El sector aerocomercial brasileño encendió las alarmas tras la aprobación de una reforma tributaria que eleva sustancialmente los impuestos sobre el transporte aéreo.
La reforma tributaria del presidente brasileño afecta al transporte aéreo e impactará desde las vacaciones de verano 2026.
Río de Janeiro, Brasil - Foto archivo
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El sector aerocomercial brasileño encendió las alarmas tras la aprobación de una reforma tributaria que eleva sustancialmente los impuestos sobre el transporte aéreo.
Aunque la medida comenzará a regir en enero de 2026, las aerolíneas ya anticipan un fuerte aumento en los pasajes tanto para vuelos nacionales como internacionales. En la práctica, también afectará directamente a los argentinos que viajan a Brasil por turismo.
La nueva normativa, impulsada por el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva y sancionada en enero pasado, introduce un IVA dual: la Contribución sobre Bienes y Servicios (CBS) a nivel federal, y el Impuesto sobre Bienes y Servicios (IBS) aplicado por estados y municipios. En conjunto, las alícuotas para el sector aéreo saltarán del 9% actual a un 26,5%, según cálculos de la industria.
Aunque el tributo no será pagado directamente por los pasajeros, sí lo absorben las aerolíneas, que ya anticipan un traslado del costo a las tarifas.
Así lo anticipó en redes sociales Jerome Cadier, CEO de LATAM Brasil: “Sí, volar costará alrededor de un 25% más. Si no corrigen esto, avanzaremos en reversa”.
La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) fue tajante: el nuevo esquema fiscal podría reducir la demanda de pasajeros en hasta un 30%, con una pérdida estimada de miles de millones de dólares en ingresos turísticos y menor conectividad regional.
Según sus proyecciones, el precio promedio de un vuelo nacional en Brasil pasará de USD 130 a USD 160, mientras que uno internacional saltará de USD 740 a USD 935.
Uno de los cambios más controvertidos es que los vuelos internacionales -hasta ahora exentos de tributos por acuerdos multilaterales- podrían quedar alcanzados por el nuevo régimen. La administración Lula sostiene que estas exenciones “favorecen en exceso” al sector aéreo y busca revisar ese marco de beneficios.
Si bien los impuestos no se aplican de forma directa al consumidor, el aumento de costos operativos en Brasil tendrá efecto en los tickets vendidos desde y hacia la Argentina, uno de los principales mercados emisores de turistas hacia el país vecino.
Según datos de la Agencia Brasileña de Promoción Internacional del Turismo (Embratur), entre enero y mayo de este año Brasil recibió 2,2 millones de visitantes argentinos, casi la mitad del total de extranjeros y un crecimiento del 96,8% respecto al mismo período de 2024. Es el destino principal para los argentinos en el exterior, por encima de Chile, el favorito para las compras en ropa y tecnología.
De allí que tanto aerolíneas como operadores turísticos temen un enfriamiento de la demanda en rutas históricas como Buenos Aires-Río de Janeiro, Córdoba-Salvador o Mendoza-Río de Janeiro, muy solicitadas para vacacionar.