El amplio triunfo del oficialismo en las recientes elecciones y el contundente apoyo de Estados Unidos han creado un contexto favorable para la economía argentina, según un análisis del Ieral de la Fundación Mediterránea. Esto ha logrado mitigar las tensiones cambiarias y generar expectativas de nuevas inversiones.
El trabajo firmado por el presidente del Ieral, Osvaldo Giordano, el economista anticipó que este escenario de fortaleza política y respaldo internacional solo marca el inicio del doble desafío que enfrenta el Gobierno nacional. Se trata de concretar las reformas estructurales largamente postergadas en medio de la complejidad de revertir la acumulación de distorsiones que no deberían subestimarse.
Al apoyo de Estados Unidos, se suma la posibilidad de un acuerdo comercial y proyectos de inversión de empresas norteamericanas en el marco del RIGI, genera expectativas de incorporar factores dinamizadores a la producción. Por otro lado, el resultado de las elecciones implica un claro fortalecimiento del oficialismo. El aumento de bancas en el Congreso cuantifica este cambio que el voto popular explicitó un amplio apoyo social al equilibrio fiscal y las reformas estructurales.
A pesar del contexto favorable, el camino hacia las reformas está plagado de obstáculos. El primer desafío es la conducción política del proceso para asar de los enunciados a las acciones concretas, lo que requiere una enorme destreza. La clave reside, según el documento, en combinar flexibilidad para acumular apoyos sin sacrificar los objetivos principales.
Por otro lado, las complejidades técinas que subyacen en las reformas también son desafiantes. Es que si bien existe un amplio acuerdo en los temas medulares, como los que integran la agenda de mayo, no será sencillo sortear un cúmulo de dificultades, ambigüedades, contradicciones y confusiones.
Las posibilidades de las reformas que vienen
La reforma laboral ofrece un ejemplo ilustrativo. Uno de sus objetivos es reducir la litigiosidad espuria, un fenómeno con alto impacto negativo en la generación de empleo. La evidencia muestra que la mayoría de los juicios se generan por accidentes y enfermedades laborales, debido a que las pericias médicas en las justicias provinciales aplican reglas distintas a las del sistema de riesgos del trabajo.
El problema fue abordado en 2017 por la Ley 27348, que buscaba profesionalizar los cuerpos de peritos médicos provinciales para que sus dictámenes se ajustaran a las normas. Sin embargo, los poderes judiciales provinciales no terminan de instrumentar estos cambios. Esto evidencia que, en este tema crucial, la reforma laboral no consiste en sancionar nuevas leyes, sino en lograr que las leyes vigentes se apliquen.
“Esta particularidad no es exclusiva del ámbito laboral”, subrayó el informe. Agregó que la reforma tributaria, las dificultades son igualmente desafiantes, ya que cualquier avance racionalizador desde un solo nivel de gobierno es acotado si no se replantea simultáneamente el régimen de coparticipación. Esto obliga a abordar un acuerdo de coordinación fiscal entre la Nación y las provincias.
De forma similar, delinear la reforma previsional para contener el gasto y mejorar la eficiencia exige un arduo trabajo técnico, que va más allá de la promoción de la formalización, requiriendo replantear la muy extensa e intrincada normativa previsional, incluyendo regímenes que no dependen del gobierno nacional.
El hecho de que el gobierno impulse las reformas como prioridad y haya convocado a las provincias es una señal positiva. No obstante, el texto concluye que las trabas no son solo de naturaleza política; no es menos desafiante contar con los diagnósticos correctos, detectar dónde deben hacerse los cambios y definir con precisión los instrumentos. El riesgo de subestimar las complejidades técnicas puede derivar en el desaprovechamiento del contexto favorable.