El 2024 fue un año muy complejo para todas las actividades, pero particularmente para la construcción. La paralización total de las obras públicas nacionales, la ralentización de las provinciales y la demora en el arranque de las inversiones en el sector privado tuvieron un notorio impacto en el sector y en el empleo que genera.
Las empresas mendocinas comenzaron el 2025 con muy buenas expectativas de recuperación de los proyectos del Estado provincial y de que los créditos hipotecarios empezaran a traccionar los de la obra privada, pero el presidente de la Cámara de Constructores Independientes de Mendoza (Cecim), Dalmiro Barbeito, señaló que aún no se ha producido ese repunte.
- Ya transcurrido el primer trimestre de 2025, ¿cuál ha sido el movimiento en las obras públicas?
- Tenemos una expectativa muy grande, porque el 12% del presupuesto provincial está destinado a la inversión en obra pública. Además, están los fondos del resarcimiento. Pero se han llamado a pocas licitaciones. Se debería haber llamado a más. Desde la Cecim queremos colaborar con empresas dispuestas a cotizar.
Estamos preocupados, porque pensamos que los llamados a licitación iban a ser un poco más frecuentes de lo que está siendo. Esperamos que el Gobierno tenga planeado concentrarlos en el segundo trimestre, porque el primero ya pasó.
- ¿Han podido plantearlo al Gobierno? ¿Qué les han dicho?
- Hemos hablado y nos dicen que van a empezar a llamar prontamente. Ha habido llamados y las empresas de la cámara están cotizando en todos los ámbitos del Estado. Pero pensábamos que iba a ser más ágil. Para poder ejecutar en 2025 todo ese presupuesto, que es muy generoso, tienen que empezar a agilizar un poco, porque creemos que el mercado puede responder a otro ritmo.
Sobre todo, teniendo en cuenta el listado de obras que nos pasó el Gobierno, tanto con el presupuesto provincial, como con los fondos del resarcimiento.
- Es decir que la reactivación todavía no llega…
- No. Se han adjudicado también algunas licitaciones, pero pensábamos que se iba a ejecutar la tercera parte de los fondos del resarcimiento en 2025, que es un total de US$ 1.000 millones, y no creo que lleguemos a US$ 300 millones este año con lo que se ha llamado y adjudicado hasta ahora.
- ¿Cómo están hoy las empresas?
- Estamos expectantes. Hay una crisis en obra pública en toda Argentina. Las mendocinas estamos trabajando en forma conjunta para ver en qué es competitiva cada una, en qué podemos ser lo más eficientes posible, porque los costos, sin inflación, hay que cuidarlos mucho más.
Ahora cambiaron las variables. Hace un año, los problemas eran que no había materiales, por los problemas de importación de muchos productos, y que teníamos una inflación galopante, del 20% mensual. La situación cambió y los precios se han ajustado, pero hay que ser mucho más exigentes. En la Cecim nos estamos preparando para ser más competitivos y, cuando licitemos, poder tener presupuestos lo más bajos posible.
Dalmiro Barbeito: “En la construcción hay una demanda insatisfecha en Mendoza”
- ¿Ha habido competencia de empresas de otras provincias en las licitaciones que ya se lanzaron?
- Mendoza tiene un capital de empresas constructoras muy grande y no hace falta salir a buscar empresas en otras provincias. Tampoco veo que hayan venido muchas compañías de afuera a cotizar a la provincia. Algunas chicas han venido, de Misiones o de Santa Fe, porque no hay ninguna barrera de entrada. Pero desde la cámara queremos que sean mendocinas las que ejecuten las obras.
De todos modos, logísticamente es caro moverse y resulta muy difícil ser eficiente en esos casos. Sobre todo, porque son pequeñas y medianas obras las que se están haciendo, no proyectos de gran tamaño.
- Y la obra privada, ¿ha empezado a activarse?
- Estamos todos con proyectos, porque hay perspectivas de que se va a construir. El crédito hipotecario no ha traccionado, es muy nuevo y no traccionó como creíamos que iba a hacerlo. Pero hay que dar una respuesta a la gran cantidad de gente que necesita una vivienda y empezar a sumar los metros cuadrados que faltan.
Hay tanta necesidad en construcción, que hay proyectos de loteo, otros para el segmento ABC1 como no ha habido nunca en Mendoza. Porque se están construyendo 18 edificios premium y siempre se hacían dos o tres. Y eso genera un derrame importante.
Lo que está pasando es lo que pasa naturalmente. Primero hay que hacer proyectos para que se puedan desarrollar, conseguir financiamiento, que es lo que está faltando. Cuando las variables sean más razonables, se va a construir mucho en obra privada.
Construcción obra privada
- ¿Se ha recuperado el empleo en el sector?
Cayó mucho el año pasado. Estamos en un nivel más bajo que en 2022. Se ha parado la caída, pero seguimos con menos actividad. Hace falta que el Estado empiece a ejecutar más cantidad de obra pública y el sector privado no tracciona todavía. Los despachos de cemento son negativos porque la obra pública nacional está parada casi en su totalidad.
- ¿Y cuál es la situación de Mendoza en comparación con otras provincias?
Es mejor, porque en materia de obra pública el Estado mendocina está invirtiendo más que en otras provincias. Pero en San Juan y en Neuquén hay una expectativa mucho mejor, porque tienen petróleo y minería, que nosotros no tenemos. Desde las pymes constructoras tenemos esperanza de que pronto se reactive la actividad.