionario, basado en la no emisión de moneda y en el equilibrio fiscal. El presidente Javier Milei acaba de ratificar ambos objetivos con su mensaje ante la Asamblea Legislativa para dejar inaugurado un nuevo año de sesiones ordinarias del Congreso.

Sin embargo, el plan mostró complicaciones en febrero y en los primeros días de marzo, cuando se registró un alza inesperada en los precios de la carne vacuna y en algunos puntos del país en frutas y verduras.

Si bien ambos aumentos obedecen a fenómenos estacionales, todo parece indicar que la inflación del mes pasado y del período en curso mostrará cifras muy superiores al 1,9% registrado en enero último. En la carne vacuna, que sufrió subas de casi 15% en algunos cortes, el alza está vinculada con las fuertes lluvias que se registraron en amplias regiones del país. Las precipitaciones impidieron el normal abastecimiento de animales a los mercados de hacienda, al tiempo que gran parte de la faena se destinó a la exportación.

En 2024, Argentina colocó en el exterior 935.261 toneladas, un fenómeno que no se registraba desde 1924, cuando el país exportó 981 mil toneladas. Ese rendimiento podría revertirse debido al cierre temporal de importaciones que dispuso China para determinados frigoríficos, mientras que Estados Unidos aplicará desde el 2 de abril nuevos aranceles a los productos agropecuarios, incluida la carne proveniente de la Argentina.

La posibilidad de una mayor oferta en el mercado local tendrá un efecto positivo para los consumidores, pero supone una pérdida de divisas en momentos en que el Banco Central requiere de un aumento de las reservas.

La carne vacuna sigue siendo el principal alimento de los argentinos, lo que siempre determina una fuerte incidencia en el índice de precios al consumidor (IPC) que elaboran las distintas provincias, como paso previo al promedio nacional que mensualmente da a conocer el Indec. Por caso, para el Gran Buenos Aires ese alimento explica casi 7% del índice total, aunque en otras regiones supone una proporción mayor, como en el Noreste (13,2%) y en el Noroeste (12,5%).

En el gobierno nacional justifican los aumentos al señalar que la carne se incrementó sólo 88% el año pasado, con una inflación anual de 117,8%.No caben dudas de que la suba en los alimentos puede significar un dolor de cabeza para el programa oficial, al menos en los indicadores de febrero y de marzo. Se especula con que esa incidencia inesperada se refleje en el índice de precios de febrero con una suba de entre 2% y 3%, con la posibilidad de que el porcentaje se repita en marzo. Habrá que esperar los números oficiales, por supuesto.

Además de estos factores estacionales, influyen el constante aumento de los servicios; por ejemplo, la suba mensual de los combustibles, ya sea por la aplicación del impuesto nacional o por el valor del petróleo a nivel internacional.

En síntesis, la estrategia oficial apunta a contener estos incrementos con la reducción del déficit fiscal y la no emisión de pesos. Como contrapartida, esa política prolonga la caída en el consumo, con impactos en la industria y el comercio, que el Gobierno espera revertir este año. Todo enmarcado en la expectativa por el nuevo acuerdo con el FMI, para el que Milei pidió apoyo político.

LAS MAS LEIDAS