1 de julio de 2025 - 15:34

Vino: por qué se cuadriplicaron las importaciones desde Chile

En 2024 se trajo más vino genérico desde el vecino país y alguno se ha visto en góndola. Las consecuencias para el sector y las expectativas.

El Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) informó cuánto fueron las importaciones totales de vinos durante 2024. Así, entre granel y fraccionado sumaron 45.971 hectolitros, lo que representó un crecimiento del 415% con relación al año anterior, cuando se habían traído 8.923 hectolitros. “El mayor volumen importado fue de Chile y casi en su totalidad fue vino a granel”, precisó el informe del INV. Así, desde el país vecino ingresaron el año pasado 43.779 hectolitros de vino genérico.

En el ranking le siguió el vino uruguayo. De allí, el listado de países es tan variado como España, Portugal, Israel y Australia, pero la cantidad importada es muy baja. En tanto, las importaciones de vinos fraccionados fueron de 2.940 hectolitros, lo que implicó una disminución del -0,8 % con relación al año anterior.

Aunque el segmento no mueve la aguja, la mayoría de los vinos embotellados que ingresaron del exterior fueron uruguayos. “El 23% de los vinos fraccionados importados provino de la zona franca de Uruguay, le siguió España con un 22,8% y luego Chile con el 15,2%”, detalló el informe del INV.

El impacto en el sector

Los más de 45.000 hectolitros importados implican, según el presidente de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas (Acovi), Fabián Ruggeri, más de medio mes de stock vínico si se tiene en cuenta que el año pasado un mes de stock fue de unos 70 millones de litros o 70.000 hectolitros. Desde el punto de vista de Ruggeri, el incremento de las importaciones de vino no tiene demasiado sentido ya que no hay faltantes en el país.

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Fuente: INV

Fuente: INV

Por otra parte, no hay casi diferencia entre los precios ya que –con impuestos y valor nacionalizado- el argentino cuesta lo mismo que el que se trae de Chile. Hay que recordar que el vino importado no puede utilizarse para hacer cortes con el producto local por lo que debe envasarse y comercializarse indicando su origen. “Se han visto algunas marcas emblemáticas que trabajan muy bien que han puesto en las góndolas vino de Chile”, contó Ruggeri.

Desde su punto de vista, más allá de lo que pueda pasar con los stocks hacia adelante la situación implica dos riesgos para la vitivinicultura. Uno que muestra que traer vino de Chile es una cuestión que comercial que poco tiene que ver con el espíritu de la actividad. En especial si se tiene en cuenta que no hay diferencia de precios ni faltantes de vino argentino. La otra es que podría ser un mensaje para los productores que podría incidir en el valor de la uva en la próxima temporada.

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