El presidente se apartó de los temas de agenda y elogió a la Scaloneta. Aseguró que Messi es el mejor de todos los tiempos, mientras que sobre Scaloni dijo: “Ese pibe es Gardel”.
Javier Milei elogió a Messi y Scaloni.
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Neura Media El presidente Javier Milei se tomó un respiro luego de un tenso lunes marcado por la salida del cepo y sorprendió con un apasionado elogio a Lionel Messi y Lionel Scaloni. Durante la entrevista con Alejandro Fantino por Neura, el mandatario se mostró emocionado al hablar de los ídolos de la Selección Argentina.
En una pausa entre los temas económicos y políticos que dominan su agenda, Milei calificó a Messi como “el mejor jugador de todos los tiempos”, mientras que sobre Scaloni aseguró: “Ese pibe es Gardel”. En tanto, reconoció que le gustaría poder generar en los argentinos la misma felicidad que ellos provocaron.
“Soy un fanático enfermo de Messi, me importa tres carajos. Cuando toda la bosta periodística local le tiraba mierda, están mis videos, haciendo el consultorio de Milei, diciendo que Messi es el mejor jugador de todos los tiempos”, expresó en tono desafiante, al recordar su histórica defensa del astro argentino.
En la entrevista con Alejandro Fantino, sobre el rosarino agregó: “Nunca en mi vida vi jugar a un tipo lo que juega ese chico. Perdón que le diga chico, para mí, que soy un señor más grande que él. Es un jugador superlativo”.
Milei incluso mencionó un paper científico para justificar su admiración: “´Messi es imposible´, se llama”.
Por otra parte, Milei también se refirió a Lionel Scaloni y al cuerpo técnico con igual admiración: “Ese pibe es Gardel. Se bancó todo. Le dijeron de todo. Lo banco a él, lo banco a Samuel, lo banco a Aimar”.
Y no dudó en marcar una diferencia entre el seleccionador “Albiceleste” y él: “No me puedo sentir identificado con Scaloni, es infinitamente mejor que yo. Jamás creo que voy a poder lograr que la gente salga a festejar como él hizo con el Mundial”.
Con frases directas y sin vueltas, el Presidente mostró así una faceta más íntima y emocional, lejos de los debates parlamentarios o las tensiones del poder. “Ojalá yo pudiera darle tantas alegrías a los argentinos como hizo la Selección”, concluyó con un deseo.