En una semana marcada por la extrema volatilidad cambiaria y la presión sobre el dólar, la llegada de un feriado bancario que en otro momento hubiera pasado casi inadvertido aparece ahora como un alivio para el mercado financiero.
La medida implica que no habrá operaciones bancarias ni cambiarias, lo que, en los hechos, generará un fin de semana largo y una pausa en la presión diaria sobre las reservas y la cotización del dólar.
En una semana marcada por la extrema volatilidad cambiaria y la presión sobre el dólar, la llegada de un feriado bancario que en otro momento hubiera pasado casi inadvertido aparece ahora como un alivio para el mercado financiero.
El Banco Central (BCRA) había confirmado desde principio de año, a través de las comunicaciones “C” 99321 y “C” 100942, la inactividad del viernes 10 de octubre, en conmemoración del traslado del Día de la Raza. La medida implica que no habrá operaciones bancarias ni cambiarias, lo que, en los hechos, generará un fin de semana largo y una pausa en la presión diaria sobre las reservas y la cotización del dólar.
El feriado detendrá la actividad financiera desde el cierre del jueves 9 hasta la apertura del lunes 13, es decir, tres días sin mercado en un momento de fuerte nerviosismo.
En el sector financiero la noticia fue bien recibida: “Es un día sin mercados, un fin de semana largo, menos gente operando; todo ayuda a calmar un poco las aguas”, confió un operador a Noticias Argentinas.
Si bien se trata de un cronograma habitual, la inactividad bancaria adquiere relevancia en el actual contexto. Además del 10 de octubre, restan otros feriados con impacto en la actividad financiera antes de fin de año:
Viernes 21 y lunes 24 de noviembre
Lunes 8 de diciembre
Jueves 25 de diciembre
Para operadores, bancos y ahorristas, estos días sin mercado ofrecen una oportunidad de descompresión en medio de una coyuntura donde cada jornada puede disparar nuevas tensiones.