Entre lágrimas, emoción y muletas, una hincha de Gimnasia y Esgrima cumplió su promesa más especial en la previa de la gran final ante Deportivo Madryn por la Primera Nacional, en el estadio de Platense. Ni la distancia, ni la salud logró separar
Una fanática de Gimnasia y Esgrima realizó un periplo interminable para acompañar a su equipo en la definición de la Primera Nacional
Entre lágrimas, emoción y muletas, una hincha de Gimnasia y Esgrima cumplió su promesa más especial en la previa de la gran final ante Deportivo Madryn por la Primera Nacional, en el estadio de Platense. Ni la distancia, ni la salud logró separar
“Familia, amigos, emoción, vida. Todo lo lindo que se siente”, dijo cuando le preguntaron qué significaba para ella el Lobo. Operada del ligamento interno hace dos meses, viajó desde San José, Guaymallén para alentar al equipo de sus amores.
“Voy a la cancha desde los 14 años y nunca dejé de hacerlo. Esta vez vine con muletas y con dolor, pero vine igual”, contó entre risas y lágrimas.
Su promesa fue clara: dejar las muletas el día del partido. “Ya las tendría que haber dejado hace rato, así que hoy las entrego. Basta de muletas”, afirmó con una sonrisa antes de cerrar con un grito que contagió a todos: “¡Vamos Lobo!”.