Preocupación por el sector hotelero: una docena de cierres y más de 40 en estado crítico

Con algunos hoteles ya puestos en venta, los que sobreviven están preocupados por los altos niveles de endeudamiento y la falta de perspectivas a futuro. En medio de la crisis, cadenas hoteleras internacionales han estado rondando la provincia.

El número de hoteles que cerraron sus puertas puede seguir creciendo en los próximos meses. - José Gutiérrez / Los Andes
El número de hoteles que cerraron sus puertas puede seguir creciendo en los próximos meses. - José Gutiérrez / Los Andes

El sector hotelero de Mendoza está en estado crítico. Eso no es ninguna novedad, pero ahora las complicaciones generadas por la pandemia de coronavirus y algunos problemas preexistentes que se agravaron con esta crisis se han materializado con una docenas de cierres de hoteles, establecimientos puestos en venta y alrededor de 40 empresas que tienen sus cuentas en rojo en toda la provincia.

Según los datos aportados por las diferentes cámaras de la provincia, el sector más afectado ha sido el de una, dos y tres estrellas, donde se han producido casi todos los cierres. En tanto, los de mayor rango continúan con su actividad, pero con un peligro inminente de cierre si las condiciones no mejoran.

Edmundo Day, vicepresidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros y Gastronómicos (Aehga), explicó que los hoteles que tuvieron que cerrar sus puertas ya venían afrontando inconvenientes económicos, a raíz de la transformación que experimentó el sector desde 2015 en adelante, donde se apostó al turismo internacional y a una premiumización del servicio. Las complicaciones del coronavirus fueron el golpe de knock out. Entre los asociados de Aehga hay diez establecimientos que dejaron de funcionar (Andesol Apart, Hussu Apart Hotel, Hotel Río Diamante, Cabañas MaranaTha, Hostal Confluencia, Hotel San Pedro, Hotel Pórtico del Valle, Apart Hotel Malbec, Hostel Malbec y Hotel Windsor).

El número puede ser superior, ya que no todos hacen los trámites de baja en la Municipalidad o el Ente de Turismo y por tanto, la información puede resultar parcial. Además, existen otros cuatro (Hotel Ideal, Hotel Castillo, Hotel San Francisco y Hotel Inti) que aparecen publicados en venta en páginas inmobiliarias.

En el caso de los socios de la Cámara de Hotelería de Mendoza solo hay dos hoteles que al día de hoy mantienen sus puertas cerradas: Villagio y la sucursal céntrica del Hotel Fuente Mayor. Mientras que en la Asociación de Hoteles de Turismo (AHT), que agrupa hoteles de cuatro y cinco estrellas y lodge de lujo, hasta el momento no han sido víctimas de cierres por tiempo indeterminado, pero sí ha habido cierres esporádicos, sobre todo en temporada media y baja.

“El problema de las empresas que permanecen abiertas es el endeudamiento y la incertidumbre de saber si tendrán una ocupación suficiente para pagar los gastos mensuales y evitar incrementar las deudas”, aseguró Edmundo Day. Y agregó que para ellos, la mayor incertidumbre pasa “por saber si ‘el producto’ que ofrecen los hoteles está acorde con los nuevos paradigmas que trajo la pandemia”.

Santiago Alsina, gerente del Hotel Diplomatic y presidente de la AHT, contó que, con excepción del mes de julio, donde los hoteles del casco urbano de Mendoza han promediado una ocupación del 50%, los meses de mayo y junio han sido muy deficitarios.

Las cifras de ocupación dentro de la cámara que preside Adrián González no difieren demasiado a las de AHT. En el casco urbano hay dos aspectos que han afectado, según el propietario de Mod Hotels. Por un lado, la falta de turismo corporativo y, por el otro, la desinformación acerca de los requisitos para ingresar y permanecer en la provincia. En estos casos, el promedio de ocupación durante los meses de mayo y junio ha sido menor al 10%, cuando el punto de equilibrio para tener rentabilidad está por encima del 30%.

“La perspectiva de los hoteles de cuatro y cinco estrellas del casco urbano es muy mala si no se abre el turismo internacional. No puede haber un volumen turístico significativo si Mendoza y Argentina siguen cerrados al mundo. No hay expectativas turísticas. El turismo nacional genera un flujo de consumo, pero no puede darle sostenibilidad a largo plazo”, sostuvo Santiago Alsina.

Para Lorena Tomasevich, propietaria del Hotel Aconcagua, la intención es mantener las puertas abiertas, pero es algo que cada día se hace más difícil con las perspectivas actuales. La empresaria insistió que algo que ha perjudicado a Mendoza, más allá del cierre de las fronteras, es la baja de frecuencias que se produjo por las salidas de líneas aéreas del país, lo que ha reducido la cantidad de personas que pueden llegar, incluso dentro del país. “Lo que se vende en un feriado no corrige ni siquiera una quincena. Se están perdiendo puestos de trabajo todos los días. La situación de la industria es inhumana”, completó.

La oportunidad en la crisis

Un detalle que ha llamado la atención entre los hoteleros de Mendoza es el interés de la cadena internacional Hilton en esta plaza. Según pudo saber Los Andes, representantes de la compañía han estado recorriendo algunos establecimientos de la provincia con el objetivo de sumar nuevos hoteles a su franquicia o también brindando la posibilidad del gerenciamiento del negocio.

Sin embargo, no se ha conocido el cierre de ninguna operación hasta el momento.

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