Video: así funcionan los ventiladores gigantes que probaron en el Valle de Uco para combatir heladas tardías
Productores del Valle de Uco avanzan en tecnología y prueban sistemas de ventilación en la defensa de cultivos. La prueba piloto mostró grandes resultados.
Nuevo sistema contra las heladas tardías: Los ventiladores instalados en la finca se activan automáticamente cuando la temperatura se aproxima a los 0°C y permiten elevar el registro térmico en pocos minutos.
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Defensas activas contras las heladas tardías se realiza mediante el encendido de tarros con combustible, una práctica tradicional que requiere control permanente.
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Nuevo sistema contra las heladas tardías: Los ventiladores instalados en la finca se activan automáticamente cuando la temperatura se aproxima a los 0°C y permiten elevar el registro térmico en pocos minutos.
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Los tarros son colocados en las puntas de las hileras como así también entre ellas.
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La estructura es llevada a la finca para luego proceder a su instalación.
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Preparado de montaje de los nuevos ventiladores en la finca.
El inusual descenso de la temperaturas registradas en los últimos días ya anticipaba un escenario desfavorable para los cultivos en el Valle de Uco. La caída de nieve en los cerros de la Reserva Manzano Histórico y las heladas que sorprendieron la madrugada del miércoles dieron lugar a las heladas tardías, un fenómeno que afecta directamente la etapa de brotación y floración de los frutales y viñedos.
Sucede en esta fase del año, los cultivos presentan brotes activos, por lo que una temperatura bajo cero daña los tejidos vegetales y retrasan la vitalidad de las plantas durante varios años. Por eso, los productores se mantienen atentos a los termómetros instalados en las fincas y a los pronósticos meteorológicos que, desde hace más de dos semanas, anticipaban condiciones críticas entre el lunes y el miércoles.
Heladas tardías
La estructura es llevada a la finca para luego proceder a su instalación.
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“Ya sabíamos que había riesgo de helada; el pronóstico lo venía marcando y eso nos permitió prepararnos con tiempo”, explicó Carlos Dávila, representante de la Cámara de Comercio de Tunuyán.
Según detalló, las estrategias más utilizadas incluyen la defensa activa, con el uso de combustible, tachos o leña, y la defensa pasiva, que busca conservar la humedad del suelo y generar microclimas mediante sistemas de riego por aspersión o goteo.
No obstante, también han sumado innovadores sistemas de combate.
Una innovación "quijoteana" en marcha
"Mire vuestra merced que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento”, dijo Sancho Panza a su compañero, el Hidalgo Quijote de la Mancha, cuando este último se disponía a atacarlos tras confundirlos con enemigos. A diferencia de este fragmento de la obra literaria de Miguel de Cervantes, los productores valletanos encuentran en esos "gigantes molinos" un aliado.
En la Finca Catena Zapata (La Consulta - San Carlos) se realizaron las primeras pruebas conventiladores de gran altura como alternativa a los métodos tradicionales para combatir los efectos de las heladas tardías.
El sistema se basa en torres de 11 metroscon hélices de 2,5 metros y que se activan automáticamente cuando la temperatura se aproxima a los 0°. Su funcionamiento permite mezclar el aire templado de las capas altas con el aire frío cercano al suelo, evitando que la helada se asiente. Cada equipo protege entre 6 y 7 hectáreas.
“Anoche (madrugada del miércoles) los probamos por primera vez y fue impresionante”, confirmó Darío Martínez, trabajador con 39 años en la empresa. “Prendimos los ventiladores cuando estábamos a 0,4° y en media hora la temperatura subió a 2,5º. Y a los tarritos que teníamos alrededor (NdA: una de las técnicas más comunes para contrarrestar los efectos) los apagamos porque ya no hacía falta”.
La experiencia coincidió con una de las madrugadas más frías del mes, con registros cercanos a los -3º en algunos puntos del Valle. Los técnicos colocaron termómetros a distintas alturas -10, 5 y 1,5 metros- para evaluar el efecto del sistema. “El aire se mantuvo en movimiento y la temperatura se estabilizó en valores seguros”, contó Darío, encargado de la finca.
Actualmente, los ventiladores cubren unas 6 a 7 hectáreas de las zonas más bajas de la finca, mientras que el resto continúa bajo defensa tradicional. Desde la empresa confirmaron que los resultados iniciales abren la posibilidad de extender el sistema a mayor superficie. “La idea es avanzar hacia un modelo más eficiente y menos dependiente del fuego”, dijo el encargado.
Heladas tardías
Preparado de montaje de los nuevos ventiladores en la finca.
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Agrega, además, que el operativo contra las heladas comienza con el seguimiento diario de los datos meteorológicos. “Todos los días, a las 17, informamos las temperaturas máximas, mínimas, si va a estar húmedo y seco, para prever si habrá helada”, explica Martínez. Cuando el descenso térmico se confirma, los equipos se organizan y las recorridas se realizan cada media hora, o cada quince minutos si la temperatura cae con rapidez.
Según detallan, los nuevos ventiladores demostraron ser eficaces para reducir el riesgo sin los inconvenientes de las defensas tradicionales. Además de evitar el humo y los riesgos del fuego, permiten un ahorro de recursos y mayor seguridad para los trabajadores. Pueden, incluso, programarse para activarse y apagarse automáticamente según los valores térmicos registrados.
“Esto no reemplaza la experiencia de la gente del campo”, se permitió aclarar Darío. “Podés tener toda la tecnología, pero si no estás mirando el cielo y los termómetros, no sirve. Lo importante es combinar las dos cosas: la tecnología y el saber práctico”, remarcó.
Heladas tardías
Defensas activas contras las heladas tardías se realiza mediante el encendido de tarros con combustible, una práctica tradicional que requiere control permanente.
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Métodos tradicionales y adaptación
Dentro de los métodos clásicos más comunes, en las zonas más bajas, donde el aire frío se acumula con mayor facilidad, se encienden tarros con combustible o fogatas con leña y carozos de frutas. El objetivo es generar calor y modificar las corrientes de aire cercanas al suelo.
Pero estos sistemas implican altos costos, riesgo de accidentes y contaminación por humo. Otras defensas pasivas buscan conservar el calor natural del suelo mediante el control de la humedad y la cobertura vegetal. Evitar la remoción excesiva de la tierra y mantenerla húmeda son prácticas que ayudan a reducir el impacto del frío.