Empleo: riesgo de desigualdad en la provincia

El autor sostiene que los grandes problemas del mercado laboral trascienden a la pandemia y evalúa el desempeño del Gobierno en ese contexto.

Ilustración / Gabriel Fernández
Ilustración / Gabriel Fernández

Es muy común atribuirle a eventos del pasado el origen de los hechos del presente, por lo tanto ambas dimensiones del tiempo se relacionan de una manera más previsible que caótica.

La historia reciente del empleo en Mendoza no escapa a lo expuesto precedentemente, los efectos de malas decisiones y/o errores de interpretación del escenario nacional e internacional son las causas de la actual realidad del mercado laboral provincial.

El escenario post-2015

Las decisiones del ex-gobernador Francisco Pérez, tuvieron aciertos y errores. En las elecciones de 2015, la sociedad evaluó y lo reflejaron las urnas, que los desaciertos del gobierno tuvieron más relevancia que eventuales éxitos.

A un desgaste institucional propio de la gestión de gobierno, se le debe sumar el accionar de la oposición política que no solo marcaba los errores y omisiones de la administración Pérez, sino que articulaba política y mediáticamente una estrategia de desgaste que se focalizaba exclusivamente en objetivos electorales y que los llevo abandonar normas clásicas de convivencia política y avanzar sin culpas sobre el rival político, que se transfiguro en “enemigo”, conmutando la arena política en circo romano.

En el año 2016 con el inició de una nueva gestión de gobierno nacional y provincial se percibió un medido acercamiento a la concepción neoliberal. Esta decisión de cambio, fue el inicio de una serie de objetivos que pretendían configurar para un determinado segmento empresarial un marco diferencial en la relación empleador-trabajador.

Funcionarios nacionales argumentaban que ante la caída de ventas, el incremento de costos operativos como la energía eléctrica, el gas y la ausencia de opciones de financiamiento, la solución era transformar una unidad productiva en representación comercial de un jugador internacional con mayor musculatura económica-financiera.

Antecedentes y desaciertos

Es indudable que la producción de bienes y servicios adquirieron especial relevancia en la economía mendocina a partir de la definición y orientación que gobierno y empresas consensuaron, en línea con los objetivos propuestos desde el gobierno nacional. Dicho proceso no parece estar vigente y la administración provincial ha optado por asignar al empresariado local los objetivos de producción asumiendo para sí misma el resguardo de determinadas condiciones institucionales

Los datos macroeconómicos de Mendoza de los últimos años reflejan un nivel de inversión poco relevante, infraestructura insuficiente, el 44% de la población del Gran Mendoza por debajo de la línea de pobreza y alta tasa de informalidad laboral. De estos resultados se deriva que la provincia no está en condiciones de perfilar un modelo de mercado laboral que incorpore una concepción hegemónica de la sociedad y la política como el neoliberalismo. Es claro que en una economía como la mendocina que no crece o crece poco, lo mismo que los salarios, tiende a incrementarse el desempleo y subempleo, ampliándose la brecha de ingresos.

El empleo en Mendoza

El Observatorio de Empleo y Dinámica Empresarial (OEDE) del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, emite información en base a datos suministrados por el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), en el último informe (4to. Trimestre de 2020) se destaca que Mendoza registra una caída en el volumen de asalariados registrados del siete (7,0) por ciento, una de las cifras más elevadas comparativamente con el resto de las provincias.

Mendoza en el cuarto trimestre de 2019 contabilizaba 258.116 asalariados registrados (trabajadores con recibo de sueldo formal, beneficios y cuyo salario es defendido por un sindicato, independientemente de estar o no afiliado), dicho volumen en igual trimestre de 2020 fue de 240.008, lo cual representa una reducción de 18.108 asalariados registrados. El periodo bajo análisis (4to trimestre 2020 vs 4to trimestre de 2019) corresponde en casi su totalidad a la etapa de restricciones de circulación y caída generalizada de la actividad económica como consecuencia de la pandemia sanitaria del Covid19, no obstante la pérdida de puestos laborales registrados en el sector privado asume un valor superior al promedio nacional (4,4%).

Un análisis más extendido, permite identificar que el volumen de asalariados registrados del sector privado en Mendoza en el periodo 2014-2020 ha tenido variaciones positivas de baja incidencia y variaciones negativas con mayor impacto como en los casos de los años 2019 y 2020. Una de las ramas de actividad con pérdida significativa de asalariados registrados en Mendoza es la industria manufacturera, la reducción entre el 4to trimestre de 2020 y 4to trimestre de 2015 es de 7.169, el 81,5% de dichas bajas se registraron en el periodo dic.2015-dic.2019.

Consideración final

El actual estado de situación del mercado laboral mendocino no es atribuible exclusivamente a la pandemia sanitaria, sino a la convergencia de distintas realidades. Un cambio de orientación de la política económica no solo conlleva a desafíos no previstos, en el caso de Mendoza es posiblemente el origen de un contexto de desajustes macroeconómicos con impacto en el mercado de trabajo cuya tendencia se mantiene y podría profundizarse de no existir un cambio de postura en la administración provincial, que enfrente y revierta una desigualdad creciente.

*El autor es Economista, asesor del PJ.

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