El 9 de julio se cumplió un nuevo aniversario del fallecimiento de Edmundo Correas, eximia figura de la cultura mendocina. Había nacido en la Ciudad de Mendoza en 1901. Estudió en el Colegio Nacional Agustín Álvarez y en las universidades de Buenos Aires y Córdoba. En esta última se graduó de abogado en 1925.
De 1932 a 1935 fue subsecretario de Hacienda de Guillermo Cano. Renunció a ese cargo para desempeñar una diputación provincial hasta 1938, cuando fue designado ministro de Hacienda de Rodolfo Corominas Segura, cargo que, a su vez, dejó en 1939 para asumir las funciones de primer Rector de la Universidad Nacional de Cuyo. Fue el organizador de esta universidad y realizó una extraordinaria labor al frente de esa casa de estudios.
Paralelamente fue director del diario La Libertad y colaborador del diario Los Andes durante más de 40 años. Fue uno de los fundadores de la Junta de Estudios Históricos de Mendoza, de la que fuera presidente durante más de 28 años. En 1937 organizó y dirigió el primer Congreso de Historia de Cuyo. En 1961 fue presidente del Segundo Congreso de Historia de Cuyo. La mayor parte de las publicaciones de la Junta —más de 30 volúmenes— corresponden a su presidencia. Organizó y dirigió el Museo del Pasado Cuyano
Su pasión por la historia centrada en la región cuyana, cuajó en las numerosas publicaciones aparecidas en la Revista de la Junta (además de los textos inherentes al desempeño de su cargo como presidente), muchos de ellos editados luego en forma de opúsculos independientes o libros. Como historiador, su producción gira en tono de los siguientes temas: San Martín, su actuación en Mendoza y la campaña libertadora; Sarmiento, su pensamiento, su actuación política y en relación con la educación; La hispanidad y los temas constitucionales.
Hasta aquí los aspectos más conocidos de su obra. Pero hay otra faceta de su personalidad menos conocida, a la que se refiere indirectamente Juan Draghi Lucero en el Homenaje al Dr. Edmundo Correas (1994): "En aquellos años la juventud mendocina, en su mayoría autodidacta, aspiraba a su elevación espiritual. Leían a consagrados autores europeos. Buenos Aires y Santiago ejercían influencias con sus producciones literarias […] El joven Edmundo Correas actuaba en círculos superiores pero frecuentaba a muchos amigos entre los jóvenes periodistas de ocasión y a otros aspirantes" (p. 217).
Este "joven Edmundo Correas", inserto en el contexto literario y periodístico mendocino de las primeras décadas del siglo XX y autor de ficciones narrativas es al que podemos conocer hoy, gracias a dos nouvelles o cuentos largos publicados por Correas en 1921, en la revista Ideas y Figuras: Por la pendiente; De la vida provinciana y Cobardías, publicadas en la mencionada revista (N°s 9 y 12, octubre y diciembre de 1921).
A pesar de la juventud de su autor y el cultivo de temáticas sentimentales propias de los folletines sentimentales al gusto de la época, estos textos de Correas exhiben una serie de méritos literarios destacables, además del manejo fluido del idioma. Destacan en primer lugar las descripciones de gran poder evocador; luego, el planteo de problemáticas sociales entonces vigentes en la provincia, como la dialéctica "inmigrante / criollo". En cuanto a lo estrictamente literario, se revela, a pesar de su juventud, como diestro en el manejo de técnicas narrativas que enriquecen su prosa, lo distancian del realismo tradicional y confieren dinamismo al relato. En tal sentido, se puede destacar la vivacidad de las escenas, el lenguaje como caracterizador de los personajes y la presencia de símbolos que cifran un estado de cosas o anticipan el devenir de los acontecimientos.