Crece en Mendoza la tendencia de ir a bailar a bodegas

A través de sunsets o fiestas electrónicas, las empresas del sector vitivinícola proponen nuevas opciones de consumo y un acercamiento más descontracturado.

Evento de feria de vinos que realizó Guarda 14  de Diario Los Andes en Bodegas Lopez
Foto:José Gutierrez / Los Andes
Evento de feria de vinos que realizó Guarda 14 de Diario Los Andes en Bodegas Lopez Foto:José Gutierrez / Los Andes

Podría tratarse de una fiesta como cualquier otra, pero además de la música y de las luces hay otros condimentos especiales, como gente bailando con una copa en la mano, las latas de vino moviéndose al son de la música y los viñedos y la montaña como telón de fondo. Es que cada vez más bodegas se animan a generar eventos como fiestas de electrónica o sunsets y así lograr acercar a un público joven al mundo del vino.

Por mencionar un ejemplo, a inicio de octubre se realizó Deep Into The Valley, un festival de música Deep house, vinos y gastronomía de autor que tuvo como sede a la bodega Durigutti Family Winemakers, en Las Compuertas. El horario de 16 a 24hs permitió a cerca de 800 personas apreciar el atardecer en los viñedos, mientras que a la noche se encendieron fogatas para combatir el frío de Luján de Cuyo.

Desde esa bodega, su cofundador Héctor Durigutti comentó que este formato de eventos representa una nueva manera de conectar con nuevas audiencias. Se trata de “acercar el mundo del vino a nuevos consumidores, promover el vino en otros espacios, fiestas y encuentros que predispone a la gente a relajarse, disfrutar, conectar con el lugar”. Los resultados de ese festival “superaron ampliamente” las expectativas y la idea es poder continuar con eventos de este tipo.

Por su parte, Pablo Durigutti (socio con su hermano) agregó que en la finca tienen un espacio muy preparado para organizar fiestas y eventos, a la vez que les agrada recibir al público que se vincula con el perfil de encuentros de música electrónica. “Para nosotros Deep Into The Valley representa comenzar a trabajar en un nuevo concepto en Las Compuertas, uniendo la música entre viñedos con la bodega”, comentó Pablo Durigutti.

Brindar al atardecer

Los sábados de octubre (y también viernes desde noviembre) Bodega Viamonte ofrece una experiencia a las 19: un sunset con buen vino, música y ambiente festivo. “Ver el atardecer reflejado en los viñedos antiguos de más de 100 años con una vista increíble al Cordón del Plata no tiene igual. Es un ámbito relajado en el que personas jóvenes y no tanto disfrutan de una buena copa de vino con un tapeo”, comentó Andrea Celasso, una de las propietarias.

Para Celasso, estos eventos son una oportunidad para atraer nuevos consumidores y también para fidelizar a clientes ya existentes. “Lo importante es que buscan momentos de vino y paisaje junto a entretenimiento y disfrute. Generan espacios para conocer más de nuestra industria desde un concepto más relajado y placentero. Divertido y descontracturado”, agregó.

Otra bodega que trabaja con este tipo de eventos es Trez Wines, una de las pioneras en el tema. Su gerente, Eugenia Páez, confirmó que el formato apunta mucho a personas jóvenes que buscan conocer bodegas y tomar una copa de vino, con un estilo más descontracturado que una clásica visita guiada.

Los sunset en bodegas son cada vez más populares en Mendoza
Los sunset en bodegas son cada vez más populares en Mendoza

“Hoy estamos trabajando con chicos de 25 años para arriba, y me parece hermoso poder encontrar jóvenes curioseando el mundo del vino”, opinó Páez. Un dato que destacó la gerente de Trez Wines es que muchas personas que participaron después regresan con algún amigo, y no solamente para otro sunset sino también para almorzar o degustar vinos.

¿Cómo es el panorama hacia adelante? En el caso de Viamonte, este es el tercer año que repiten la propuesta y afirman que cada mes tienen más público. Celasso explicó que la idea es también hacerse fuerte entre los turistas: “Toda la temporada de primavera verano los esperamos en Bodega Viamonte a disfrutar de distintas actividades. Mendoza es una propuesta muy interesante de turismo”.

En Trez Wines confirmaron que seguirán haciendo eventos de este tipo, con una temporada fuerte que arrancó en octubre y que se extenderá hasta marzo (antes se hacía hasta abril, pero este año fue un mes frío y lluvioso). Después seguirán con otros eventos, los “after”, con menor duración y público, pero con la misma idea de acompañar con una copa de vino un buen momento y una buena compañía.

Una tendencia creciente

Javier Menajovsky lleva más de 20 años con proyectos de base tecnológica en la industria de los Vinos & Spirits, así como en cientos de eventos realizados con su productora Wine Revolution en Argentina, Brasil, México y Estados Unidos, incluyendo el festival “Refresh! Wine Fest” que apunta al público millennial.

En su visión, la pandemia potenció una tendencia, que los eventos de música electrónica salieran de las cuatro paredes de un boliche para hacerse a cielo abierto. Además, ese cambio de escenario trajo por consecuencia un cambio de horarios donde se ven cada vez más propuestas diurnas, de contenido que antes sólo se veían de madrugada.

Cada vez más bodegas ofrecen sus espacios para fiestas y eventos en Mendoza.
Cada vez más bodegas ofrecen sus espacios para fiestas y eventos en Mendoza.

“En ese contexto, las bodegas se convierten en un enorme punto de atracción para “hostear” este tipo de eventos, así como de otros estilos musicales (el Wine Rock es un buen ejemplo de esto), que los amantes del vino abrazan cada vez más”, afirmó Menajovsky. A eso se le suma que, por la pandemia, viajeros de alto poder adquisitivo en vez de salir al exterior conocieron Mendoza y la provincia tiene mucho potencial turístico.

Para el fundador de Wine Revolution es importante descontracturar el consumo, porque la gente no va al lugar solo para consumir una bebida, sino para encontrarse con amigos, conocer gente o pasar un buen momento. “El vino se debe adaptar a esta situación y a esta demanda, sino se queda afuera”, afirmó Menajovsky.

Volviendo al ejemplo de Deep Into The Valley, en el evento convivían los vinos por copa (de Durigutti Family Winemakers) y en lata (Wine Records), así como otras bebidas placenteras y fáciles de beber como un Aperol Spritz o un gin tonic, que enriquecen la experiencia de disfrutar de un festival de música y vinos en una bodega.

Propuestas para este finde

Estos días de fin de semana largo, las bodegas mendocinas ofrecen sunsets y salidas nocturnas para combinar vino, música y comida. Por caso, A16, para el 8 y 9 de octubre tendrá sus ya clásicos sunset en la bodega ubicada en Perdriel. La entrada para la propuesta es de $3.500 por persona e incluye un sándwich de ternera, una copa de vino y un trago. Además, cuenta con opciones vegetarianas, veganas y sin TACC

Otra de las propuestas es la de Viamonte Winery en “V” Bar, que realiza sus sunsets los viernes, sábados y feriados. Quienes asistan pueden disfrutar de un menú de sándwich o tapeo (dependiendo del día), postre y dos copas de vino. Por un costo de $5.500.

Por otro lado, El Roble Wake Complex para el sábado 8 de octubre presentará el sunset After Beach en su predio de Coquimbito, Maipú, desde las 16. Se podrá disfrutar de DJs en vivo, juegos, demostraciones de esquí acuático y tatuajes en vivo. En la gastronomía, el precio del menú de dos pasos tiene un valor de $4.000 y se sirve con dos copas de vino o dos cocktails. Si no, el menú de cuatro pasos, ya sea maridado con vino o con tragos, se consigue a $5.000.

Otro negocio

Muchas bodegas de a poco se van dando cuenta de que sus instalaciones y sus entornos son, además de cuna de grandes vinos, locaciones increíbles para convocar a sus consumidores habituales y también atraer nuevos. En esa línea, sus inversiones edilicias y sus viñedos pueden ser una fuente de ingresos muy considerable.

Sin embargo, al tratarse de un negocio muy diferente al de elaborar vinos, rara vez cuentan con la experiencia para desarrollar operaciones rentables, que a su vez estén alineadas con sus objetivos de marketing y sean sostenibles en el tiempo. Es común que entre una bodega y otra empiecen a “copiarse” los formatos de eventos, lo que las lleva a perder identidad o a lanzar propuestas que no funcionan.

Para Menajovsky, hacer eventos y festivales requiere de una apuesta y un aprendizaje que a las bodegas mayormente les cuesta encarar, pero “claramente es algo en lo que deben trabajar, cada una con su estilo, si quieren agregarle valor a sus activos y al posicionamiento que han sabido construir”.

“El enoturismo avanza y se renueva. Ya no alcanza con un tour por los tanques y degustar tres vinos. La gente busca y necesita también de otras propuestas, que les permitan conectarse con el vino y el entorno donde nacen, pero de forma más descontracturada, entretenida y festiva”, afirmó el fundador de Wine Revolution.

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