David Lovering, baterista de Pixies: “Nunca disfrutamos de la banda tanto como ahora”

Los Pixies, la mítica banda norteamericana de los ‘80 que definió el sonido de la escena de los ‘90, acaba de lanzar “Head Carrier”. En entrevista exclusiva David Lovering, baterista del grupo, habla del nuevo disco, la partida de Kim Deal y su relación c

En una entrevista de 1988 en la que le preguntaron a David Bowie por qué tras tantos años como solista había formado la banda de rock Tin Machine, el músico británico contó que una de las grandes inspiraciones para hacerlo había sido la música de los Pixies.

Lo mismo sucedió con Nirvana: luego de que la canción "Smells Like Teen Spirit" hiciera explotar todos los gráficos de pronóstico de ventas, Kurt Cobain comentó -con esa sinceridad sin vueltas que lo caracterizaba- que la canción había sido un "robo descarado" a los Pixies.

Y no sólo ellos: U2 se llevó a los Pixies de gira como banda soporte del Zoo TV Tour en 1992, mientras que bandas que delinearon la escena alternativa de los noventa como Radiohead, Weezer o Blur los nombraban como grandes influencias de su música.

¿Pero de qué se trataba esa música que enloquecía a los artistas de su tiempo? Mezclen punk y surrealismo, los Beatles y la Biblia, ovnis, Beach Boys, sexo y guitarras tan dulces como ruidosas y allí tendrán apenas algunas de las partes que hacen a ese todo más grande que fueron los Pixies.

El éxito comercial, sin embargo, siempre les fue esquivo, y tras cinco discos editados por el sello británico 4AD, la banda se separó en 1993.

Charles Michael Kittridge Thompson IV, cantante de la banda, más conocido como Black Francis o Frank Black, siguió con una carrera solista con altibajos pero constante. El guitarrista Joey Santiago participó esporádicamente en algunas bandas y soundtracks ambientales de películas, pero no se supo mucho más de él.

Kim Deal, bajista y cantante del grupo, alcanzó un importante éxito en los noventa con su banda The Breeders. Y David Lovering, el siempre amable y sonriente baterista, se dedicó a una carrera como mago que no rindió demasiado y acabó cayendo en bancarrota.

Durante los años desde la separación el legado de la banda se multiplicó y su leyenda creció en cantidades, y así fue que en el 2004 David recibió un llamado de Joey: los Pixies volvían a juntarse. Salieron de gira llenando estadios en todo el mundo (visitaron nuestro país en dos ocasiones desde entonces) y en 2013 se largaron a grabar otro disco, “Indie Cindy”. Pero allí repentinamente Kim Deal abandonó la banda.

A pesar de los nuevos rumores de separación, el grupo decidió continuar. Probaron primero con la bajista norteamericana Kim Shattuck, pero la química no funcionó.

Entonces convocaron a una joven argentina radicada en los Estados Unidos desde los seis años de edad, Paz Lenchantin, que se había ganado merecido respeto en la escena tras tocar con bandas y artistas como A Perfect Circle, Queens of the Stone Age o Billy Corgan de los Smashing Pumpkins.

Ahí sí las personalidades concordaron a las maravillas, tanto que el año pasado entraron a grabar un nuevo disco, “Head Carrier”; trabajo que lanzaron hace dos meses y que devolvió a los Pixies a la forma de sus mejores años: “Estoy en éxtasis total”, cuenta David Lovering al teléfono desde su hogar natal en Boston.

“La pasamos muy bien grabándolo y estoy muy contento. Fueron seis semanas de preproducción en las que trabajamos muy duro en cada canción, así que nos sentíamos muy seguros con el material cuando entramos a grabarlo. Sabíamos bien qué estábamos tocando así que fue todo muy fluido la hora del estudio, estamos muy contentos con el resultado”.

- Pasaron más de treinta años desde que comenzaron... ¿Te acordás de la primera canción que te mostraron el día en que te probaste en la banda?

- Sí, si la memoria no me falla fue “Ed is Dead”, me acuerdo de la guitarra... (la tararea). Esa fue la primera, y enseguida después hicieron “Nimrod’s son”. Me acuerdo porque me causaron una impresión extraña, no sabía qué pensar, no había escuchado nada parecido a eso. Imaginate que hasta ese momento yo había estado tocando batería arriba de los temas de Rush o Steely Dan, así que nada que ver (risas). Fue recién cuando empecé a ensayar con la banda que me di cuenta de cuánto me gustaban las canciones.

- ¿Qué impresión te quedó después de ver el documental "Loud Quiet Loud" (que retrató el tour de reunión de la banda haciendo foco en algunos problemas de Lovering con el alcohol)? Charles dijo que exageraron demasiado algunos momentos...

- Sí, es decir... La gente del documental nos filmó durante dos años y, de verdad, fuera del escenario somos la banda más aburrida del mundo... Lo que hicieron fue agregarle un poco de drama al tour y editar todo de manera que se viera más trágico de lo que realmente fue.

Supongo que es la manera en que siempre trabajan, pero... Fue una traición interesante la que hicieron. Lo hicieron ver como si hubiera sido una época verdaderamente oscura de mi vida, y de verdad no fue así, de hecho seguimos juntos con la banda desde entonces y nos estamos llevando mejor que nunca. Siempre nos llevamos bien, pero creo que nunca disfrutamos tanto del grupo como ahora.

- ¿Cómo cambió tu acercamiento a la música en todos estos años?

- No puedo decir que haya cambiado mucho. Sí he aprendido muchas cosas, entre ellas que la música es hoy mi trabajo. De verdad no sé dónde estaría hoy si de joven no me hubiera dedicado a tocar la batería. Y en términos técnicos, cuando arranqué, justamente influenciado por las bandas que te mencioné, tocaba con muchos arreglos de relleno, buscaba agregar cosas todo el tiempo, y con los años estoy cada vez más convencido de que menos es más.

- ¿Y de qué manera influye en el espíritu de Pixies el hecho de ser más profesionales que en los primeros años?

- La razón es que con todos los años que estuvimos de gira inevitablemente te volvés más profesional.  Estuvimos haciendo esto durante mucho tiempo en espectáculos de muy alto nivel en todo el mundo, pero al mismo tiempo no creo que eso haya afectado lo que hacemos musicalmente... Tiene que ver con cómo nos conducimos y cómo tocamos en vivo, que sí, lo hacemos de una manera más profesional que en aquellos años, pero en términos de banda no me parece que hayamos cambiado.

- ¿Y cómo se sienten junto a Paz en la banda?

- ¡Muy bien! Sobre todo probamos excelentes comidas gracias a ella (risas). Cuando entró fue en modo de emergencia, pero conectamos enseguida, nos sentimos como nunca después de lo de Kim y los fans la recibieron muy bien. Además toca tan, pero tan bien... es una bajista increíble, es tan buena que me preocupa tener que estar a su altura y me esfuerzo por tocar cada vez mejor.

También está esto de que Charles, Joey y yo nos comportamos extramadamente bien cuando estamos con ella. Aunque ya hace tres años que está con nosotros, de algún modo sigue siendo la chica nueva del grupo, así que nos preocupamos por tratar de que se sienta cómoda... ¡No queremos que se vaya! (risas).

- ¿Hablás con Kim cada tanto?

- Hace mucho que no. Cuando se fue de la banda fue un momento muy duro para todos. Pero de verdad amamos a Kim y le deseamos lo mejor.

- No se sabe mucho acerca de por qué se fue...

- No hay mucho más de lo que todos ya saben, cuando estábamos en medio de la grabación del disco anterior dijo “Me voy”, y listo, eso fue todo. No nos dio una explicación. En ese momento estábamos devastados, al día de hoy todavía no nos dio una razón.

- El rol de Paz en la banda hasta ahora había sido tocar las partes de Kim, ¿de qué maneras participó en el nuevo álbum?

- Esta es la primera vez que ella grabó con nosotros más allá de tocar y cantar las partes de Kim en vivo, que es cierto, es lo que estuvo haciendo durante tres años. Pero la manera en que se incorporó a la banda en el estudio fue genial, tiene muy buenas ideas, muy musicales en el mejor sentido de la técnica...

Por ejemplo, una canción en la que participó mucho fue “All I think about now”, que es gracioso porque es la única que no ensayamos, la escribimos y la grabamos en un día y hoy es mi favorita.

Tiene un sonido clásico Pixies, con esa guitarra de Joey, y la contribución de Paz en ese tema nos dejó boquiabiertos. Creo que su manera de ser y de tocar es una de las grandes razones por las que nos sentimos en un momento tan bueno con la banda.

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