Esto terminás devolviendo si pedís un préstamo personal

El “Costo Financiero Total” es el dato al que se le debe prestar atención antes de solicitar un préstamo, así como la inflación proyectada para todo el año. ¿Cuando sí conviene pedir un préstamo?

Devolver un crédito significa pagar una Costo Financiero superior al 250%- Foto: Mariana Villa / Los Andes - Foto: Web
Devolver un crédito significa pagar una Costo Financiero superior al 250%- Foto: Mariana Villa / Los Andes - Foto: Web

La inflación de abril resultó ser del 7,7%, lo que obligó al Banco Central a actualizar la tasa de política monetaria, y aunque resultó ser una buena noticia para quienes buscan invertir a Plazo Fijo, pero aumentó también el costo financiero, es decir el dinero que se devuelve cuando se solicita un crédito al banco.

Así, si se toma por ejemplo las tasas que ofrece el Banco Nación para préstamos personales con “destino libre”, la tasa alcanza el 97%, pero el Costo Financiero Total, Tasa Efectiva Anual, es decir, una vez que se suman los intereses, las comisiones e impuestos, “especialmente el IVA”, el costo sube a 251,57%.

Siguiendo con el ejemplo, una persona que solicitara $100.000, pagaría por mes, durante 12 meses, entre $16.000 y $14.500. Siendo esta una de las tasas más bajas del mercado para destino libre.

Al respecto, el economista Jorge Day, del Ieral Mendoza, insistió en que “los bancos te muestran una tasa nominal, pero lo relevante es la CFT TEA”.

Es que en el panorama actual, “se combinan dos fuerzas negativas”:

1) la alta inflación (con alta incertidumbre), y

2) El Banco Central colocando más Leliqs (para controlar la inflación), lo que le quita capacidad prestable a los bancos.

“Debe haber poco crédito. Quizá haya alguno subsidiado por el Gobierno nacional y el que lo consiga será un afortunado”, cerró Day.

¿Qué crédito sí se puede pedir?

Con el panorama actual, y la fuerte suba de tasas de interés que se vienen dando, el economista José Vargas, titular de Evaluecon, destacó que las mismas “duplican la inflación promedio que tiene la Argentina”, aunque recomendó evaluar las distintas entidades.

“Si hablamos del Banco Nación, es una cosa, pero en las compañías financieras, las tasas se disparan y, ni qué hablar de las cuotas móviles que tienen los planes de ahorro, en donde se triplican (otra forma de financiamiento para la adquisición de bienes)”, explicó.

Así, para Vargas, “hoy no es un buen momento para sacar un crédito, mientras no se trate de un caso de extrema necesidad”, y coincidió con Day, en que existen algunas opciones puntuales, específicas, a tasas subsidiadas, como puede ser el crédito de Anses, en donde se atiende a sectores vulnerables y ahí la situación es otra.

Para cerrar, insistió en que, “las tasas tienen un Costo Financiero Total, que es lo que realmente deberá mirar cada deudor”.

Sobre los casos a los que se refirió Vargas, por ejemplo:

  • Los jubilados pueden pedir créditos de hasta $240.000 en 24, 36 o 48 cuotas, con un Costo Financiero total del 37,55%. (SOLICITAR CRÉDITO)
  • En Mendoza, los monotributistas tienen la opción de solicitar el programa “Mendoza Emprende Semilla III”, con el que pueden pedir hasta $500.000, y devolver el 60% de ese valor.
  • Las empleadas domésticas tiene la opción de pedir un préstamo a tasa bonificada en el Banco Nación. Con la apertura de una cuenta en la misma entidad, tienen la opción de solicitar hasta $200.000, a una tasa del 70,5%.
Devolver un crédito significa pagar una Costo Financiero superior al 250%- Foto: Mariana Villa / Los Andes
Devolver un crédito significa pagar una Costo Financiero superior al 250%- Foto: Mariana Villa / Los Andes

¿Para qué solicitar un préstamo? Considerar la tasa de rentabilidad

El economista Daniel Garro, titular de Value International Group, señaló que “las tasas de interés no definen las cosas”. Es decir que el verdadero parámetro a considerar debería ser “la tasa de rentabilidad”, es decir lo que se ganaría con el dinero que se va a solicitar.

Suponiendo que se está pidiendo un préstamo de los buenos, es decir, para comprar un activo que genere renta, no deuda para pasivos, como sería un electrodoméstico, cambiar el auto o irse de viaje -todo lo que no genere renta es pasivo-, la rentabilidad esperada debería superar la tasa”, explicó.

Entonces, es la rentabilidad lo que hay que tener en cuenta en el análisis previo a comprometerse a pagar un crédito.

“Si la rentabilidad es superior a la tasa del banco, de cara al futuro, el crédito se puede sacar en cualquier caso”, indicó.

Sin embargo, Garro explicó por qué hoy la oferta crediticia está deprimida, e incluso resulta difícil obtener un préstamo personal, aunque se esté dispuesto a abonar un costo financiero superior al 250%:

“Recordemos que el 100% de los Plazos Fijos privados, si uno hace las cuentas, coincide con las Leliqs, lo que están prestando hoy en día es únicamente lo que los bancos tienen en cajas de ahorro y cuenta corriente”, señaló.

Esto explica que los montos que se ofrecen a los clientes son muy bajos, y al mismo tiempo las entidades no estén aumentando los disponibles de las tarjetas de crédito (y que, en la práctica bajen por la propia inflación).

“Los bancos, en la medida en que pueden, no otorgan préstamos. Pero si se va a pedir uno, lo que hay que observar es la tasa de rentabilidad futura, más que la tasa del préstamo y sacar bien las cuentas sobre cuánto dinero va a generar un negocio que es lo más difícil de hacer”, cerró el especialista.

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