Los días pasan y la herida va cicatrizando, pero la gratitud por la figura de Miguel Ángel Russo lejos está de diluirse en sus allegados, y en sus grandes laderos. Juvenal Rodríguez, uno de los más cercanos integrantes del cuerpo técnico de Miguelo en Boca Juniors, lo recordó con cariño.
El ayudante de campo se sinceró al 100% en diálogo con Super Deportivo Radio, donde contó detalles inéditos del recordado entrenador en sus últimas semanas, y lo que lo motivó a aceptar el desafío de regresar al Xeneize.
Miguel Ángel Russo: de la vuelta al Xeneize a sus últimos deseos
Miguel Ángel Russo
Miguel Ángel Russo falleció a los 69 años
Para Rodríguez, Russo hacía mucho tiempo que tenía claro que sería entrenador de Boca una vez más. Incluso, estando todavía en San Lorenzo. "Él tenía claro que quería volver a Boca. Hace ocho meses, cuatro antes de que lo anunciaran, íbamos en la ruta a Rosario después de un partido que tuvimos contra Racing en San Lorenzo, hablando le pregunté qué pensaba que iba a ser su próximo destino... y me dijo: 'Vamos a dirigir a Boca en el Mundial de Clubes'", lanzó.
Cuando su estado de salud empeoró, el DT nunca dejó de mostrarse metido en el día a día. Aún desde la internación en su hogar. "Él se resistía a dejar el entrenamiento, la familia le pedía que se quedara ya en casa y él no. Iba a entrenar, iba a los viajes, y hasta la última internación. Y ya decidió él terminar sus últimos días en su casa. Con Claudio todos los días íbamos a contarle lo que hacíamos, porque él era el técnico de Boca", contó.
La conexión de Russo con el Xeneize se mantuvo siempre firme, con el apoyo de los directivos. "Él nunca demostró dolor. Hace unos días le pregunté qué quería: si seguíamos, si nos íbamos, si renunciábamos. Y me contestó como siempre: 'tranquilo, tranquilito. Yo hablo con el Chelo'. Y ya me di cuenta que él no quería, y que iba a dejar todo así... quería terminar siendo el técnico de Boca. No tengo dudas", analizó Rodríguez.
Juvenal Rodríguez: "Si pudiera regalarle algo, sería un título con Boca"
Juvenal y Russo compartieron momentos únicos, que el colaborador guarda en su corazón. "Es muy duro no verlo más. Desde que conocí a Miguel, aprendí a disfrutar de la vida. Miguel me enseñó a hacerlo. Se llamaba Miguel Ángel, tenía el ángel hasta en el nombre”.
El último contacto fue el más fuerte, y le dejó una meta: ganar un título con el club. "Le dije que lo amaba. Estoy seguro de que me habría respondido: 'Pelot..., dale'", esbozó. Luego, continuó: "Para mí, su partida marca un antes y un después. Es el final de algo y el inicio de algo. Si pudiera regalarle algo, serían sonrisas… y ojalá un título con Boca. Sería una de las mayores sonrisas para él".