En los últimos años, los llamados “gráficos iceberg” se han vuelto una herramienta muy popular en internet para explicar la complejidad de distintos temas. El recurso visual parte de la metáfora del iceberg: una pequeña parte visible en la superficie y una gran porción oculta bajo el agua. Ideal para explicar la minería.
Aplicado a la divulgación, sirve para diferenciar entre lo que resulta evidente a simple vista y aquello que requiere mayor conocimiento o investigación.
Estos gráficos suelen organizar la información en distintos niveles, de arriba hacia abajo, señalando lo más conocido en la parte superior y lo más profundo o difícil de entender en las capas inferiores. Se usan para abordar desde fenómenos económicos, culturales y teorías de conspiración, hasta análisis de películas, videojuegos o problemáticas sociales, logrando captar la atención del público al mostrar lo que está “oculto” detrás de lo cotidiano.
Parte de su éxito radica en su capacidad de simplificar y jerarquizar temas complejos de forma visual y llamativa. En redes sociales abundan ejemplos que se viralizan rápidamente, ya que invitan a descubrir secretos, referencias ocultas o aspectos menos evidentes de un asunto. Además, generan una sensación de exploración: cuanto más abajo se desciende en el gráfico, más se accede a información “privilegiada”.
Iceberg minero, minería
El "iceberg minero" de DAMS.
El “iceberg” de la minería
Bajo el título “¡Esto es gigante!”, la consultora de ingeniería y geofísica DAMS, publicó el “iceberg” de la minería, donde afirmaba: “Normalmente, se considera que poner en funcionamiento una mina es una tarea simple. Nada más lejos de la realidad, hay una parte que no vemos y se asemeja a un iceberg comparado con lo que solemos conocer”.
Y agrega: “Mejores datos, mejores resultados, menores costos”.
Para conocer detalles de cómo se le ocurrió a DAMS comunicar de esta manera tan original el impacto de la minería, Cuyo Minero conversó con Santiago Azcona, gerente general de DAMS.
Santiago Azcona, de DAMS
Santiago Azcona, de DAMS.
IN San Juan
¿Cómo se les ocurrió el iceberg que muestra el impacto de la actividad minera en muchas otras actividades?
El iceberg nos pareció la metáfora perfecta para mostrar que lo visible de la minería —la producción y los metales— es apenas una parte del todo. Para que un proyecto llegue a esa etapa hay muchísimas fases previas: exploración, estudios técnicos, permisos, licencia social, construcción. Todo eso ocurre “debajo de la superficie” y no siempre se ve, pero es lo que sostiene el proyecto. Con el iceberg quisimos destacar justamente esa cantidad de procesos invisibles que hacen posible que una mina produzca.
¿Creés que es necesario aún utilizar por ejemplo el lenguaje de redes sociales (como los iceberg de diferentes temas) para concientizar a muchas personas sobre el impacto de la minería en la actividad económica en general?
Sí, porque la forma de comunicar la minería está cambiando a un ritmo muy acelerado. Las redes sociales nos obligan a ser claros y cercanos, y creemos que tanto las empresas como los proveedores tenemos que tener un rol activo en comunicar. Usar un iceberg o un meme no es banalizar: es hablar en un lenguaje cotidiano que conecta, y desde ahí transmitir mensajes más profundos sobre seguridad, procesos y beneficios.
¿A qué se dedica específicamente DAMS?
DAMS es una consultora de ingeniería y geofísica que participa en todas las etapas de un proyecto: desde la exploración inicial, pasando por los estudios ambientales e hidrológicos, hasta la construcción y el cierre de mina. Nos especializamos en generar datos confiables, en hacer ingeniería aplicada y en acompañar a los proyectos para que sean más seguros, eficientes y sustentables.
¿Es objetivo de la empresa hacer docencia respecto a la actividad minera?
Sí, porque entendemos la docencia como parte fundamental del desarrollo social. No es solo explicar qué es la minería, sino formar y transmitir conocimiento en las comunidades. En DAMS dictamos cursos de topografía y de manejo de drones, y ya capacitamos a más de mil personas. Eso genera capacidades locales, oportunidades laborales y un vínculo directo entre la actividad minera y la sociedad.
En la publicación del iceberg dicen en un momento: "Mejores datos, Mejores resultados, Menores costos”. ¿Qué quieren decir con eso?
Lo que queremos remarcar es que los datos son la base de todo proyecto. Si arrancamos con información incompleta, se multiplican los riesgos y los costos. En cambio, con los mejores datos desde el inicio se pueden definir mejor los resultados y reducir gastos a largo plazo. Es un círculo virtuoso: más información de calidad, mejores decisiones y menor riesgo.
Destacan el ítem licencia social: ¿qué tan importante es?
Es clave. Una mina puede tener todo en regla, pero sin licencia social no tiene futuro. La licencia social, como la confianza, se gana en escalera y se pierde en ascensor. Además, no la construye solo la empresa operadora: es un proceso compartido entre proveedores, gobiernos, empleados y comunidades. Se sostiene con diálogo, transparencia y beneficios compartidos.
También hablan de los beneficios de la actividad minera para una comunidad: ¿cuáles son?
La minería dinamiza toda la economía: genera empleo directo e indirecto, impulsa proveedores locales, demanda transporte, hotelería, gastronomía y servicios de salud. También potencia infraestructura como caminos, energía o telecomunicaciones, y aporta impuestos y regalías que vuelven a la provincia y municipios. Bien gestionada, deja además capacidades instaladas: formación, empleo calificado y tejido productivo.
¿Hay un estimado sobre qué impacto tiene la minería sobre otros sectores? ¿Y sobre la actividad en general? ¿Y sobre el empleo de una localidad, provincia o región?
Sí. Los estudios muestran que por cada empleo directo en minería se generan entre 4 y 6 empleos indirectos. El efecto multiplicador se ve en toda la cadena: proveedores, comercios, servicios. En provincias como San Juan o Salta, la minería representa un porcentaje muy relevante del PBI local y es motor de inversiones en infraestructura y desarrollo regional.
¿Seguís el desarrollo de la actividad minera en Mendoza?
Sí, lo seguimos con atención porque Mendoza tiene un potencial enorme. De hecho, hemos participado en trabajos exploratorios en el proyecto Los Amarillos y vemos con muy buenos ojos lo que está sucediendo en Malargüe y en el proyecto San Jorge. Creemos que la provincia tiene que animarse a comunicar con transparencia y mostrar, como ya lo hizo su industria hidrocarburífera, el efecto multiplicador que la minería puede tener para diversificar la economía y generar empleo de calidad. / CO