Tras el homenaje a Miguel Ángel Russo, el Pincha celebró una victoria clara ante su eterno rival, Gimnasia y se trepó a la punta del campeonato Clausura.
En una jornada cargada de emociones, Estudiantes de La Plata celebró un nuevo triunfo en el clásico ante Gimnasia y Esgrima, en el Estadio Jorge Luis Hirschi. La previa estuvo marcada por un sentido homenaje a Miguel Ángel Russo, figura emblemática en la historia del club, cuyo legado sigue vigente en el corazón pincharrata. El cielo de la ciudad se tiñó de rojo y blanco en un marco ideal para un partido histórico.
Desde el arranque, el equipo de Eduardo Domínguez mostró sus intenciones, hacerse fuerte a través de la pelota parada y atacar con intensidad por vía aérea. Las primeras aproximaciones nacieron de centros peligrosos y balones detenidos que inquietaron el área defendida por Nelson Insfrán.
En la vereda de enfrente, el Lobo salió a la cancha bajo la conducción interina de Fernando Zaniratto, tras la sorpresiva salida de Alejandro Orfila en la previa del encuentro, lo que sumó incertidumbre al presente del conjunto albiazul.
Estudiantes fue construyendo su dominio con acciones claras. Un disparo de Edwin Cetré que se estrelló en el palo, un lujo de Guido Carrillo que encontró bien posicionado al arquero tripero, y las siempre precisas ejecuciones de Tiago Palacios, que por centímetros no terminaron en gol.
El primer grito llegó justo antes del descanso. Román Gómez rompió líneas por la banda y metió un centro quirúrgico que Santiago Ascacibar bajó con clase para que Edwin Cetré, con un certero cabezazo, rompiera el cero y desatara la alegría en Uno. Una jugada de manual: dos cabezazos en el área, gol asegurado.
Ya en el complemento, el León mantuvo su ambición. Guido Carrillo tuvo una clara oportunidad tras una gran jugada individual de Cristian Medina, pero Enzo Martínez salvó de manera heroica. Sin embargo, minutos después, el goleador tuvo su revancha, porque Augusto Max falló en la salida, Carrillo aprovechó el regalo y selló el 2 a 0 que encaminó la victoria.
Estudiantes pudo haber ampliado la diferencia, especialmente en los pies de Medina, una de las figuras del partido, que no logró definir con el arco vacío. Pese a esa ocasión desperdiciada, el Pincha cerró una actuación sólida y efectiva, que lo catapultó a lo más alto de la Zona A del Torneo Clausura con 21 puntos.
Además, el clásico dejó otro dato contundente: el Pincha reafirmó su dominio en el historial con 68 triunfos ante los 51 de Gimnasia, y apenas una derrota en los últimos 26 encuentros.
Una vez más, en la Ciudad de las Diagonales, la fiesta fue albirroja.