16 de mayo de 2025 - 14:22

La UIA pide una apertura "pari passu" y alerta por la falta de competitividad local

Desde Mendoza, Martín Rappallini presidente de la UIA, habló sobre la necesidad de "equilibrar la cancha" para los industriales locales.

Mientras el Gobierno nacional avanza con la baja de aranceles importaciones y busca contener la inflación con una mayor apertura comercial, desde el sector industrial alertan por los riesgos de hacerlo sin resolver antes los problemas de fondo. Desde Mendoza, Martín Rappallini, presidente de la Unión Industrial Argentina - UIA -, fue contundente: “Lo que planteamos es que se generen las mismas condiciones para los productores locales que para los externos”.

En un contexto marcado por la caída del consumo y la reactivación lenta de la industria, el dirigente bonaerense recordó que los aranceles “son, en definitiva, impuestos al que vende desde el exterior”, y advirtió que eliminarlos de manera anticipada deja en desventaja a la producción nacional. “El producto importado no paga impuestos, mientras nosotros somos el único país que exporta impuestos”, reclamó.

Según Rappallini, la salida debe ser gradual: “Hay que ir pari passu, ir generando condiciones a medida que se avanza en la baja de aranceles. El Gobierno bajó en algunos productos con el objetivo de reducir la inflación, pero la industria viene acompañando el proceso: hoy tenemos una inflación del orden del 1,2%, por debajo del promedio general”.

El industrial no esquivó el debate de fondo y apuntó contra la falta de crecimiento en los últimos años: “Venimos de 15 años sin crecimiento ni en empleo ni en industria. Cuando vos bajás la inflación y dejás de tapar todo con aumentos, aparecen los verdaderos problemas. Y esos son los que hay que resolver”.

Martin Rapallini y Mauricio Badaloni en Mendoza.
Martin Rapallini y Mauricio Badaloni en Mendoza.

Martin Rapallini y Mauricio Badaloni en Mendoza.

En su diagnóstico, también hizo foco en el costo laboral y la organización del trabajo. “Hay sectores donde el sindicato define cómo se organiza la empresa. Los turnos no los decide el empresario, los organiza el gremio. Eso va en contra de la productividad. Tenemos que volver a criterios básicos”, sentenció. Y agregó: “Competimos con Brasil y México, pero allá una tonelada cuesta la mitad, un auto cuesta la mitad. ¿Por qué? Porque tienen legislación más moderna, menos juicios, menos costos ocultos”.

Rappallini también alertó sobre el rezago del sistema financiero argentino: “Tenemos una economía sin ahorro, por eso no hay crédito. En Brasil el sistema financiero representa el 100% del PBI. Acá estamos en el 8%. El crédito es la base del capitalismo: que el que tiene ideas pueda tener plata. Hoy destruimos eso con un modelo inflacionario que sólo sostenía el consumo”.

Por eso, convocó a un pacto amplio: “Crear riqueza es generar condiciones para que las empresas sean competitivas. Brasil formó 80 millones de personas en 10 años. Nosotros, tal vez 10".

Cabe redordar que Rapallini está en Mendoza como parte del Encuentro Federal de la UIA Joven, una iniciativa que promueve el intercambio entre regiones. Y en ese marco lo acompañaron representantes de la UIM, y también ministros de producción de Mendoza, Rodolfo Vargas Arizu, el ministro de Producción de San Juan, Gustavo Fernández y el titular de la UISJ, Hugo Goransky.

UIA: la infraestructura, un tema clave

Desde Mendoza, el empresario Mauricio Badaloni —también integrante de la UIA y UIM— respaldó el reclamo de reformas estructurales, pero centró su mirada en un punto neurálgico para la región: la infraestructura vial.

Tras el reciente anuncio de que la provincia se hará cargo de rutas nacionales con recursos propios, Badaloni fue categórico: “El hecho de que la provincia se haga cargo de estas obras evidencia el fracaso de los organismos nacionales que estaban destinados a hacerlo. Si los impuestos a los combustibles están pensados para financiar la infraestructura vial, y esa infraestructura no se está haciendo, entonces claramente esos institutos no han hecho las cosas bien”.

A su entender, esta transición puede representar una oportunidad para repensar el modelo: “Me parece interesante que lo tenga la provincia, y que podamos tomar intervención. Pero también creo que estas obras no deberían ser ejecutadas ni por el Estado nacional ni por el provincial. Deberían tener un rédito económico suficiente como para que sean gestionadas por privados”.

Con ese horizonte, lanzó una convocatoria directa al sector: “Convoco a todos los constructores, a las empresas que se dedican a hacer rutas, a que aprovechen esta oportunidad. Si el gobierno va a acompañar con herramientas financieras, mucho mejor. Pero es momento de que el sector privado se haga cargo”.

Mauricio Badaloni, Martin Rapallini, Rodolfo Vargas Arizu, Matías Díaz Telli y miembros de la UIA e UIA durante el encuentro en Mendoza.
Mauricio Badaloni, Martin Rapallini, Rodolfo Vargas Arizu,  Gustavo Fernández, Hugo Goransky, Matías Díaz Telli, Georgina Riveros, María Furtado y miembros de la UIA e UIM durante el encuentro en Mendoza.

Mauricio Badaloni, Martin Rapallini, Rodolfo Vargas Arizu, Gustavo Fernández, Hugo Goransky, Matías Díaz Telli, Georgina Riveros, María Furtado y miembros de la UIA e UIM durante el encuentro en Mendoza.

En paralelo, pidió una revisión profunda del esquema tributario en Mendoza. “No vamos a atacar nunca el problema de base si no desactivamos impuestos distorsivos como Ingresos Brutos, el SIRCREB o el impuesto al sello”, afirmó. Para Badaloni, no alcanza con descentralizar responsabilidades si no se avanza en una reforma real: “Está bien que se baje a una órbita más chica, como la provincial, pero eso tiene que venir acompañado de una reforma profunda”.

Consultado por la voluntad del Gobierno mendocino de abrir juego al sector privado, el empresario respondió con cautela: “Creo que hay voluntad, pero primero tenemos que ordenar los patitos. Si a nivel nacional no está funcionando, no podemos repetir el mismo modelo a nivel provincial, sumando más impuestos que distorsionan. Las rutas en el mundo, en general, son de gestión privada. Bueno, hagamos lo que hay que hacer”.

Finalmente, criticó la falta de retorno de los fondos coparticipables de los combustibles: “Me gustaría saber si las cuotas partes de esos impuestos vendrían a Mendoza. Como eso no va a suceder, entonces no hay discusión: hay que darle un marco jurídico y avanzar”.

Para Badaloni, el traspaso de rutas es una oportunidad única: “Es un buen estímulo a nuestras constructoras, que hoy quizás no tienen mucho trabajo. Si hacemos las cosas bien, esta puede ser una gran oportunidad para que las rutas mendocinas estén en manos de quienes verdaderamente pueden gestionarlas con eficiencia”.

IMPSA como símbolo del potencial y el fracaso

Durante su paso por Mendoza, Rappallini visitó varias industrias locales, entre ellas IMPSA, a la que describió como “una síntesis perfecta de la Argentina”. “En los 80 diseñaban turbinas, algo que no hacía nadie en Sudamérica. Lo que vi ahí fue tecnología mecánica y electrónica de primer nivel. Pero después todo se cayó, entre la falta de apoyo estatal, la competencia desleal y los negocios fallidos con Brasil y Venezuela”.

“IMPSA es el reflejo de un país que no valoriza su capital industrial. Me dijeron que Venezuela les dejó 2.500 millones de dólares en chatarra que nunca pagó. Entonces, por un lado ves la capacidad y por el otro el fracaso estructural”, lamentó.

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