La inflación de octubre fue en Mendoza aumentó incremento del 2,4% con relación al mes anterior. Así lo marcó la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas de Mendoza (DEIE). El número de aumento de precios es un poco más alto del 2,1% marcado en septiembre se había anticipado debido a la volatilidad que el dólar tuvo durante el noveno y el décimo mes del 2025.
Según expresó el informe, en orden decreciente este fue el tener de los aumentos de los distintos: Esparcimiento (4%), Vivienda y Servicios básicos (3,4%), Transporte y Comunicaciones (2,8%), Alimentos y Bebidas (2,6%), Atención Médica y gastos para la salud (2,2%), Educación (1,8%), Indumentaria (1,6%), Equipamiento y mantenimiento del hogar (1%) y Otros bienes y servicios (0,4%)
El economista del Centro de Economía y Finanzas de Mendoza, Nicolás Aroma, destacó que en función de sus cálculos ya habían anticipado que octubre crecería unos puntos la inflación. Del mismo modo, José Vargas, economista de la consultora Evaluecon expresó que sus relevamientos para octubre le dieron un incremento de 2,7%.
Más allá de la incertidumbre que los mercados manifestaron en la previa de las elecciones y de la que tanto el dólar como algunos precios acusaron recibo, los profesionales estimaron que la inflación continuará en torno al 2% o un poco por encima de ese número. En primer lugar, porque una vez realizados los comicios se verificó cierta paz financiera con un dólar que aunque se mantiene sobre la banda superior de los $1.400, no se ha disparado. “En general no se espera que el dólar suba demasiado y eso influirá en precios”, comentó Aroma.
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En segundo lugar el valor de los bienes en general no tendería a incrementarse demasiado debido a que el consumo está por el piso, lo que impide actualizar precios en función de los costos. “Al estar las ventas amesetadas, no se anticipan grandes traslados a precios”, destacó Vargas. Agregó que por este mismo motivo, el alza del dólar en la previa eleccionaria tampoco tuvo el impacto que podría haber tenido en otros momentos.
“El resultado de la elección ha dado mucho aire financiero, pero ni los datos ni las expectativas muestran que esto se traduzca en una mejora de la microeconomía”, observó Aroma. Hacia adelante, el motor que se ve podría ser el crédito aunque todavía no está claro cómo continuará esta situación.
Desafíos y expectativas
Tanto el referente de Evaluecon como el del Centro de Economía y Finanzas coincidieron en que de aquí a fin de año no se esperan grandes modificaciones en los índices de inflación. No obstante, es preciso tener en cuenta diversos puntos que podrían tender a incrementar el resultado final. Por un lado, hay que recordar que la quita de subsidios, las desregulaciones y la suba de tarifas estaban relativamente frenadas por el contexto eleccionario.
En este marco, una vez pasada la fecha y con el apoyo logrado por el Gobierno nacional, se esperan que algunos servicios retomen su tendencia alcista. En realidad no la habían frenado del todo sino que venían con un ritmo más lento. La desregulación en el valor de las cuotas de los colegios privados y el anuncio del aumento de la tarifa de luz son algunos ejemplos del avance en este sentido.
De este modo, la inflación de noviembre y diciembre podría verse también afectada por estos aumentos de servicios que igual han crecido por encima del dato general de precios. Una vez pasadas las elecciones se esperaba que el Indec pusiera en “funcionamiento” la nueva canasta de consumo de los argentinos.
Se trata de incorporar y ponderar de manera más adecuada las mediciones a partir de los nuevos hábitos comprobados y establecidos por el mismo Instituto Nacional de Estadísticas y Censos. Esto podría incrementar la inflación por una ponderación diferente y más acorde a cómo las familias argentinas reparten sus gastos. De hecho, el informe de la DEIE tiene la siguiente nota metodológica: "Se informa que se está desarrollando el nuevo año base para el cálculo del IPC con la información de la ENGHo 2017/8. El objetivo es ampliar la canasta de bienes y servicios para que refleje la actualidad".
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Más allá de esto y con el fin de año a la vuelta de la esquina, José Vargas recordó que tanto diciembre como enero son meses estacionales en donde suele verificarse un mayor ajuste de precios. “Las Fiestas, el aguinaldo y las vacaciones son eventos que impulsan la inflación durante esos meses”, comentó Vargas.
En este contexto, de la mano de un salario deprimido que aprieta el consumo y de un dólar que se mantendrá en los niveles actuales; el desafío del Gobierno será retomar la senda de baja de la inflación. Porque si bien se ha mantenido relativamente estable, desde mayo ha ido hacia arriba y sin poder romper la barrera del 2% mensual
“Hace cuatro o cinco meses que la inflación viene amesetada y al alza, por lo que el desafío para el último trimestre es incrementar la corrección de precios”, subrayó Aroma. Mostrar que los precios retoman su tendencia a la baja es el objetivo que se debería plantear el Gobierno una vez pasadas las elecciones.