Acuerdo con Estados Unidos: qué pasará con las exportaciones de Mendoza
La provincia viene con márgenes negativos en lo que a exportaciones respecta y el acuerdo con Estados Unidos enciende esperanzas, pero también algunas alertas.
El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio (D), posa para una foto con el ministro de Relaciones Exteriores argentino, Pablo Quirno (I), antes de su reunión en el Departamento de Estado en Washington, D.C., EE. UU., el 13 de noviembre de 2025.
Las exportaciones argentinas han tenido un comportamiento dispar, tal como viene sucediendo con la economía en general. De este modo, mientras las cadenas de valor relacionadas con la energía y el petróleo han lograron crecer, el resto se ha contraído en líneas generales. Con el péndulo de las importaciones en algunos casos y la necesidad de reinventarse en otros, las ventas al exterior han mejorado sobre todo gracias a los sectores fuertes con esperanzas, pero sin demasiada claridad sobre lo que puede pasar hacia adelante.
Dentro de este marco general llega el acuerdo comercial con Estados Unidos del que si bien todavía no se conocen los detalles, ha generado expectativas diversas entre los argentinos en general y los empresarios en particular. En principio, los términos del convenio se sabrían en la primera semana de diciembre y con los papeles en la mano se podrá ver qué sectores se favorecerán y cuáles no. Más allá de esto, la expectativa es que el apoyo inédito de aquel país con Argentina tenga un impacto positivo en las exportaciones y pueda revertir parte de la caída generalizada más allá de los sectores mencionados.
El último informe del Instituto de Estadísticas y Censos (Indec) expresó que en el primer semestre de 2025 las exportaciones de bienes de los principales complejos exportadores alcanzaron U$S39.742 millones. Esto implicó una suba interanual de 4%. “Este semestre se caracterizó por un descenso de precios, cuyo índice disminuyó 0,8%, y un incremento en las cantidades, con una suba del índice de 4,9% respecto a los primeros seis meses del año anterior”, se precisó en el análisis del organismo oficial.
Según el Indec, los complejos exportadores representaron el 92,9% de las ventas totales al exterior de enero a junio de 2025. En particular, los complejos soja, petrolero-petroquímico, automotriz, maicero, oro y plata, carne y cuero bovinos, triguero, pesquero, girasol y cebada concentraron el 77,7% del total de las exportaciones. Asimismo, dentro de estos complejos hubo un mayor crecimiento en las exportaciones de oro y plata (minería) que aumentaron 45,8%. Le siguió girasol con un alza de 42,6% y carne y cuero bovinos, que creció 11%.
En línea, un informe del Ieral de la Fundación Mediterránea, mostró que de enero a septiembre de este año las exportaciones totales de Argentina crecieron un 5% interanual. “Para los exportadores, el escenario internacional no fue particularmente favorable, aunque tampoco adverso”, detalló el trabajo mencionado que está firmado por el economista mendocino Jorge Day.
Ieral mendoza
Fuente: Ieral.
Y dio el siguiente contexto: La economía global ha crecido a un ritmo lento, los precios internacionales de las principales commodities se mantuvieron relativamente bajos —con la excepción de los minerales— y el dólar recién se ha recuperado en los últimos meses. Esto se condice con un crecimiento moderado de las exportaciones argentinas. Al desagregar las ramas, el trabajo del Ieral hizo foco en el buen desempeño de Combustibles y energía con un incremento del 10% interanual.
También mejoraron los productos primarios (8%, principalmente por oleaginosas, seguidos de frutas frescas) y dentro de las MOI (Manufacturas de Origen Industrial), se destacaron las vinculadas con la minería metalífera (4%). “En cuanto a las otras ramas industriales, en términos globales, sus ventas externas han estado casi estables y apenas crecieron las agroindustriales”, señaló el informe.
Más allá de los sectores, al profundizar en lo que ha sucedido en las distintas regiones, se observó que Mendoza fue la única provincia con números rojos en sus exportaciones durante los primeros 9 meses del año. Así, aunque las diferencias por sectores se traducen también en diferencias regionales que muestran cómo tracciona fuerte la minería y la energía.
En pocas líneas, el análisis del Ieral verificó un notorio incremento en las MOI relacionadas con la industrialización de los productos mineros. Aquí subeieron San Juan, Jujuy, Santa Cruz y Salta. En cambio, hubo disminuciones en ese mismo gran rubro como Tucumán, Chubut, Córdoba y Mendoza, que se dedican a otras actividades industriales.
Por otro lado, también hubo aumentos en Combustibles y energía donde se destacan la Vaca Muerta de Neuquén, pero también Chubut –lo que desde la Mediterránea tildan de “llamativo” dado que la extracción de crudo viene en baja en esa provincia.En tanto, también se vieron incrementos en Productos Primarios, especialmente por oleaginosas que impulsó las exportaciones de Santiago del Estero y de la región Pampeana).
Las frutas, por otra parte, impulsaron las expo de Tucumán, Río Negro y Misiones. Las provincias grandes, casi no tuvieron incrementos en sus ventas al exterior y mientras Buenos Aires mejoró 2%, Córdoba salió empata (0% en comparación con el mismo periodo del año pasado). “La mayor caída en Mendoza en varios de sus rubros, principalmente en vinos, a pesar de haber tenido mayores cosechas de uvas en los dos últimos años”, expresó el análisis que también mencionó la disminución en el consumo mundial de esa bebida.
Las implicancias del acuerdo
El economista del Ieral de la Fundación Mediterránea, Jorge Day, habló con Los Andes acerca de las posibles derivaciones para Mendoza de un acuerdo comercial con Estados Unidos. En un contexto de mayor previsibilidad luego de las elecciones, persiste el riesgo de que el dólar quede rezagado frente a la inflación por lo que serán claves las políticas orientadas a reducir el costo argentino.
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Fuente: Ieral.
Por otra parte, en el plano internacional no se prevén aumentos significativos en los precios de las commodities ni de la economía global. Al ser poco probable que se dé un boom exportador en líneas generales, la posibilidad de llegar a Estados Unidos de manera más “barata” incentiva a unos y amedrenta a otros. “En todos los acuerdos comerciales se abre un mercado para ingresar, pero a la vez es un competidor que entra”, expresó Day.
En este marco, el sector vitivinícola podría entusiasmarse mientras que otros, como la metalmecánica, no tanto aunque la perspectiva minera podría revertir esta situación. El economista invitó a la reflexión acerca de si es mejor cerrar o abrir la economía en términos globales. En el primer caso, explicó, es más sencillo proveerse de las empresas locales mientras que en el segundo los productos de afuera entran a precios menores. Con la apertura y en un mercado chico como es el argentino, los precios de los alimentos podrían subir en contraposición con otros bienes que tenderían a bajar.
“En una economía abierta la ropa sale más barata y el asado más caro”, ejemplificó Day. Otra pregunta interesante planteada por el especialista es si tanto Mendoza como Argentina están preparadas en el caso de que el acuerdo permita exportar más. “Una crítica es por el lado de la logística ya que nos falta bastante en este sentido”, subrayó el economista del Ieral. Agregó, no obstante, que al haber más competencia y encontrar fallas, se obliga a mejorar.
Las expectativas de la vitivinicultura
El ministro de Producción de la provincia, Rodolfo Vargas Arizu, tiene vasta experiencia en la vitivinicultura ya que pertenece a este sector desde hace años. Con relación al acuerdo con Estados Unidos, recordó que ese país es el principal comprador de vino argentino (50% de las exportaciones) por lo que las posibilidades que se abren son más que interesantes. “Poder llegar a esa mitad del mercado con un arancel menor va a ser un crecimiento importante”, se entusiasmó Vargas Arizu.
Esto posibilitaría llegar mejor que los vinos chilenos, los principales competidores. Por otra parte, el ministro también habló de la posibilidad para el mosto, un producto que el sector valora cada vez más debido a que este mercado crece mientras el del vino disminuye. “Si logramos cambiar que el mosto se use más para edulcorar será un avance muy importante”, dijo el funcionario. El derivado de la uva es más saludable para este fin por lo que hay expectativas de que su uso crezca en la industria de gaseosas, por ejemplo.
Más allá de esto, para Vargas Arizu, si las condiciones mejoran y los aranceles bajan, la vitivinicultura argentina tiene grandes chances. “Nuestro país estaá entre el séptimo y octavo lugar como productor mundial en función de las cosechas y en ventas estamos entre el 12 y el 14. O sea que tenemos mucho para crecer más allá de que haya un mercado global a la baja”, señaló el ministro. Agregó que hoy Mendoza exporta unos 600/700 millones de dólares y si llegamos a los 2.000 millones sería excelente.
Minería y vitivinicultura. Una convivencia que se visualiza como posible y virtuosa
El último informe de Coyuntura de Cuyo del Ieral de la Fundación Mediterránea habló de la situación de la vitivinicultura y expresó que el sector ha tenido menores precios de exportación. Esto debido a que se ha consumido menos lo que impactó por el lado de las ventas y delos precios. En dólares constantes, el precio promedio de los vinos varietales fraccionados exportados desde Mendoza ha presentado una tendencia descendente.
Tras alcanzar un máximo en 2013, comenzó a retroceder de manera gradual, acumulando una baja sostenida de casi del 30% luego de doce años. En ese contexto, surge el desafío de cómo disminuir los costos al sector privado (impuestos, trámites, etc.) y mejorar la productividad, y para eso se plantea la necesidad de las reformas estructurales. “Mientras tanto, está en cómo enfrentar la actual disminución de los viñedos. La clave es hacer una transición menos traumática para los productores”, señaló el trabajo del Ieral.
Qué espera la metalmecánica
Fabián Solís, presidente de la Asociación de Metalúrgicos de Mendoza (Asinmet), expresó que el acuerdo con Estados Unidos coloca un manto de incertidumbre sobre el sector ya que al parecer, el convenio puede ser asimétrico en este sentido. “No tenemos las mismas condiciones de competencia entre los fabricantes de Estados Unidos y de Argentina”, advirtió Solís. Agregó que desde su punto de vista es clave hacer una apertura comercial inteligente, donde se puedan mantener las capacidades industriales que tiene desarrollada la metalmecánica en la Argentina.
El reclamo de Solís va en línea con lo planteado por la Unión Industrial Argentina (UIA). La semana pasada en su Conferencia Anual, desde esta entidad se advirtió sobre la diferencia de velocidades frente a la apertura y en la necesidad de aplicar políticas industriales para dar herramientas de competencia leal a las empresas nacionales. No solo se trata del acuerdo con Estados Unidos sino del avance de China con todas las ventajas competitivas de este gigante.
En este marco, Solís expresó que tanto el ingreso de equipamiento y maquinaria como el egreso debería tratar de mantenerse en condiciones similares de competencia. “Argentina no es competitiva para los fabricantes de bienes de capital y las grandes reformas todavía no se logran”, advirtió el referente industrial. Agregó que Asinmet está a favor de la apertura, pero no en las condiciones actuales ya que los locales corren con desventaja debido a los altos costos argentinos e impositivos.
Sin Vale, la metalmecánica reduce empleados y busca nuevos destinos
Esto, por no mencionar lo que ya expresaron Jorge Day y el ministro Vargas Arizu con relación al modo en que encarece todo la (mala) logística del país, producto de las mismas ineficiencias así como de la falta de inversiones en general. Del mismo modo, Solís apuntó que visualiza que los grandes vectores de crecimiento de la Argentina van a estar en el sector de la Oil & Gas y de la minería. “La industria argentina está preparada y desarrolla aún más capacidades para estar a la altura”, señaló el empresario.
Desde esta organización como desde otras entidades públicas, privadas y académicas están comprometidas en hacer crecer la industria local. “Este sector es clave para el incremento de un trabajo formal con sueldos bien remunerados”, recordó Solís. De este modo, observó que más allá del acuerdo, por un lado es clave que la industria argentina esté al frente del desarrollo de estos grandes proyectos. Por el otro, que por el momento es preocupante que la apertura viaje en un Fórmula Uno y que la mayor competitividad del país lo haga en un Fiat 600.
La mirada del ministro de Producción
El ministro de Producción de Mendoza, Rodolfo Vargas Arizu, expresó que el acuerdo con Estados Unidos beneficiará a la provincia desde distintos puntos de vista. En especial en lo que a la vitivinicultura respecta. “Estados Unidos y Argentina nunca han estado tan cerca ya que no ha pasado antes que un presidente de nuestro país haya estado 7 veces con uno de aquel”, señaló el funcionario.
Para Vargas Arizu, este hecho inédito se suma a otro y es que la Argentina haya sido invitada a participar de los países desarrollados. “Ahí se llega por mérito propio, pero nosotros estamos en vías de desarrollo”, reflexionó el ministro. En este contexto agregó que para ello hay que tener crédito y que esa palabra viene de creer en la Argentina, por lo que el solo hecho de estar invitados “es una maravilla”, Esto más allá de si las razones son geopolíticas o por afinidad ideológica entre los mandatarios.
Concurso de vinos G14 (1)
Marcelo Álvarez
Vargas Arizu coincidió con el economista del Ieral y Solís en la falta de infraestructura, pero estimó que el acuerdo podría ser beneficioso también en este sentido. “Cuando el país empiece a crecer, nos vamos a dar cuenta que no tenemos energía, agua, etc. y eso se va a tener que crear”, dijo el funcionario. Agregó: “Estamos refundando la Argentina y Estados Unidos quiere participar en eso”.
“Que esté el acuerdo es muy bueno, aunque falta ver la letra chica”, definió Vargas Arizu. Sumó que para las economías regionales va a ser muy bueno y que para la Pampa Húmeda ya lo es con la carne como uno de los productos estrella. El funcionario contó que está en conversaciones continuas con el negociador por parte de la Argentina, Pablo Lavin. Aunque existe un acuerdo de confidencialidad por ambos países, el ministro de Producción confía en que el convenio comercial traerá “grandes cosas”.
Para ello, advirtió, es clave arreglar la macroeconomía ya que Mendoza está lista para el despegue desde hace años. En este punto, Vargas Arizu explicó que la minería será un impulso muy fuerte para la provincia ya que será una actividad que servirá para mejorar la infraestructura más allá de los beneficios puntuales para le economía local y el ecosistema empresario.