9 de agosto de 2025 - 09:23

Con "Shein" como "caballo de troya", la invasión de productos chinos afectan el superávit comercial

La balanza bilateral refleja un crecimiento del 4 % en las exportaciones argentinas hacia China, mientras que las importaciones se dispararon 34 %, lo que provocó una pérdida de casi US$ 8.000 millones en el saldo comercial.

En el primer semestre del año, las importaciones argentinas procedentes de China registraron un incremento sin precedentes, con un valor total equivalente a US$ 3.275 millones más que en el mismo período del año anterior. Los envíos incluyeron principalmente computadoras y celulares, alimentos y bebidas, partes de equipos tecnológicos, artículos para el hogar, equipos deportivos, joyas, equipos médicos, juguetes, vehículos y libros.

De acuerdo con un informe de la consultora Unexar, este repunte se enmarca en la apertura de importaciones y la flexibilización del cepo cambiario implementadas por el Gobierno de Javier Milei. Sin embargo, el factor decisivo fue el atraso cambiario, que llevó a una fuerte contracción del superávit comercial con el gigante asiático: apenas US$ 2.788 millones, lo que representa una caída del 74 % frente a los US$ 10.742 millones obtenidos en igual período de 2024.

El titular de Unexar, Jorge Berciano, señaló que las compras argentinas a China superaron en US$ 9.572 millones a las del primer semestre del año pasado. El analista Miguel Ponce explicó que parte de este aumento responde a un cambio en el destino de la producción china, originalmente orientada a Estados Unidos, que ahora encuentra mercado en países como Argentina. También destacó que la exención de visado por 30 días para argentinos y el apoyo a la participación en ferias comerciales favorecieron el intercambio.

La balanza bilateral refleja un crecimiento del 4 % en las exportaciones argentinas hacia China, mientras que las importaciones se dispararon 34 %, lo que provocó una pérdida de casi US$ 8.000 millones en el saldo comercial.

Para el consultor en comercio internacional Marcelo Elizondo, parte de este incremento responde al consumo, pero también a la importación de bienes de capital, maquinaria y repuestos destinados a reactivar la producción local. El especialista agregó que, tras años de restricciones y un 2024 marcado por la recesión y la devaluación, el país atraviesa un proceso de “normalización” del comercio exterior, aunque advirtió que las importaciones crecen mucho más rápido que las exportaciones.

Aun así, advirtió que Argentina sigue estando entre los países con menor nivel de importaciones en relación a su PBI.

De acuerdo con su diagnóstico, el verdadero problema radica en que las importaciones crecen mucho más que las exportaciones, lo cual pone en evidencia una pérdida de competitividad y la urgencia de recuperar la capacidad exportadora.

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