Hora de honrar la cultura del esfuerzo

Los trabajadores independientes esperan por medidas de alivio para el sector tras un año de poca facturación y muchas deudas.

Ilustración: Gabriel Fernandez.
Ilustración: Gabriel Fernandez.

Para quien no conoce la figura del monotributista, podría contarle que es aquél que se levanta muy temprano y se acuesta a última hora del día para poder generar sus ingresos; que trabaja aún enfermo porque “si no trabaja, no come”, y que paga sus impuestos todos los meses para poder seguir en actividad. Por todo ello es el lubricante del motor de la economía.

El Gobierno tiene una idea tergiversada de ellos. Piensa que son grandes empresarios con una espalda financiera lo suficientemente amplia como para poder salir bien parados ante cualquier adversidad y no se dan cuenta de que -en realidad- todo lo que poseen los monotributistas es a costa de mucho “trabajo”. Dicen que “el Monotributo hace que la mayoría de los cuentapropistas evada impuestos para no saltar al Régimen General” sin percatarse de que la mayoría de los monotributistas están nucleados en las categorías más bajas que plantea este tributo.

El pasado 8 de abril, se sancionó una ley que modifica el Régimen Simplificado para Pequeños Contribuyentes (Monotributo) y los medios de comunicación informaron sobre los beneficios que traía aparejada esta Ley. Se hizo referencia a dos aspectos: 1° la actualización de las tablas, 2° el “puente” para el paso al Régimen General. ¿Pero esto es realmente un beneficio para el sector en general?

Primero, la actualización de las tablas se hace el primer día calendario del año y permite que los trabajadores independientes se puedan recategorizar de acuerdo con el nivel de sus ingresos. En Argentina, por la inflación las tablas del año anterior, quedan obsoletas. ¿Qué pasó en 2021? ¿Por qué necesitamos de una ley para poder realizar la actualización? Una de las variables de la fórmula de Actualización de las Tablas de Monotributo es el índice previsional y, como en 2020 el aumento jubilatorio se produjo por decreto, esto afectó la fórmula y se tuvo que acudir a la ley para modificarla. Igualmente el ajuste se podría haber dado por decreto para evitar la incertidumbre que vivieron los monotributistas a la hora de inscribirse para tributar.

Segundo, el puente para pasar al Régimen General genera un alivio para el contribuyente porque antes de esta ley era muy gravoso poder abandonar el monotributo. Ahora, con las presunciones de IVA y Ganancias, esta transición no va a ser tan difícil de afrontar. Ahora bien ¿cuántos monotributistas serán aliviados? El número es escaso. En Mendoza no alcanza ni al 4% del total de los monotributistas inscriptos y más aún, cuando los niveles de facturación en la pandemia cayeron radicalmente.

Monotributista en pandemia

Cuando las actividades empezaron a restringirse, muchos trabajadores independientes se quedaron sin ingresos y con muchas cuentas por pagar. Voy a dar un ejemplo: Marisa tiene su peluquería en pleno centro y alquila un local por 20 mil pesos y costos fijos por 10 mil pesos más (impuestos, Internet y alarma, etc), a los que debe sumar los costos variables de los productos que utiliza en su actividad económica. Marisa tiene abierta su peluquería de 8 a 22 y su facturación mensual ronda los 60 mil pesos aproximadamente. Por sus ingresos podría estar inscripta en la categoría E, pero pertenece a la categoría H por el monto del alquiler que paga anualmente. Al final de cada mes, Marisa saca las cuentas y de los 60 mil pesos facturados, debe deducir los costos fijos por 30 mil menos y el Monotributo de $ 9.451,93, por lo que su ingreso real de bolsillo aproximado es de $ 20.000 y a veces, cuando usa productos como las tinturas, su ganancia es menor.

Con las restricciones de actividades impuestas por el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO), Marisa no pudo ir más a la peluquería pero los costos fijos y el monotributo los debía pagar igual. Por lo tanto tuvo que usar el Crédito a Tasa Cero (otorgado por el Gobierno por pandemia) para cubrir esos costos fijos. A Marisa el Estado NO le dio un ATP como sí recibieron las empresas y que NO tienen que devolverlo, sino que ella SÍ debe devolver ese crédito aunque haya sido utilizado para cubrir los costos fijos y no perder su fuente de ingreso. ¿Acaso esto no es injusto?

Como el caso de Marisa fue el de la mayoría de los monotributistas a lo largo de todo el país, siendo uno de los sectores de la economía más dañados a causa de la pandemia, y fue castigado cobrándole un tributo aún sin haber generado ingresos. Por eso desde Monotributistas Asociados República Argentina (MARA) estamos esperando medidas que realmente den un alivio al sector como lo es la suspensión del cobro del crédito a tasa cero (o la condonación de la deuda) ya que la mayoría de los monotributistas no han podido cumplir con esta obligación.

Es importante recordar que el uno de julio del año pasado nuestra Asociación convocó a los diputados nacionales de todos los sectores políticos, asistiendo diputados del Frente de Todos, UCR, PRO, Partido Socialista, Izquierda y Coalición Cívica. Todos estuvieron de acuerdo en que era necesario el dictado de medidas que dieran alivio a este sector y que una de ellas era la exención del pago del monotributo ante la ausencia de ingresos.

El hecho de que nuestros legisladores logren consenso al hablar sobre los monotributistas, es un gran paso, pero no sirve de nada si luego no se avanza con políticas públicas que den un alivio a todo el sector. Es hora de que se reivindique la cultura del esfuerzo y que se comiencen a articular acciones que vayan en consonancia con todos aquellos trabajadores independientes que ponen el hombro al país.

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