Turismo Nacional: Julián Santero cerró el año a lo grande: fiesta, título y ovación en San Martín
El “Piloto Volador” volvió a brillar en el Autódromo de San Martín, celebró su título de Clase 3 con el público mendocino y encabezó un fin de semana histórico que sacudió el trazado del Este.
Campeonazo. El piloto mendocino celebró el bicampeonato en lo más alto del podio del Autódromo San Martín.
Once años de espera encontraron su recompensa en un fin de semana que desbordó pasión. El Turismo Nacional volvió a pisar el Autódromo Jorge Ángel Pena, en San Martín, y el Este mendocino vibró como en las grandes épocas. Miles de fierreros colmaron cada sector del circuito para presenciar un Gran Premio Coronación que dejó postales imborrables y que tuvo un nombre propio brillando por encima del resto: Julián Santero, el dueñoabsoluto de la fiesta.
El piloto mendocino, ya consagrado campeón de Clase 3 con anticipación, regresó a correr ante su gente en un contexto ideal: sin presiones, con la corona asegurada y con la libertad de disfrutar cada vuelta. Y lo hizo como solo él sabe; rápido, preciso y contundente. Su actuación en la segunda serie del domingo, en la que terminó tercero a la cola de Agustín Canapino, reflejó su estado de forma y su conexión plena con el Toyota que lo acompañó en este bicampeonato.
La definición inesperada en Clase 2
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Turismo Nacional
Ramiro Gómez
La vuelta del TN a Mendoza no solo ofreció una consagración celebrada, sino también una definición inesperada en Clase 2. Todo parecía encaminado para que el sanrafaelino Gonzalo Antolín se llevara el título tras un fin de semana perfecto en entrenamientos y clasificación. Sin embargo, la final entregó un golpe de escena que dejó al público atónito y cambió el rumbo de un campeonato que parecía sellado.
Mientras eso sucedía en la pista, la atención del público mendocino se concentraba inevitablemente en el hijo pródigo de la provincia. Santero, campeón también en el Turismo Carretera 2025, reafirmó que atraviesa el mejor momento de su carrera deportiva y que es uno de los grandes referentes nacionales. Su manejo limpio y su capacidad para responder siempre en los momentos importantes lo siguen distinguiendo en cada categoría donde compite.
Santero, dueño de la fiesta
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Julián Santero volvió a brillar frente al público mendocino, esta vez, en el cierre del Coronación: festejó su título de Clase 3 a lo grande, con el regreso del TN a Mendoza.
Ramiro Gómez
Con el campeonato en el bolsillo, su misión en San Martín fue otra, regalarles un fin de semana perfecto a los miles de hinchas que coparon los boxes y las tribunas. Los cánticos de “Dale campeón, dale campeón...” comenzaron a sonar mucho antes de la bandera a cuadros y terminaron estallando en el podio, donde Santero celebró rodeado de su gente, como si el título se hubiera definido justo ahí.
Otros protagonistas y emociones en pista
El espectáculo también tuvo a otros mendocinos en pista, Lucas Vicino con Toyota y Tomás Vitar, flamante campeón de Clase 3 del Turismo Pista, quien se subió al auto de Brian Quevedo para vivir un fin de semana intenso. Aunque la cantidad de autos fue menor a la habitual por la definición anticipada del campeonato, el nivel competitivo y el clima fierrero hicieron que el show estuviera garantizado.
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Un lujo. El clásico Número 68 del Toyota de Julián Santero se lo pudo observar por primera vez en el trazado del este mendocino.
Ramiro Gómez
Canapino y la frutilla del postre
La frutilla del postre la puso Agustín Canapino, que venía de coronarse en el Turismo Carretera 2000 y se llevó la victoria en la final del TN con una actuación demoledora. El Titán completó un fin de semana perfecto y redondeó una de las jornadas más potentes que vivió el autódromo mendocino en la última década. Y logró su primer triunfo en la categoría.
El regreso del Turismo Nacional a la provincia tuvo todo lo necesario para ser histórico, público, emoción, campeones y un ambiente eléctrico que durante dos días sacudió el Este mendocino.
Y entre todo ese ruido, una certeza quedó flotando en el aire, Julián Santero volvió a brillar en casa, y cada vez que pasa por Mendoza, escribe otro capítulo memorable