El pasado 10 de noviembre, ANSES informaba que, de acuerdo a la Ley de Movilidad Jubilatoria, el cuarto y último aumento anual será del 20,87 por ciento, a partir del 1º de diciembre, y que se sumaría un bono de $55.000.
El pasado 10 de noviembre, ANSES informaba que, de acuerdo a la Ley de Movilidad Jubilatoria, el cuarto y último aumento anual será del 20,87 por ciento, a partir del 1º de diciembre, y que se sumaría un bono de $55.000.
Por tratarse de un pago extra, no se incluye en la jubilación propiamente dicha y puede ser entregado o removido, según decidan las autoridades del Ejecutivo Nacional. Entonces, los beneficiarios del sistema previsional argentino quedaron a la espera de que se confirmaran montos también para enero y febrero.
Finalmente, el vocero presidencial Manuel Adorni señaló que, el pago extra de enero será de $55 mil y el de febrero será de un monto igual. Entonces, ¿qué cambia para los jubilados?
Las condiciones siguen siendo las mismas de diciembre, es decir, los haberes no son inferiores a $160.000 (haberes más bono de $55.000), como confirmó también Adorni, pero ese número ya no significa lo mismo para los jubilados que lo que significó un mes atrás.
De hecho, no cabe esperar tampoco un aumento dado por la fórmula de movilidad previsional porque ahora. “Hasta que no exista nueva fórmula van a ser compensados mensualmente para que dejen de perder frente a la inflación”, según Adorni.
Todavía no se sabe más que la promesa de que no perderán frente a la inflación, y en base a lo que le anticiparon los economistas participantes del Relevamiento de Expectativas de Mercado al Banco Central, en enero se espera una inflación del 19% (mediana), en febrero del 15,2% y en abril, del 12%.
Eso es lo que deberían aumentar los haberes de los jubilados en el primer trimestre del año, al menos.